María Corina Machado es un tsunami de sentimientos que se multiplican en la mazorca bendita de un pueblo que germina en los surcos de la conquista por la libertad. Su liderazgo es tan impresionante que ha terminado por romper todos los cerrojos de la dictadura. Sus asquerosas maniobras solo indican el desespero presidencial, que sabe que en unas elecciones libres su proyecto político quedaría vuelto añicos. Por ello apelan a las argucias gansteriles propias de quienes son hijos de la trampa. Jamás podrán actuar de manera decente quienes nacieron de la mentira.

Desde los aires prístinos de nuestro hermoso Oriente se yergue majestuosa la esperanza de cambio. Igual ocurre en la magia andina que camina en arreboles para descender hasta el cálido panorama  del llano venezolano. Como en un lazo entreverado de emociones, acontece lo mismo desde Guayana hasta el Zulia, sin dejar de señalar que la encantadora tierra falconiana la lleva en sus vertientes de sierra y costa. Entre cujíes y tamunangue, ella es la música del cambio que anhelamos, como los festivos colores de nuestra Duaca, como la perla inmortal de los larenses. Yaracuy cree en ella, con la dulzura de los corazones generosos de esta entidad llena de sortilegio. Carabobo la asume como parte de su eterna herencia histórica. Con Aragua y Miranda, unidos entre cantos danzantes de una larga travesía, prosigue su marcha entre vítores de cambio. En la señorial Caracas ella goza de las mayorías. Igual sucede en el estado que siempre debió llevar el nombre inmortal del doctor José María Vargas. El delta milagroso es la abundancia de aguas benditas del Dios eterno. Las pinceladas de nuestro Amazonas están llenas de adhesiones para con la guerrera de corazón noble y coraje irrompible. En definitiva: toda Venezuela, en su abigarrada geografía, acompaña su titánica gestión en favor de la emancipación.

Sus giras son la expresión maravillosa de una mayoría que desborda cada escenario. La gente le pasa por encima de las dificultades que coloca un gobierno absolutamente desesperado. Cada obstáculo lo viene quebrando con la compañía fiel de millones de venezolanos ansiosos de cambio. Frente a esa mayoría entusiasta y proactiva, tenemos a una tiranía herida. Su carácter taimado se inspira en las marramuncias. Actúan bajo los efectos del clásico hampón que tiene a la trasgresión en sus genes diabólicos. Son extremadamente corrompidos y falsarios. Tienen el récord de haberse robado los dineros del país hasta convertirlo en una verdadera desgracia en donde las penurias son escalofriantes. Toda una experiencia nefasta para la vida de los venezolanos. Una revolución putrefacta en su alma pervertida. Con las venas congestionadas de tanta maldad.

María Corina Machado llegará hasta el final. Su patriótica gesta heroica terminará por vencer. El modelo totalitario llegará a su fin. Y con ella obtendremos la prosperidad y el cambio necesario. Acá nadie se rinde. Llegó la hora de poder cambiarlo todo. Ella requiere que no la dejemos sola. Acompañemos desde adentro y desde afuera a fortalecer esta esperanza de resurrección nacional.

@alecambero

alexandercambero@hotmail. Com

 


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