Por Pablo Kaplún Hirsz

Parque del Este (oficialmente Parque “Generalísimo Francisco de Miranda”​ en honor al prócer venezolano) es un parque de esparcimiento público. Ubicado en la parroquia Leoncio Martínez del municipio Sucre del área metropolitana de Caracas en Venezuela, es uno de los más importantes de la ciudad con un total de 64 hectáreas (equivalentes a 0,64 km²) de superficie.

El parque se encuentra justo a la salida de la estación Miranda (anteriormente llamada Parque del Este) de la Línea 1 del Metro de Caracas. El Parque del Este está administrado y supervisado por el Instituto Nacional de Parques, organismo dependiente del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo. Está conectado con el Parque Bolívar de Caracas por el llamado Puente Independencia.

El parque se ubica en parte de los terrenos de la antigua hacienda San José 7​8​9​ (10°29’38″N – 66°50’8″W) 10, que hoy día existe y se localiza entre los actuales linderos del parque 11​ y el distribuidor Santa Cecilia, frente al Museo del Transporte de Caracas. Los terrenos para el momento en que iniciaron las obras estaban cubiertos de vegetación boscosa compuesta primordialmente por viejos bucares (Erythrina spp.) de los cuales colgaban largas hebras de barba de palo (Tillandsia usneoides); adicionalmente existían viejos arbustos de café (Coffea arabica).

Su inauguración se realizó bajo el gobierno del presidente Rómulo Betancourt el 19 de enero de 1961​ según el decreto Nº 44313​ de mayo de 1950. Fue diseñado por el paisajista y arquitecto brasileño Roberto Burle Marx y asociados Fernando Tábora y John Stoddart,​ así como por el botánico Leandro Aristeguieta, quienes conjugaron en un mismo espacio la majestuosidad de la flora nacional con una pequeña pero variada colección zoológica.

El parque para el momento de creación en 1961 fue diseñado para recibir alrededor de 6.000 visitantes mensuales; según cálculos en años recientes, recibía cerca de 270.000 visitantes mensuales, los cuales realizaban diversas actividades en sus instalaciones. Esto ha variado un poco, pero igual se satura.

Circulan en este momento videos para conmemorar su 61 aniversario, en ellos se habla de que el Parque del Este hoy es la mejor muestra de «la desidia de los jefes de Inparques»

Por no hacer un oportuno y adecuado trabajo fitosanitario la colección botánica del Parque del Este está afectada. Ya no quedan chaguaramos en el lago 9. La tiña está regada por varias zonas del parque. Señalan los documentos que esto “puede evitarse”. Y continúan las denuncias: la planta parásita “guatepajarito” se aloja en los árboles, al tiempo lo seca por completo…Se están perdiendo los árboles. Las denuncias sostienen: “Esto no pasó en días… fueron semanas, meses, años de desidia».

A pesar de las constantes alertas y denuncia de los trabajadores, ahora la “solución” es talar. Ello es un es un golpe duro para quienes durante años han cuidado cada árbol del parque. Esto es contra natura para los que trabajan en Inparques, mantener el parque no es solo pintar brocal y recoger basura.  Varios de los que talan y podan son obreros externos que cobran 60 dólares mensuales, mientras obreros del parque cobran 2 dólares.

Desidia, negligencia

No solo la colección botánica muestra la desidia de los jefes de Inparques. El patio de los azulejos está en abandono… En ruinas módulos que son parte del diseño original.

Y si el Parque del Este está así, estando al frente de la sede principal de Inparques, ¿cómo estarán los otros parques a escala nacional? Hoy, a los males del Parque del Este se suma la buhonería. Los comunicados llaman a decir “No a la buhonería dentro del Parque del Este”. El Parque del Este entra en la categoría de jardines históricos o paisajes culturales. Se hace un llamado urgente a los biólogos y arquitectos de Venezuela.

En Caracas el Parque Nacional Waraira-Repano sufre agresión oficial y el Parque del Este está en estado ruinoso. Ante este desastre alza tu voz, no te quedes callado. ¿Cómo no quedarse callado? ¿Qué hacer?

He ahí el valor del segundo aniversario que este artículo recoge y es que trae esperanzas: la ONG Clima 21. “Como organización hemos llegado a tres años de actividades. Ello ha ocurrido en el medio de un período muy difícil tanto para Venezuela, el mundo, como para la acción de la sociedad civil venezolana. A pesar de ello, hemos decidido seguir trabajando desde nuestro compromiso con Venezuela, su ambiente y los derechos humanos”.

Resumen de la labor reciente y de su propuesta de trabajo para 2022. Estas son las actividades más importantes realizadas durante 2021:

Acciones de documentación: Elaboraron en conjunto con la organización Todos por el Futuro un informe para el Examen Periódico Universal (EPU) sobre la situación de violación de los derechos humanos como consecuencia de la contaminación por mercurio utilizado en la explotación de oro en la región sur de Venezuela. Asimismo, participamos junto con Provea y el Observatorio para la Defensa de la Vida (Odevida) en la elaboración del informe: “El aire huele a mal: situación de personas defensoras del ambiente en Colombia y Venezuela”. Actualizaron la documentación sobre la situación ambiental de Venezuela, en relación con este tema próximamente publicarán una selección de más de 80 referencias bibliográficas sobre los impactos y consecuencias de las industrias extractivas en la región de Guayana.

Asimismo, a partir de noviembre pasado iniciaron las actividades del Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales como programa permanente de Clima 21.

Acciones educativas: Participaron en alianza con Todos por el Futuro en la conceptualización, diseño y puesta en práctica del Programa “Somos Caura: Programa de educación en derechos humanos para mujeres criollas y afrodescendientes del Bajo Caura, estado Bolívar». Igualmente, participaron en el Diplomado Ambiente y Derechos Humanos de la Universidad de los Andes. Por otra parte, al dificultarse las acciones educativas presenciales debido a la pandemia de covid-19 apostaron por el uso de las tecnologías de información y comunicación. Con este fin, se crearon piezas gráficas con mensajes educativos dirigidos a divulgar distintos aspectos de la situación de los derechos humanos ambientales en Venezuela. En tal sentido, durante 2021 publicamos 97 mensajes en Twitter, Instagram y Facebook.

Acciones de difusión: Se propusieron visibilizar la situación ambiental de Venezuela en el contexto de la emergencia humanitaria compleja y su efecto sobre los derechos humanos. Con este fin, participaron en 10 entrevistas para medios, así como en 6 eventos públicos (foros o conversatorios), tres de ellos internacionales. Estos últimos promovidos por organizaciones como People in Need, Freedom House e Hispanics in Phylantropy. Acciones de dirigidas al fortalecimiento institucional: Para poder ampliar sus capacidades de acción, desarrollaron una política de alianzas con otras organizaciones tanto venezolanas como internacionales. En tal sentido- como ya se señaló, actuaron en alianza con la organización “Todos por el Futuro” para el desarrollo de acciones educativas en el Caura; asimismo, han participado en la creación de la Alianza Venezolana para la Acción Climática (una red de organizaciones para promover acciones por el clima); igualmente, en conjunto con otras tres organizaciones, incluyendo una fuera de Venezuela, creamos la Alianza Medewari para promover acciones en el sur de Venezuela. Recientemente se integraron al Observatorio para la Defensa de la Vida (Odevida) que es una red internacional para desarrollar acciones en defensa de los defensores y defensoras de los derechos humanos y el territorio, así como somos parte de un consorcio de organizaciones que busca fortalecer las capacidades financieras y organizacionales de los participantes para promover acciones por la salud y el ambiente de comunidades vulnerables.

Para este nuevo año se proponen profundizar el trabajo de documentación y denuncia de las violaciones de los derechos humanos ambientales en Venezuela. Objetivo que ahora estará mucho más claramente definido desde su acción como Observatorio de Derechos Humanos Ambientales. Igualmente, se buscará establecer estrategias que promuevan una vida digna en comunidades afectadas por las industrias extractivas y el cambio climático. Asimismo, se seguirá apoyando los esfuerzos para proteger a los defensores de derechos humanos ambientales, particularmente aquellos asociados a la defensa de territorios y derechos indígenas, afrodescendientes y campesinos. Y finalmente se buscará nuevas estrategias para promover la educación en derechos humanos ambientales.

Estos trabajos requerirán fortalecer nuestra organización. Para ello seguiremos promoviendo nuestra política de alianzas, así como buscaremos avanzar en la formalización de Clima21. Igualmente necesitan aumentar y fortalecer nuestro equipo humano y debemos seguir trabajando para poder acceder a financiamientos adecuados para lograr sus propósitos.

Finalizan: “Alcanzar estos objetivos dependerá de nuestro compromiso y acción, pero también de poder”. Seguir contando con el apoyo constante y generoso de todos y todas ustedes. Puedes contactar a clima 21 en Facebook: “Clima 21, Ambiente y Derechos Humanos”.

 


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