La secuela del filme Enola Holmes recupera lo mejor del original con elegancia, ingenio y buen gusto. Pero también, hace algo más: le brinda a la heroína un contexto de interés histórico que enriquece el argumento en una nueva dimensión. 

Enola Holmes (Millie Bobby Brown) es una detective a pleno derecho. Al menos, es su intención durante las primeras secuencias de la película que lleva su nombre dirigida por Harry Bradbeer. La secuela inmediata del éxito de Netflix de 2020 muestra el paso del tiempo haciendo hincapié en la evolución de su personaje principal. De la jovencita en busca de un lugar que fue, la nueva versión de Enola sabe cuál es el suyo. También, que debe esforzarse para ser tomada en serio como la investigadora privada que intenta ser.

La adaptación de las novelas de Nancy Springer tiene la ventaja de jugar con propiedad con los elementos de una Londres ideal pero con peso histórico. De hecho, el argumento de Enola Holmes 2, está basado en el libro El caso de la dama zurda de la saga de la joven heroína. En la versión literatura, la huelga de la fábrica de fósforos de Bryant & May se convierte en un escenario peligroso y dramático.

En el filme también lo es, pero Bradbeer añade una versión más intuitiva sobre cómo un hecho de relevancia política se relaciona con Enola. Al fin y al cabo, la hermana pequeña de Sherlock Holmes, intenta descubrir el mundo más allá de su experiencia. Lo que incluye, profundizar y elaborar una idea coherente acerca de su percepción acerca de un país con evidentes diferencias sociales y culturales.

Enola Holmes 2 no intenta ser un documento histórico. Pero sí, utilizar la hostil Londres de finales del siglo XIX como un escenario ideal para explorar en varias ideas distintas. Lo que comienza con la desaparición de una actriz, termina por ser un recorrido por la pobreza y la violencia callejera. También, las duras condiciones de vida de un país en pleno tránsito a la Industrialización. Todo, en medio de la mirada sorprendida de Enola, también su evolución y madurez y al final su comprensión del mundo que le rodea.

Enola Holmes 2, una secuela necesaria de enorme ingenio 

Bess (Serrana Su-Ling Bliss) es el primer cliente oficial de Enola. La joven busca a su hermana desaparecida y supone, que algo funesto pudo ocurrir. Sin embargo, como una adolescente en las duras calles de la ciudad y además, en la pobreza, nadie toma en serio su preocupación. Una situación que Enola, cuya oficina, es un espacio agresivo en que le han insistido “ser muy joven, inexperta y mujer” para ser detective, puede comprender. De modo, que de inmediato toma el caso. Lo hace por buena fe — algo que desborda en el personaje — pero también, por curiosidad.

Poco a poco, el hábil guion logra enlazar la idea que algo grave y potencialmente peligroso sucede bajo la aparente tranquilidad de Londres. Mucho más, cuando a media que su investigación avanza, descubre que la desaparición encumbre lo que parece un caso más complejo. Uno que le llevará, además, a cruzarse en el camino de su famoso hermano mayor casi de manera casual. En esta ocasión, el Holmes de Cavill tiene mayor sustancia, participación e importancia en la trama. Como tutor legal de Enola, el personaje es parte de su vida y la relación, se hace compleja, fraterna y amorosa. El actor se esfuerza por brindar vitalidad a un personaje distante y lo logra, con una interpretación amable y humana del personaje literario.

Pero el centro e interés de la película, es claro está, Enola. Milly Bobbie Brown dota al personaje de un carácter inesperado y una vitalidad interior de agradecer. En especial, cuando el filme tiene la curiosa obligación de anunciar que esta será la primera de muchas aventuras de su joven heroína. La actriz lo logra e imprime a su inexperta detective, la percepción sobre el crecimiento y la inevitable madurez. Mucho más, cuando el caso que tiene entre manos, le demostrará el largo trayecto, hacía comprender mejor a Londres e incluso a sí misma. Un juego argumental que la película logra con habilidad, inteligencia y fluidez.

Enola, de tal palo, tal astilla

Tal como Enola, la ambición de su historia también creció. La secuela de la original es más grande, mejor construida y es evidente que Netflix toma en serio la posibilidad de una franquicia. El Londres del filme es un conjunto oscuro e incómodo de construcciones lóbregas.

Pero también, un laberinto complicado en el que Enola deberá encontrar una pista que le permita comprender el duro escenario que la rodea. El guion se esfuerza y a pesar de sus ocasionales perdidas de ritmo y tono, el filme es de una agilidad brillante. Una mirada renovada al género que hace de Enola Holmes 2 la puerta de entrada a lo que se anuncia como universo mayor. Uno, lleno de la brillante capacidad de Enola para “encontrar la verdad” pero en especial, para construir su propia versión sobre el mundo.

Al final, Enola descubrirá su misterio, logrará comprender mejor a su hermano, pero además, hará algo más importante. Demostrar que su historia merecía ser explorada a profundidad, construida como un elegante rompecabezas cuidadosamente armado. El mayor logro de la película.

 


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!