Se ha escuchado esta frase, el poder de los medios, durante todo el siglo XX, así que ya es el momento de que se entienda lo que significa esa facultad con base en el control de las masas.
Existe una frase decimonona del Libertador de América, la cual reza así: Nos han dominado más por la ignorancia que por las armas; sin embargo, esa frase hoy toma un significado distinto al que el autor la profería en su momento, ante un pueblo poco o nada alfabetizado. Y es que hoy se tiene una población casi en su totalidad alfabetizada, informada, y es precisamente este elemento de educación el que funge como la mejor estrategia de dominación, el cual es el método de control mental.
Es decir, si hoy se difundiera una frase poderosa como esa sería: Nos controlan más por la educación que por las armas. Ciertamente, esta es la situación que padece la población, presa y víctima del poder de los medios de información, en todas sus formas desde las más rudimentarias hasta las de última generación tecnológica, que recaen sobre la mentalidad humana.
De acuerdo con la perspectiva conductista, el individuo es lo que piensa, ya que el pensamiento, determina la conducta, pero sabiendo que el poder de los medios incide directamente en los pensamientos humanos, y esto a su vez son determinantes en la conducta de las personas y de la sociedad.
Se puede decir, con precisión meridiana, que la sociedad es un reflejo de los medios y que, si estos se detuvieran por un instante sobre la potencia que ostentan en sus manos, otras formas y modos más útiles tomarían.
Dicho lo anterior, se resume que, si los medios se propusieran de una manera decisiva en modificar la conducta de las personas, es decir de la sociedad, se generaría un cambio sustancial y determinante en el mejoramiento de las personas en especial, sobre las relaciones humanas del individuo consigo mismo; con el otro; con el mundo que lo rodea; con la naturaleza y con la sociedad en general.
Sin embargo, si estos instrumentos para la paz, como lo son los medios de comunicación, se emplean en beneficio de las formas del pensamiento humano; y no en la insistencia en proyectar los comportamientos y defectos más inferiores de las personas y la conducta humana, de forma reiterada y repetitiva con tantas pulsaciones, semejantes a una arritmia cardiaca; los resultados será que seguirá sucediendo la grave crisis de los valores propositivos de la humanidad; en pocas palabras se están usando las poderosas armas de la comunicación en favor de neurosis y todo tipo de enfermedades físicas y mentales, con los sentimientos más inferiores en las personas provenientes del caos, la tragedia y la guerra en las relaciones de la humanidad que se proyectan por los medios.
Por lo tanto, el poder que reside en los medios de comunicación tiene la capacidad no sólo de modificar la mente humana, sino también de transformar a la humanidad en un reino de paz, cordialidad y desarrollo, ya que este poder en la mente de las personas es capaz de una auténtica revolución del desarrollo del pensamiento y por ende de la sociedad; y no la involución en la que recaen hoy tales instrumentos de modificación de la conducta humana.