En el artículo del blog economiadeescala.com ”la nueva economía y sus reglas”, describo cuál ha sido la posible influencia de la economía en torno a Internet en la política monetaria.

Principalmente se hace referencia a la baja inflación que producen las empresas de Internet, debido a la sustitución de servicios no digitales por otros que sí lo son y son más eficientes. Esto a su vez hace que, ante la posibilidad de que haya deflación, los bancos centrales bajen los tipos de interés para acelerar el crecimiento y suba la inflación.

La situación monetaria en Venezuela es actualmente diferente a la de la mayoría de los países de su entorno y de los países desarrollados, con unas cifras de inflación desorbitadas.

El objetivo de la política monetaria de un país es mantener el entorno macroeconómico estable para que la actividad económica se pueda desarrollar con normalidad. La política monetaria en Venezuela, obviamente, ha fracasado, y esta es, posiblemente, la principal causa del desastre económico de este país.

En 2015, el economista César Villalona, favorable al régimen de Maduro, argumentaba en el artículo “Sobre la situación monetaria de Venezuela”, en el portal Alba, que la economía venezolana estaba muy monetizada, y que mientras se mantuviera esa situación sería imposible estabilizar los precios.

Se producía una espiral de mayor inflación, más circulante, devaluación, mayor inflación, más circulante, devaluación Él mismo reconocía que una solución era contraer la demanda interna mediante el recorte del presupuesto nacional y la reducción del crédito. Pero tildaba esta solución como de derecha, y que, siendo correcta en la lógica capitalista, la revolución venezolana no la transitaría.

Señalaba como la economía venezolana aún no tenía una economía comunista, que estaba aún en ciernes, ya que aún se regía por las leyes del mercado capitalista.

Se puede observar el error de no aplicar políticas, no por su competencia o buen hacer, sino por su consideración ideológica. La política monetaria es, en cierto modo, una ciencia que tiene efectos predecibles, y no se deben hacer experimentos con la misma.

En el año 2015 se debió aplicar una política monetaria favorable a reducir la inflación como la descrita, aunque esto hubiera significado un sacrificio para el pueblo venezolano, para evitar lo que ocurriría después.

En vez de eso, se argumentaba que había que profundizar el proceso revolucionario, no solo con medidas a largo plazo como el desarrollo de comunas o los esfuerzos para aumentar la producción nacional, sino también proponiendo medidas como centralizar todas las divisas en el Banco Central o pasar al control del Estado la mayor parte del comercio importador.

Como se indica anteriormente, la primera regla de la economía debe ser la eficacia. A cualquier persona lo que le importa es poder comer, vestirse, tener una vivienda, etc. independientemente del sistema económico que se lo procure.

Es defendible, sin embargo, que alguien esté a favor de un tipo de medidas frente a otras por razones ideológicas, pero solo ante la igualdad demostrada o supuesta de eficiencia.

En Venezuela, en los últimos años, se puso por delante la ideología a la eficiencia, llevando al gobierno a tomar medidas económicas, que se pueden tildar en ciertos casos hasta de “experimentales”, y que han llevado al país a una situación caótica.

Así, Venezuela cerró 2019 con una inflación de 9.585,5%, la inflación de 2018 cerró en 130.060%, lo que nos da una medida del fracaso ideológico de la política monetaria del régimen de Maduro.

 


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