Naturalmente, nadie tiene una bola de cristal para predecir cómo se comportará el mercado del dinero, de valores, de acciones o de las monedas digitales en el futuro. Si alguien tuviera tal bola de cristal sería un rico y aburrido de forma permanente porque solamente tendría que apostar a ganador y jamás gozar la miel del triunfo que viene luego de una caída.

Las monedas digitales cayeron, a tal punto de generar zozobra en algunos incautos que pusieron todos sus huevos en una misma canasta. Bitcoin (BTC) en noviembre 2021 estaba a 56.000 euros y cayó por debajo de 20.000 euros. Ether de 4.200 euros a bajar de los 1.000 euros.

Si hasta el euro bajó en comparación al dólar estadounidense que, pese a todos los embates de los viento de la economía, la guerra en Europa, seguirá siendo un patrón de confianza e intercambio en el mercado de valores.

La gente tendrá dólares, siempre, de ahorro, o hará sus transacciones en dólares en tanto las criptomonedas puedan tener su propia plaza en el mercado y generar mayor confianza de los mercados. La confianza es la clave en los negocios. El dólar es fuerte por la confianza que en el mundo tenemos al respaldo de esa moneda. A las monedas digitales aún les queda camino por construir esa confianza y trasladarla al público usuario.

Quizá suceda lo que con el Internet o las empresas punto com (.com) que naturalmente desarrollaron hasta cierto punto en donde hubo una sobrevivencia de las más fuertes. El Internet sigue dándonos sorpresas: de utilizar un simple correo electrónico a construir un Metaverso. Lo mismo pasará con las monedas digitales. Aún estamos en los prolegómenos de su existencia.

¿Qué pasará si el estado se mete en operar con monedas digitales paralelas? Otra vez caeremos en el monopolio de los “bancos centrales”.

Nadie tiene la película clara de adónde va el desarrollo de los negocios en monedas digitales.

Resulta obvio que algunos dicen que es un “moda pasajera” y que simplemente es para “captar” (capturar) dólares o euros de algunos ingenuos. Otros dicen que reemplazará el papel moneda. Pero de momento no se tiene una adecuada visión de a dónde se dirige este multimillonario mercado de intercambio de valores.

Algunos culpan la ausencia de regulación. Pero con regulación no olvidemos que vienen los impuesto y el “maldito» Estado a meter narices en negocios que debieran ser 100% entre privados. Otros indican que el desarrollo de la tecnología, las famosas cadenas de blockchain aún están en plena construcción para hacer de las redes centros de mayor seguridad en transacciones y trazabilidad de operaciones, pero eso sí, nunca estaremos a salvo en 100% de aquellos “expertos” hackers que en algún momento puedan vaciar nuestros monederos de nuestras criptomonedas.

En los próximos años por supuesto que habrá más ofertas de criptomonedas y mayores transacciones con la moneda digital, pero confiar 100% los ahorros de tu vida, tu vejez o el estudio de tus hijos a una moneda que aún no terminó de sentar sus bases es todavía ser muy ingenuos. Ese tiempo llegará, es cuestión de mayor tiempo y preparación. Estar preparados para el futuro y “no dejar de soñar nunca” como decía el líder expresidente de Israel Shimon Peres que además de ser un líder moderno era un obsesivo impulsor del desarrollo de tecnologías que nos permitan vivir en paz.

La digitalización de la banca es el primer paso para la casi eliminación física del papel moneda y la implementación de transacciones digitales en monedas emitidas por estados (ej dólar estadounidense) pero aún falta saber cuál el rol de las criptomonedas en los mercados oficiales. Habrá algún punto en que se podrán adquirir activos o pagar salarios en criptomonedas, más que seguro, también habrá el problema de lavado de dinero pero es parte de una nueva forma de generar intercambios con valor. Seguramente el futuro nos dará una respuesta a medida que desarrolle la tecnología, las nuevas generaciones inventen nuevas formas de trabajar y vender su labor y los estados sean más creativos en regular sin perjudicar y sin buscar nuevas formas de someternos con impuestos.

El futuro todavía está por verse y el dólar, euro y el oro aún tienen mucho que aportar en el crecimiento de nuestra sociedad.

@BorisSGomezU

 

 


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