Hay quienes suelen calificar la tragedia venezolana como el fracaso del socialismo. Personalmente no estoy de acuerdo, mi opinión se orienta a un sentido totalmente contrario, considero que en Venezuela se ha seguido al pie de la letra de la receta socialista, esa misma que se ha aplicado en diferentes partes del mundo en diferentes épocas y que ha conducido a los mismos resultados: ruina, hambre y destrucción. El socialismo es como las papas fritas de McDonald’s, no importa en qué país te las comas, siempre sabrán igual.

Hablar del fracaso del socialismo es peligroso, pudiera interpretarse como la absolución de una ideología de muerte que ha dejado millones de víctimas a nivel mundial. En este sentido, no se trata entonces de un simple problema de aplicación, eso sería el equivalente a decir que si se aplicará bien, el modelo socialista pudiera funcionar a las mil maravillas, cosa que es absolutamente falsa y la experiencia histórica así lo demuestra. Ese socialismo sin apellidos es el que están viviendo hoy los venezolanos, los cubanos y que antes vivió la Europa del Este, Camboya, algunos países de África.

Negar esa realidad significa también subestimar al chavismo, que está lejos de ser una banda de incompetentes, todo lo contrario. Me explico, en veinte años el chavismo no solo ha logrado su objetivo de reducir al venezolano al eslabón más bajo de la vida humana, sino que lo han despojado de toda aspiración de querer subir a través del chantaje, la represión y el terror. Son los mejores haciendo el mal, eso hay que reconocérselos. No llegaron al poder para transformar la democracia, sino para destruirla y lo han hecho con gran éxito.

Como alternativa a eso, nosotros no podemos seguir errando en el diagnóstico, pues como un médico que prescribe a su paciente una medicina equivocada con base a un diagnóstico errado, si seguimos equivocándonos en el diagnóstico en lugar de ofrecer soluciones para salvar a Venezuela, pudiéramos contribuir, sin quererlo, a agravar su situación. El estado actual de nuestro país no acepta improvisaciones, sino las acciones correctas y certeras para salir de la dictadura socialista. Equivocarse es perpetuarla.

@BrianFincheltub


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