Que recuerde, no existe ninguna otra migración nacional superior a la actual, nunca antes a lo largo y ancho de los doscientos años de la República, salvo la heroica migración a oriente sucedida en julio de 1814, en la cual la población caraqueña resolvió mayoritariamente seguir al Ejército Libertador en su retirada a oriente, en el frustrado intento de salvar lo que quedaba de las Fuerzas Armadas patriotas acosadas por la superioridad material española.

Retirada en la cual se movilizaron millares de ciudadanos, familias completas, temerosas de la barbarie exhibida por los defensores de la corona en su ofensiva de reconquista de la dominación colonial, pereciendo la mayoría de los caraqueños producto de las enfermedades, la inclemencia del medio, el hambre y del asalto  militar del enemigo español, dedicados a masacrar y aterrorizar a la población venezolana soporte del esfuerzo de guerra.

En esta ocasión los muertos son pocos, pero los costos y las pérdidas al igual que 200 años atrás son muy elevados, basta apreciar la cifra, más de cuatro millones y medio de personas han abandonado nuestro territorio, creándose una inmensa desinversión económica, millares de obreros, profesionales y técnicos han dejado sus funciones, han cesado sus aportes a la producción de bienes y servicios para nuestra comunidad.

Nuestro Estado y muy particularmente nuestros gobernantes actuales (PSUV), han desarrollado una poltica de Estado proclive a la expulsión del patrimonio humano venezolano, contribuyendo de esta forma a un “inexplicable” proceso de exportación gratuita del capital social que nuestra sociedad construyo durante el siglo XX y parte del XXI, destinado a otras naciones ahora.

¿A cambio de qué?, ¿dónde están las conveniencias para la nación de semejante política?, ¿es acaso el general Vladimir Padrino una poltica de Estado patriótica y dedicada al desarrollo nacional? , ¿ese programa de agotamiento de nuestros recursos humanos lo aprendieron dónde?, ¿es acaso parte de las enseñanzas del fascismo internacional para construir la hegemonía de un proyecto de poder caracterizado por la ignorancia y la corrupción?

Estupidez del equipo gobernante actual, que remata la liquidación de los servicios sociales nacionales, como lo son la salud y la educación, sustentos del crecimiento y del progreso saludable de la sociedad desde hace un siglo, cuando una buena parte de las ganancias aportadas por la explotación petrolera se destinaron a crecer a marchas forzadas en los sectores  mencionados, pilares del desarrollo social y cultural de un país.

Nicolás, ayer  escuchando una vez más tus “educativas y ventajistas arengas” dedicadas a quienes no están en capacidad de responderte, debido a la absoluta carencia de mecanismos de comunicación que lo permitan, una vez más le reclamabas a los compatriotas migrantes su desapego con el país, escondiendo  que el principal responsable de que esa situación suceda eres tú y tu equipo de gobierno, absolutos responsables de la catástrofe económica en la cual aún nos encontramos.

Catástrofe originada por el desarrollo de una política de estatismo capitalista salvaje y corrupto, copiada al carbón del trágico ejemplo estalinista y castrista, cuyos dramáticos resultados de miseria y atraso están a la vista, tanto allá en Cuba como como aquí entre nosotros, efectos profundamente negativos que han dejado  en la calle a millares de obreros, técnicos y profesionales cuyas fuentes de trabajo desaparecieron, como ha sucedido en Monagas, Sucre Bolívar Aragua, Zulia,  Carabobo, Miranda, Mérida y Táchira.

Es explicable que en esa claque de enchufados que pulula en Miraflores, en Fuerte Tiuna, en el TSJ o en la ANC, la comprensión de la pobreza y sus negativas consecuencias no existan, sencillamente viven dolarizados, se encuentran consumiendo lo que aún queda de reservas económicas del país, para ellos y para el presidente y su entorno la migración no ha sido otra cosa que una válvula de escape a la ebullición de la olla social que han construido en Venezuela.


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