Venezuela ha sido tomada por una estructura criminal compleja en todos los sentidos, siendo una de sus ramas más efectivas y discretas la industria cibernética al servicio del régimen de Maduro. Cantv, la empresa del Estado, que es la principal operadora de telefonía en Venezuela, ha logrado sembrar de dispositivos a más de 83% del mercado de servicios de Internet en Venezuela, nos estamos refiriéndonos a los conocidos modem ABA, estos routers de procedencia China están confeccionados para usarlos en las plataformas del Estado venezolano bajo estrictos parámetros de diseño y funcionalidad.

Reconocidas marcas chinas están detrás del hardware y de la fibra óptica que intercomunica a los venezolanos, todo está calculado para lograr el mayor alcance posible del espionaje social, de eso se trata el trabajo de esos miles de funcionarios públicos que despachan desde el Ministerio de Comunicación, Ministerio de Ciencia y Tecnología, Ministerio de Defensa y Ministerio de Interior y Justicia y sus organismos dependientes.

Así que en Venezuela nada es casualidad, si por alguna razón somos citados por un órgano de justicia del régimen, léase Fiscalía, o tribunales civiles y militares es muy posible que sea por una conversación grabada, suponemos que los sistemas de intercepción de llamadas del régimen pueden estar en cualquiera de las oficinas de atención al cliente de Cantv, Movilnet o en unidades especiales de las alcaldías y gobernaciones especialmente en sus direcciones de tecnología, entiendo incluso que los software empleados pueden detectar juegos de palabras claves e identificar sospechosos en cuestión de segundos.

Tengo una teoría sobre esto, puedo suponer que estos sistemas de espionajes empleados por el régimen de Maduro tienen un grupo primario de personas pinchadas y hackeadas, como todo organismo, empieza a crecer en números de pinchados en forma de árbol agregando usuarios que son heredados de conversaciones primarias, mensajes de textos y otras formas de acceso a las mensajerías instantáneas, que en el caso de WhatsApp sabemos que los funcionarios del régimen se hacen miembros de los grupos como infiltrados para espiarlos y luego determinar a quienes pueden incorporar en este sistema de vigilancia.

material estratégico, El Nacional

Sobre la base de esta teoría, podemos imaginar la forma como se heredan estos usuarios, sería algo así como que un usuario limpio de seguimiento electrónico, que es contactado por algún líder político pinchado de la oposición, y suponemos que esta acción genera una alerta en el sistema de espionaje, que agrega este usuario en una lista, en la base de datos, creándole un trackeo dentro de un funnel de seguimiento, y entonces esas conversaciones entre sujetos pinchados, que son monitoreadas por estos sistemas automatizados, darán resultados o generan reportes con variables tales como los tiempos empleados entre los contactos, el número de veces que se cruza las conversaciones, las rutinas, y los juegos de palabras claves, en fin todo lo que se considere útil, para luego segmentarlos y obtener analíticas de seguimiento, así que esos reportes generan niveles de alerta, y yo sospecho que esas escuchas que en principio están en modo automatizado, luego pueden pasar a un monitoreo personalizado por funcionarios del régimen que operan desde alguna estación de trabajo u oficina, incluso en CDI y consejos comunales. Aclaro que es una especulación personal, sin embargo créame que puedo estar bastante cerca de la realidad, dada cuenta, con la tecnología que tenemos, en ninguna parte del mundo hay privacidad, la diferencia es que en los países democráticos existen leyes que protegen a los ciudadanos contra el uso indebido de datos e información privada, pero en Venezuela sucede lo contrario.

El régimen de Maduro ha implementado una serie de mecanismos legales para proteger a sus funcionarios y completar su implementación de estado de sociedad bajo vigilancia electrónica, una versión moderna del clásico estado policía, en este sentido Maduro cuenta con leyes y algunos decretos leyes, la primera avanzada en el control cibernético de Venezuela fue la Ley de Infogobierno, promulgada por Chávez en 2004, inmediatamente fue activado este mecanismo legal, entraron en las oficinas y despachos de tecnologías asesores cubanos a nivel de gerencia, recuerdo que ellos fueron los que instalaron los software en las notarías y registros, consecuentemente lo que era obvio, empezaron a tener acceso a la información privilegiada y privada de los venezolanos, vinculada con los trámites tales como compras y ventas de inmuebles, autos, herencias, creación de empresas, fundaciones, etc, el régimen pudo centralizar la información de la población, consecuentemente vino después toda esa política de expropiación.

Esta ley daría espacio a introducción de la política de software libre, que no era otra cosa que remover a las empresas y corporaciones privadas para sustituirlos entes públicos que contrataban empresas chavistas y operadores de negocios del gobierno, consecuentemente esto trajo consigo más intervención del estado y discrecionalidad.

La ley de infogobierno fue el pretexto para incorporar e instalar buena parte del software invasivo que hoy espía a los venezolanos, a la final se logró la total implementación del espionaje sobre la sociedad venezolana cuando Chávez nacionalizo Cantv, supuestamente con el pretexto que esta empresa estaba espiando a los venezolanos, lo contrario, una vez en manos de Chávez, entraron los cubanos al servicio de Fidel para implementar todo esta estrategia de intervención discrecional e instalar estos medios de escucha electrónico masivo.

Mucho antes, en 2001 ya Chávez había promulgado la ley contra delitos informáticos con miras a implementarla contra empresas y operadores independientes, fue de ese modo que Chávez pudo tomar a Cantv.

Así que Maduro había heredado este conjunto de leyes de Chávez, pero además él promulgó otras tales como la Ley contra el discurso de odio, en el 2017, con toda una serie de excusas para perseguir y violentar los derechos de opositores y críticos. En este sentido, una investigación de Marysabel Rodríguez, coordinadora del Observatorio de Libertad de Expresión de Espacio Público, “puntualizó que en 2020 se registraron 16 casos de detenciones arbitrarias por la difusión de contenidos de interés público a través de WhatsApp”, y esto fue posible precisamente por el basamento legal de esta ley contra el odio de Maduro.

“Por ejemplo, a través de estados o a través de grupos masivos, consultan información que podría estar vinculada a posibles actos de corrupción o críticas a la gestión pública o críticas al gobierno y que han sido criminalizados o detenidos o judicializados”, explicó la experta.

“La acusación más común fue instigación al odio, delito contemplado en la ley contra el odio por la convivencia pacífica y la tolerancia, rechazada desde su aprobación por ser incompatible con los estándares en materia de libertad de expresión”, apunta el informe.

Con esta ley contra el odio, “el gobierno de Maduro impone condenas de prisión de diez a veinte años para quienes incitan al odio o la violencia a través de cualquier medio electrónico, incluidas las redes sociales. También establece que los intermediarios pueden ser multados si no eliminan los mensajes sujetos a sanciones dentro de las seis horas posteriores a su difusión, con montos que oscilan entre cincuenta mil y cien mil unidades tributarias”.

Otra Ley emitida en igual contexto fue la ley resorte, que incluye una discrecionalidad total de los funcionarios para actuar para cercenar la libertad de expresión en Internet.

Toda esta infraestructura legal otorga al régimen e Maduro un soporte para la total implementación del control social y la aniquilación de las libertades en Venezuela, permite a la administración pública del régimen una total invasión de sus medios y factores sobre toda la sociedad venezolana.

El control de los nodos de Internet por parte del régimen les ha permitido bloquear los principales portales de noticias, entre los que destaca El Nacional, El Pitazo, Armando.Info, Crónica Uno, Runrunes, Efecto Cocuyo y La Patilla.com pero además la Cantv de Maduro ha usado su capacidad de bloqueo para afectar el funcionamiento de redes sociales y plataformas como Twitter, Periscope, Facebook, Instagram y YouTube, este accionar fue patente cuando el presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó intentó reunir apoyo e informar a los venezolanos.

Un reporte del Centro Gumilla informa que “mientras que los ISP privados bloquean por los DNS, la Cantv también aplica filtrado HTTP, HTTPS y SNI, que requieren el uso de redes privadas virtuales (VPN) o servicios de anonimato para ser eludidos. Al mismo tiempo, la Cantv ha bloqueado algunas herramientas para burlar la censura como Tunnel Bear y Windscribe. Algunos comentaristas han vinculado estas tácticas cada vez más sofisticadas con la influencia de China en el país. Un hecho relevante fue el contrato ganado por la compañía china ZTE para implementar la plataforma digital Patria del gobierno”.

La Ley de Reforma Parcial del Código Orgánico Procesal Penal, aprobada por la Asamblea Nacional de Maduro, destaca en su artículo 309 la autorización al Ministerio Público para obtener registros de llamadas de cualquier ciudadano sin necesidad de una orden judicial previa y obliga a las empresas de telecomunicaciones, bancarias y financieras a «mantener unidades permanentes las 24 horas del día y los 7 días de la semana para procesar y suministrar el registro de ubicación del ciudadano».

De eso se trata el control social electrónico, de usar la inteligencia del gobierno para someter a los ciudadanos. Ahora imaginen que toda esta carga de información que se cruza para hacer seguimiento de los venezolanos, también se utiliza para remover beneficios de ciudadanos, me refiero al cruce de datos puede dar como resultados reportes que afecten a ciudadanos comunes de modo que el régimen de Maduro puede negarles un número indeterminado de derecho tales como medicinas, registros civiles, uso de notarias, acceso a la educación, bloqueo en las becas, negación de cupos de alimentos y bolsas de comida popularmente conocidas como CLAP, a la final el régimen de Maduro tiene su información y la usa a su total conveniencia.

Se da el caso que los venezolanos están obligados a registrarse en el programa patria, que es a la final el otro sistema de ingresos de datos que alimenta al sistema de espionaje del régimen, los miembros del sistema patria reciben el famoso carnet con el chip de seguimiento, y se les escanean sus huellas digitales, toda esta información es incorporada ser usados en otra rama de las ramas de esta estructura cibernética, me refiero al control biométrico, de ese modo toda esta data es permanentemente cruzada entre las bases de datos del régimen, y es de esa forma que el régimen puede conducir sus intervenciones, obteniendo información personal de los usuarios que luego es usada  para forzar voluntades, sin duda que estamos en presencia de toda una arquitectura cibernética criminal empleada contra un pueblo, y todo empezó con la lista Tascón y con su genio detrás, el actual presidente de la Asamblea Nacional, el señor Jorge Rodríguez.

Lo peor no termina, es la información personal de los venezolanos obtenida a través de todo este espectro cibernético, la parte fundamental del insumo con el que opera la policía política de Maduro, de ese modo todo este andamiaje legal que ampara el aparato cibernético del estado, es usado para darles inmunidad a los funcionarios vinculados a los sistemas judiciales venezolanos, y les permite operar con total discrecionalidad para encarcelar gente inocente, detrás esta todo este entramado legal generado por un sistema judicial y una Asamblea Legislativa totalmente leal al régimen de Maduro.

Recientemente la operadora Telefónica denunció en su reporte que el régimen de Maduro le ha obligado a intervenir a más de 1 millón de sus suscriptores desde el 2017 hasta el 2021, se trata de una operadora privada que está obligada a obedecer un conjunto de leyes en Venezuela, y de eso se trata toda esa situación de espionaje.

Imaginen ustedes el tamaño del espionaje e intervención en Venezuela que una operadora privada es obligada e intervenir y compartir con el régimen de Maduro información sobre 1 millón de sus usuarios, entonces nos preguntamos cuantos venezolanos han sido intervenidos desde Cantv que es una operadora del estado bajo control de Maduro.

Un dato de interés sobre la Internet en Venezuela, y es que a muchos les cuesta creer que están pinchados, y hasta hackeado sus sitios web, eso ocurre con muchos portales que funcionan dentro de Venezuela, sucede que aquí en Estados Unidos no podemos ver esos portales debido que las operadoras les bloquean porque les detectaron malware. Sucede que los usuarios que viven dentro de Venezuela no sospechan que sus sitios web tienen este problema, ellos los ven funcionando y navegan entre sus páginas, pero lo cierto es que solo funcionan dentro de la red interna en Venezuela, pero cuando entran en redes externas son automáticamente bloqueados, curiosamente mucho de estos sitios ofrecen información, venden cursos en inglés, venden pasajes turísticos, otros son portales de noticias regionales, sus propietarios probablemente no tienen forma de implementarles un servicio de seguridad en red, así que es posible que no sean un impedimento para que los troyanos del régimen los infecten al punto de convertirlos en esclavos.

Esto es la triste realidad de Venezuela en manos de Maduro, convertida en una gigantesca cárcel cibernética, en unos de mis post les comenté acerca de una experiencia que tuve con una médico cubana. Sucede que la visité en un CDI, luego al llegar a mi casa encendí el computador y sorpresa, tenía un correo electrónico adicional en mi bandeja de correos en mi Gmail que se trajo una clave y cuando le di clic abrió la sesión y quien estaba en la foto del correo era precisamente esta médico cubana, de eso se trata entonces este tema de espionaje electrónico, créelo que es cierto, no se puede negar que a Maduro le ha funcionado y él conoce la vida de mucha gente, en alguna medida esto puede explicar el comportamiento de algunos actores de la oposición, lo cierto es que ellos te escuchan y el mejor consejo que podemos dar es mientras estés en esa cárcel, di lo que quieren escuchar.

Para finalizar quiero evidenciar el alcance del terror cibernético sobre la sociedad venezolana, en principio si partimos de la premisa que toda esta información de nuestros datos personales y operaciones electrónicas están siendo almacenadas en bases de datos, eso incluye las grabaciones de conversaciones y otras capturas de mensajería, que luego son segmentadas y ordenadas en lista específicas, en un contexto legal que permite a los funcionarios de Estado de Maduro actuar discrecional e impune, entonces imaginen usted lo que está sucediendo cuando esas listas empiezan a ser cruzadas para el seguimiento político judicial, el resultado es control social.

Un poco para darle idea del tamaño de la población afectada directamente, en principio están todos los funcionarios del Estado que reciben beneficios o dependen sus ingresos del régimen de Maduro. Se sabe que el aparato estatal tiene un total 5.509.563 trabajadores que integran la administración pública nacional, de los cuales 4.441.258 pertenecen al sector militar, según la Exposición de Motivos de la Ley de Presupuesto Nacional con cifras de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre). Ahora calculen el tamaño promedio familiar de unas 3 personas, esta data inicial puede estar resultando en un número de afectados no menor a 15 millones de venezolanos de forma directa, que formarían parte de lo que denomino el primer segmento de monitoreo base, finalmente hay que agregar que más de 70% de la banca en Venezuela esta nacionalizada, es de este modo que se amplía el alcance del acceso del régimen sobre la información del resto de los venezolanos, toda transacción electrónica es monitoreada directamente por el régimen de Maduro, ahora agregue que el sistema electoral venezolano es electrónico, que es el medio donde a la final se determinan los gobernantes en Venezuela, definitivamente el régimen tiene todas las formas electrónicas que necesita para controlar a la población venezolana, tan sólo consideren ustedes el tamaño de esta gigantesca telaraña cibernética totalmente interconectada, de eso se trata toda esta experiencia de vivir bajo el régimen de Maduro, sin duda quien puede dudar que Venezuela es una cárcel.

Finalmente me despido, deseándoles libertad a nuestra amada Venezuela, nos leemos próximamente en El Nacional.

@estebanoria

 

 


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