¿Puede haber algún tonto útil del comunismo que se niegue a ver una acción concertada del comunismo en las acciones desestabilizadoras de las democracias continentales?  No creo que exista todavía algún” perfecto idiota iberoamericano” que no vea el impulso del narcoterrorismo en estas acciones subversivas expandidas por todo el continente. Se necesita, definitivamente, una acción continental concertada contra el narcoterrorismo comunista continental.

Qué duda cabe de que esa reunión en Caracas del cartel narcoterrorista comunista denominado Foro de Sao Paulo, a la que la prostituta Corte de las FARC llamada JEP dio permiso de viajar a dos de los capos principales y jefes de ella para ir a concertar la más reciente ofensiva antidemocrática a nivel continental, fue el detonante de una nueva versión de la estrategia de promoción del narcoterrorismo comunista en el continente.

La grave crisis del chavismo, que tiene al Estado fallido venezolano en mengua, que no se cae porque la indolencia continental no es capaz de afrontar a los entes que sostienen a esa entelequia comunista, dirigida por Cuba. El régimen narcoterrorista es un Estado fallido, Maduro tiene un poder nominal, pero en realidad Venezuela es una confederación de territorios narcoterroristas; Margarita y Sucre en manos del Hezbolá;  Bolívar, Amazonas y Apure en manos del ELN; Zulia, Táchira y Barinas de las FARC, la zona central de los “colectivos” y la FAES, etcétera, todo bajo el mando de la inteligencia cubana. Igual sucede en Colombia: la frontera con Venezuela en manos del ELN; Guaviare, Caquetá y Putumayo en manos de las FARC y el pacífico en una guerra entre el bloque FARC-ELN y los grupos narcoterroristas, mientras que las grandes ciudades están en manos de los carteles del microtráfico dominados por los carteles arriba mencionados,todo igualmente concertado desde La Habana.

Los países que luchan denodadamente por resistir contra los carteles del narcoterrorismo son brutalmente asediados por las bandas narcoterroristas comunistas, como está pasando actualmente en Ecuador, Guatemala y Honduras. El asedio a la democracia es brutal, despiadado y cínicamente reconocido, como lo demuestran la entrevista a Correa en un diario español y el más reciente video del vulgar programa semanal de Diosdado. Si se quiere una prueba fáctica de que las protestas recientes en Colombia y Ecuador tienen como objetivo la defensa del narcoterrorismo comunista, está que los supuestos indígenas de Ecuador no tuvieron otra iniciativa que, copiando a los capos de los años ochenta colombianos, Pablo Escobar y el M-19, intentar quemar la Contraloría, donde reposan los expedientes de corrupción de Correa, y en Bogotá la policía dice tener identificados los cabecillas del J-M19, resurgimiento terrorista de ese narcoterrorismo comunista. Por cierto, ya van varias semanas de esos atentados terroristas de narcocomunistas disfrazados de estudiantes, y no hay ni un solo detenido; hay muchas fallas en la inteligencia de las Fuerzas Militares colombianas, ¿simple incapacidad o boicoteo interno del farcsantismo? Ambas posibilidades muy graves.

Ante esa arremetida terrorista del narcocomunismo, ¿qué hacen los gobiernos del continente? Lamentablemente nada. Venezuela cada día se convierte en una segunda Cuba, pareciera haber una cohabitación entre la tiranía comunista y la oposición democrática. En Colombia, los líderes democráticos Duque y Uribe simplemente se conforman con acatar los avasallantes y vulgares ataques que los carteles narcoterroristas disfrazados de Cortes, pero dominados por el farcsantismo, arremeten contra la democracia. Tiene razón el jurista y estadista Fernando Londoño en su enjundioso editorial radial del 10 de octubre, en el que difiere de la opinión del presidente Uribe en contentarse con la cortesía de la Sala de Instrucción de la CSJ, esa misma que dejó volarse al capo Santrich y que ha perseguido infamemente a preclaros líderes uribistas, y que por órdenes de las FARC y del abominable Juan Manuel Santos, ahora tendrán al más grande estadista colombiano del último siglo sub judice, ¡por Dios, los están matando y agradecen a los asesinos que lo hagan! Igualmente, tiene mucha razón el geoestratega Omar Bula al señalar: “Estoy seguro de que el ‘acuerdo de paz’ que implementa Iván Duque le concede a la mafia toda la latitud que esta requiere para atacarlo (a Uribe), desde jueces hasta parlamentarios y medios de comunicación.. harakiri”

Trump se contenta con tweets y medidas económicas sin ningún impacto real, mientras le sirva Venezuela para su campaña electoral, después abandonará a este país, como lo está haciendo con los kurdos. El Grupo de Lima, la OEA y demás congéneres seguirán diciendo babosadas. Bolsonaro ya dio la espalda y lo peor, Duque seguirá atado a la dictadura del farcsantismo que impone el dominio del narcoterrorismo comunista, incluso cogobernando.

Ya basta, o las democracias se ponen los pantalones y se enfrentan a esta arremetida del Foro de Sao Paulo, o se dejarán sucumbir y entregarán el continente al comunismo. Ya basta de Chamberlains, en diálogos con los Hitleres comunistas del continente. Se necesita un Churchill, y por lo visto no lo serán ni Duque ni Guaidó.


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