Estos días han sido de arrebato político, el TSJ -ilegítimo- anuncia el nombramiento de los nuevos rectores del CNE y actúa sin piedad en conformar la oposición ideal, a su medida, que parezca opuesta, obedezca sumisa y acate órdenes del régimen. Es mucho lo que se ha dicho, especulaciones van y vienen, no toda la verdad ha emergido. Entre cielo y tierra no hay nada oculto.
¡ADelante a luchar miliciano!, exclamación del partido fundado por Rómulo Betancourt, que luchó y se formó en la clandestinidad contra la dictadura de Pérez Jiménez. ¿Por qué robárselo? ¿Desvirtuó o extravió de su camino originario?
La otra historia. Confesaba un amigo sorprendido, contrito y desconcertado, de esos que reconoce atormentado haber sido de los del “no, vale, yo no creo”; que batalló para derrotar a los adecos, pero nunca imaginó que se hundirían pendejamente ellos mismos. “Combatí a Rómulo; me burlé y ridiculicé a Gonzalo Barrios; critiqué sin clemencia a Carlos Andrés, tan resuelto y decidido que venció a los comunistas y luego fue derrotado por Escovar Salom; respaldé al compañero Claudio, ¡todo eso y tres divisiones aguantaron tenaces los adecos, ¡y ahora…!
Fue la decisión del gobierno estadounidense al sancionar los integrantes de la junta directiva tramposa de la Asamblea Nacional, ésa de los alacranes -como se les conoce- eliminándoles visas, congelándoles cuentas y bienes, lo que determinó la suerte que hoy corren los partidos políticos. Todo un collage que contiene acciones, reacciones, lealtades, traiciones, grandes y pequeñas intrigas, verdades e hipocresías; en fin, un cuadro perfecto y complejo que contiene las firmas canallescas de quienes lo pintaron.
Tal vez lo más emblemático de este lienzo infame sea lo sucedido en AD, que había olvidado escisiones serias -en tiempos electorales- desde que Luis Beltrán Prieto Figueroa -el orejón- y Jesús Ángel Paz Galarraga montaron tienda aparte -MEP- para terminar, siendo una de las piltrafas del castro-chavismo.
Hoy, la mermada maquinaria adeca sufre uno de sus peores momentos, cuando tienen que contarse los parlamentarios en Venezuela. Unas elecciones en las que ya estaba dispuesta la empequeñecida pero siempre popular AD a participar con el beneplácito de sectores del llamado G4 desde enero, cuando públicamente sin rubor ni pudor, formalizaron la decisión con toda la dirigencia.
En el aparato electoral de Juan Bimba, crecieron las expectativas del G4, dependiendo de su maquinaria para obtener mejores resultados. El pacto con el régimen parecía forjado, definitivo. Bendecido por el anciano retador que llevaba casi 20 años ejerciendo de dueño. Hablan lenguas viperinas de una reunión a principios de año en la casa de un empresario, comprometiéndose a participar en la futura envenenada fiesta legislativa. Algunos comentaristas mal intencionados, indican que, por su senilidad no midió consecuencias. Eso luce a embuste improbable y muy riesgoso creerlo.
Sin embargo, la decisión y sus secuelas no se hicieron esperar, conllevaría a la paralización de la actual entrega de dólares provenientes del circuito Estados Unidos-Madrid-Caracas, que se reciben para gastos y manutención de cercanos colaboradores. Y, además, cuentan intrigantes, se sumó el riesgo a perder las prebendas que se reciben del gobierno interino.
Sin embargo, surgió una mayor presión, la pesadilla de la que todos quieren despertar, la llamada tecnológica de los americanos que muy pocos quieren atender, alertándolo sobre la inestabilidad y fragilidad negociadora del entorno familiar. Para remate, apareció el inmenso culillo de los amigos crematísticos, que no quieren ser afectados por las sanciones, como ya ha sucedido con otros diputados.
Ante la calamidad, de orden personal, y sin alternativa, no quedó más remedio; activó el incumplimiento de participar en las elecciones convenidas, y los chavistas, que no perdonan, en ese trance de indignación reciben una llamada de la rectora jubilada con honores castristas, desvergüenza pública y soledad de sus empleados, en la que informa quien por años fue su cómplice está dispuesto a honrar la palabra empeñada.
Lo demás es la misma historia, el G2 dirigiendo, caribiando y abandonando a sus socios del G4. Sin héroes, pero con muchos villanos. Lo de Primero Justicia se comprende, por más que juren, no cumplen lo prometido, y aquel cretino, ordinario, chapucero bufón, declarante sobre que el TSJ era un burdel, es hoy ilustre accesorio del prostíbulo; es la peor ad/copei, pivote del interinazgo, “sólido”, “confiable” y menos terrorista -según el castro madurismo- que el del descendiente de Simón Bolívar e ingeniero de La Guaira, había que reventarlo y en eso están, vienen otros.
El bandidaje antagonista al descubierto tiene un denominador común: defienden la comodidad interesada, estulta de los espacios y elecciones a toda costa; hoy, continúan haciéndolo.
La dictadura es perecedera, la libertad y democracia eternas.
@ArmandoMartini