Venezuela tiene una población de 28.199.867 personas, por lo que podemos considerarlo un país medio en cuanto a población se refiere. La población femenina es 50,52% del total, ligeramente superior a la masculina.
El sufragio femenino en Venezuela hace referencia al derecho al voto de las mujeres en el país, consolidado constitucionalmente desde la carta magna de 1947 (artículo 81), en la que aparecía por primera vez en el país el voto de las mujeres mayores de 18 años, como un derecho.
Existe un antecedente, y es que el movimiento de mujeres en Venezuela comenzó tardíamente, en comparación con otros países y no se organizó completamente, sino hasta la década de 1930. Después de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez, en 1935, se fundó la primera organización de derechos de la mujer, la Agrupación Cultural Femenina (ACF), seguida rápidamente por otras. La ACF fue una organización líder en apoyo del sufragio femenino.
En la actualidad, la participación de las mujeres en todos los procesos políticos y sociales de cambio, tanto de Venezuela, como de Latinoamérica pasó a ser parte de la cotidianidad; tanto que sin participación femenina, virtualmente se desdibujan los procesos electorales.
Por otra parte, el sufragio universal femenino, el derecho de las mujeres venezolanas a ser elegidas para los cargos públicos de elección popular y la lucha por el derecho al voto femenino en Venezuela dieron inicio a los llamados derechos políticos de la mujer venezolana.
En nuestro artículo de opinión, publicado el 5 de julio del presente año en curso en el diario El Nacional, señalábamos que las elecciones presidenciales venezolanas fijadas para el 2024, generaban una real y significativa expectativa a nivel nacional e internacional, dada la circunstancia de que por vez primera una mujer aspiraba a la Presidencia de la República, en una contienda electoral venezolana, «con clara opción de alcanzar el solio presidencial con abrumadora mayoría de votos», según se observaba en las multitudinarias manifestaciones de apoyo que recibía a lo largo y ancho del país la ingeniero María Corina Machado.
Intuimos que se avecinaba un tsunami electoral -como en efecto ocurrió- que generaría una gigantesca ola que ahogaría a quienes pretenden calmar las aguas de la desesperación de cientos de miles de venezolanos, hombres, mujeres y ancianos, ansiosos de sobrevivir a la terrible pesadilla de un sueño húmedo, lleno de desgracias.
Y nuestra intuición se hizo realidad, pues el 22 de octubre, fecha que marca un hito en la historia del país, María Corina Machado obtuvo un abrumador triunfo que la convirtió en la líder indiscutible de la oposición, con una muy clara opción de convertirse en la primera mujer presidente de una nación cuna del Libertador y Padre de la Patria, amante de la libertad y de la democracia.
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