La crisis del covid-19 nos sigue sorprendiendo, no solo en su gravedad sino en sus consecuencias. Las principales víctimas de esta pandemia, aparte de los millones de contagiados y miles de fallecidos, a los que guardo un luto imborrable, son la economía y la política. Hoy nos referiremos solo a la política.

Los destinos del mundo, que iban dirigidos hacia un sentido, han cambiado de forma repentina, como han cambiado todas nuestras vidas, a un lugar inimaginable. En enero podríamos haber apostado por una victoria apabullante de Donald Trump en las elecciones generales norteamericanas de noviembre y hoy no podríamos asegurarlo, pero eso es solo uno de muchos ejemplos que se pueden dar. El caso de Angela Merkel es uno importante de resaltar, ya que se veía muy cerca su salida de la política alemana y ahora se ve fortalecida por toda su gran gestión; lo antes mencionado, podría traer otro período de mandato para la gran canciller de Alemania. También tenemos el caso de España, que finalmente había logrado cierta estabilidad al tener un presidente después de 9 meses sin cabecilla y ahora se ve perjudicada por la patética gestión del gobierno frente a la pandemia.

Quiero enfocarme en el caso de España, porque es donde resido actualmente y creo que será un ejemplo claro de lo que podría ocurrir en otros países del mundo.

Lo más llamativo de este proceso es que hizo que una gran parte de los españoles se dieran cuenta de que necesitan gobiernos con capacidad de gestión. El caos del gobierno de Sánchez se debió a sus socios de gobierno (la ultraizquierda liderada por Pablo Iglesias y su partido Podemos), que presionaron para que no se tomaran decisiones antes del 8 de marzo, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer. En España, particularmente, este día es fuertemente politizado y es una de las fechas claves de movilización de la izquierda; no es que necesariamente las mujeres sean de izquierda, pero los principales partidos de centro o de derecha tienen vetada su entrada aun cuando todos defendamos lo mismo: la igualdad real de la mujer.

La presión de los anteriormente mencionados socios de la administración de Sánchez hizo que, aunque desde el 30 de enero se declarara la emergencia internacional por el covid-19 y el día anterior a las manifestaciones hubiesen más de 400 casos confirmados en España, se decidiera mantener una concentración multitudinaria en la que (solo en Madrid) participaron 160.000 personas. Estas decisiones se tomaron pensando en las consecuencias políticas y sin considerar el bienestar de la gran mayoría de los ciudadanos. No es casualidad que varias personalidades de estos partidos de izquierda terminaran infectados al mismo tiempo, por ejemplo: Irene Montero, esposa de Pablo Iglesias y ministra de Igualdad; Carmen Calvo, vicepresidenta primera del gobierno; y la esposa del presidente de gobierno, María Begoña Gómez.

Esto ha hecho que el ciudadano de a pie piense en la efectividad de los gobiernos de coalición y en la verdadera utilidad del voto a partidos minoritarios. No es casualidad que las últimas encuestas emitidas por GAD3, una de las principales encuestadoras del país, indicara que el Partido Socialista y el Partido Popular están recuperando el voto de los partidos minoritarios.

Es por esto que, en este escrito, declaro que uno de los fallecidos del coronavirus es el multipartidismo en los sistemas parlamentarios. La efectividad de los gobiernos de coalición se ve afectada cuando los socios de gobierno del partido principal tienen el poder real de decisión dentro del gobierno. No es posible que se tomen decisiones políticas por encima del bienestar ciudadano.

El Partido Popular ha visto crecer su intención de voto en 7% en las encuestas de este último mes, gracias a 650.000 votos que vienen de partidos minoritarios y 250.000 votos del partido de gobierno. Las próximas elecciones generales, que por lo que se vislumbra serán pronto, acabarán, en muchos sentidos, con el multipartidismo y traerá de vuelta el clásico bipartidismo español.

Auguro un camino fácil para la centroderecha española en las venideras elecciones porque esta crisis, mal gestionada por el partido de gobierno, ha generado mucho daño social, político y sobre todo económico. El no tomar decisiones a tiempo hizo que se paralizara el país, lo que hará caer el PIB del país en 9,4% aproximadamente, algo nunca antes visto en esta gran nación hispana.

Hay muchas cosas que criticar en esta crisis, pero una de ellas no es el actuar de los ciudadanos. Nosotros realizamos muchas declaraciones de auxilio, las cuales fueron minimizadas por el gobierno escudándose en el argumento de que todo estaba controlado en el país debido a que tenemos “la mejor sanidad del mundo” y el coronavirus era una “simple gripe”. No hay duda de que los ciudadanos lo alertamos, así como en su momento lo hicieron la Organización Mundial de la Salud y la comunidad internacional.

Una vez más, el gobierno creyó que los ciudadanos no tenemos nuestras capacidades mentales desarrolladas, minimizaban lo que pensábamos y nos aseguraban que estábamos equivocados; ahora, los miembros del gobierno ven que los equivocados eran ellos. Los ciudadanos decidiremos el futuro del gobierno y siento que al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) le costará recuperar el poder político por dejarse llevar por unos socios minoritarios.

Espero que esta crisis pase pronto. Espero que tú, que estás leyendo estas líneas, estés bien y que tu familia esté a salvo. Activemos España con responsabilidad, activemos el mundo y a recuperarnos de esta gran prueba.


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