Creo que sería un nuevo e importante factor de conflicto en el deteriorado proceso político nacional, la imposición de un Consejo Nacional Electoral afín al gobierno de Nicolás Maduro, destinado a garantizarle la reconquista del Poder Legislativo, hoy baluarte de la oposición critica al régimen que él dirige.
No comprendo cómo existen sectores políticos organizados presentes en el escenario nacional, que sin ser parte de la administración gubernamental, participan de iniciativas que le sirven de soporte al gobierno y a sus conocidos planes y ejecutorias de hegemonía.
Es imposible eludir la caracterización de la situación en discusión, para la política hegemónica del gobierno, para la pretensión autoritaria y continuista del gobierno chavo-madurista, desalojar de la Asamblea Nacional a la mayoría parlamentaria opositora es un objetivo estratégico.
Y es sobre la base de este criterio, de la defensa de esa extraordinaria conquista democrática, como es la alternabilidad en la dirección política del Estado venezolano, que me atrevo a preguntarles a los ciudadanos Henri Falcón, Claudio Fermín, Felipe Mujica y Javier Bertucci si en sus organizaciones han meditado sobre la importancia del apoyo que le van a dar al TSJ, para que sustituya a la Asamblea Nacional en la designación del nuevo CNE
Compañeros de los partidos en cuestión, aún es posible asumir una conducta política completamente unitaria y progresista en la materia electoral, se trataría entonces de que hagamos efectivo el funcionamiento de la comisión designada en la Asamblea Nacional para conducir la composición del futuro CNE, el cual debe responder a las normas democráticas presentes en la Constitución.
Es muy importante que los venezolanos recordemos y valoremos la extraordinaria utilidad que tiene la existencia de un Poder Electoral independiente, su existencia y adecuado funcionamiento son parte decisiva del éxito de la República en la defensa de los derechos, humanos, políticos y sociales de los ciudadanos venezolanos, por lo que su resguardo en la Asamblea Nacional es un compromiso de principios, que no debe ser trampeado y mucho menos negado por los otros poderes.