Encuestadoras sin credibilidad

El chavismo-madurismo emprendió desde hace mucho tiempo el proyecto de envilecer a todos los sectores de la sociedad venezolana. Las encuestadoras y sus dueños no podían escapar de esta pretensión, ligeramente una que otra conserva visos de credibilidad, siendo la generalidad responder a los intereses de quien las contrata. Las encuestas en Venezuela no son un instrumento confiable, están altamente contaminadas.

El cabrestero de este método para intentar confundir, engañar y manipular a los electores es Oscar Schemel y su empresa Hinterlaces, quien sin rubor alguno ha intentado incesantemente de plantear supuestos liderazgos de Nicolás Maduro y las fortalezas de la mal llamada revolución socialista, ahora seguido por otros que establecen que el candidato ideal de la oposición es el que tenga la aprobación de Nicolás Maduro, en el mismo curso donde lapidan a todo el liderazgo de oposición, brindándole al régimen una bocanada de oxígeno en sus momentos más angustiantes.

Una nueva variable surge en la guerra de encuestas ante las primarias, la necesidad de imponer un outsider encabezándolas, como una demostración de rechazo a quienes verdaderamente poseen opciones consolidadas en la población, tal acción solo ha elevado el nivel de desprestigio de estos instrumentos, y por supuesto de los “connotados” expertos y analistas electorales. Las encuestas mostradas en su mayoría distorsionan la realidad, usan y abusan de ellas, incluso para soslayar candidatos, como ha sido el caso de Juan Guaidó, que se han atrevido a no cuantificarlo siquiera. Estos sondeos manipulados desembocan en el océano de las mentiras, teniendo un rechazo importante de todos los sectores de la vida nacional.

La insistencia en la manipulación de datos lleva intrínseca la necesidad de modelar las conductas sociales y la opinión pública respecto a determinados candidatos, sin dejar de considerar la imperiosa necesidad del madurismo de boicotear las elecciones primarias, porque de ellas se desprende la cohesión de la fuerza social opositora en su contra, cayendo en consecuencia en el desespero de recurrir a encuestas tramposas e impresentables. Anteriormente cuidaban las formas de hacerlo, ahora no reparan en su uso vulgar y desmedido.

La manipulación de encuestas está ligada estrechamente al régimen de Maduro y a sus conveniencias dentro del sector opositor.

La encuesta como herramienta ética y científica

Las encuestas nos permiten obtener mediciones y aproximaciones a través de estudios de opinión pública, son un instrumento de gran ayuda para la comprensión de la realidad política, económica, social y electoral. Depende el campo al que sea aplicado en determinado momento, sin lugar a dudas son una herramienta científica para evaluar las tendencias en algunos temas que se colocan de relieve en el interés de la población, pero de ninguna forma podrán rebasar la realidad.

Un estudio de opinión, a su vez, supone una investigación que puede ser utilizado como un instrumento ventajoso y necesario para aterrizar en las proyecciones reales de los liderazgos políticos en un país altamente convulsionado como lo es Venezuela. Lastimosamente la práctica actual solo hunde al país y a la población en más oscurantismos a la hora de evaluar las encuestas. Todas las semanas es sometida la población a encuestas ficticias, manipuladas o forjadas, con el ánimo de crear ambientes para favorecer a uno u otro candidato.

Las primarias de la oposición son acechadas por el régimen venezolano, una imperiosa carga de descrédito sobre los candidatos y un andamiaje importante de encuestas se posicionan semana a semana a los fines muchas veces de favorecer al más conveniente, o simplemente de generar una política de conflictos entre los diversos dirigentes opositores a la tiranía.

La realidad que se expresa en Venezuela sobre la honda crisis política no podrá ser soslayada a través de instrumentos manipulados. La fuerza arrolladora de la población se organiza para definir y cohesionar el liderazgo opositor a través de las primarias, y una vez consolidado ese proceso, el significado será tal que se tendrá a la población movilizada para derrotar en el campo electoral al madurismo que ha causado daños irreversibles dentro de la política del país.

Encuestas chimbas no cambiarán los resultados de las primarias, la realidad del agotamiento de las estructuras del régimen son gigantes e inocultables, y así lo demostrará la población en cuanto tenga la oportunidad.

@jufraga12

 

 


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