El descubrimiento de varios yacimientos petroleros en Guyana, desde 2015,  con unas reservas estimadas en cerca de 11.000 millones de barriles en la cuenca Stabroek, adyacente a las áreas marianas de nuestro país, aún sin delimitar; reservas nada comparables con los 300.878 millones de barriles de Venezuela, según la OPEP, la han empoderado, a pesar de que esos 11.000 millones de barriles la sitúan en el lejano puesto XVII, en cuanto a reservas mundiales, lo cual indica que detrás de ese aparente auge petrolero existen razones políticas del Departamento de Estado, financiadas por las petroleras que operan en la cuenca Stabroek, ExxonMobil, Hess Corporation y CNOOC International.

Las reservas de petróleo de Guyana no van a solucionar una escasez en el mercado de hidrocarburos, pero innegablemente tienen el potencial de transformar la economía del vecino país en la frontera oriental; sin embargo, ante las nuevas perspectivas el gobierno de Georgetown enfrenta graves retos y debilidades asociados al desarrollo integral y de la industria petrolera; principalmente la corrupción, Guyana hasta hace poco era un Estado “cuasi fallido similar a Haití, presentaba la tasa más alta de pobreza, con 40% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza acrecentada por una alta desigualdad social, al controlar un pequeño grupo de origen africano y asiático gran parte de la riqueza, lo cual condujo a una alta tasa de criminalidad y corrupción en todos los niveles del gobierno y la administración pública, al desviar los pocos recursos que disponía para el desarrollo y limitaba la confianza de la población en las instituciones públicas y organismos internacionales de cooperación; sin olvidar la degradación ambiental y el cambio climático. Guyana es vulnerable al cambio climático, con el riesgo de sequías o aumentos del nivel del mar, con las subsecuentes inundaciones debido a que Georgetown se encuentra pocos metros sobre el nivel del mar.

La industria petrolera igualmente tiene que enfrentar debilidades como una infraestructura y un sistema eléctrico deficiente, carreteras en mal estado, que hacen necesario la inyección de cuantiosas inversiones para mejorar la conectividad y la competitividad; así como retos ante la carencia de infraestructura necesaria para almacenar, transportar y procesar grandes cantidades de petróleo; para lo cual se necesitan inversiones significativas en oleoductos, refinerías y terminales de exportación, factores que limitan la capacidad de Guyana para aumentar su producción y exportar petróleo a nuevos mercados.

Para Guyana una de las grandes debilidades es su dependencia del mercado norteamericano, lo cual limita su poder de negociación y la hace vulnerable a las fluctuaciones en los precios del petróleo en Estados Unidos, por lo cual le urge diversificar sus mercados de exportación, una alternativa que por ahora es imposible al estar su producción bajo control de Exxon, aunado con la falta de experiencia y mano de obra calificada necesarias para operar la industria petrolera a gran escala, por lo cual necesita invertir en educación y capacitación para desarrollar la fuerza laboral local y reducir la dependencia de trabajadores extranjeros.

Las anteriores debilidades se encuentran potenciadas, por la corrupción, al existir el riesgo de que los cuantiosos ingresos del petróleo, se desvíen a través de la corrupción. Por ello, es fundamental para el gobierno establecer mecanismos de transparencia y rendición de cuentas para garantizar que los ingresos del petróleo se utilicen de manera responsable y equitativa.

Con una espada de Damocles por llamarla así, si las disputas territoriales con Surinam y Venezuela y la reclamación por el Esequibo se resuelva con una decisión de la CIJ sea a favor de Venezuela, considerando que ni Inglaterra ni Guyana tiene títulos ni una cadena histórica que demuestra sus derechos sobre los 159, 400 Km2 que Venezuela reclama, esta  última, podría afectar las condiciones de las operaciones petroleras en Guyana

En resumen, para cumplirse las expectativas que ha generado el descubrimiento de los yacimientos petroleros es necesario grandes inversiones en infraestructura, educación, capacitación y medidas ambientales para aprovechar al máximo los recursos petroleros. Además de fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y la estabilidad política para crear un entorno favorable para la inversión extranjera y garantizar que los ingresos del petróleo se utilicen en beneficio del pueblo de Guyana; de lo contrario el futuro de Guyana será tan negro como el petróleo que emana de sus yacimientos costa afuera.

Ante estos escenarios, ante el reconocimiento del gobierno al Acuerdo de Ginebra en su comunicado el pasado 17 de los corrientes, al cumplirse el LVIII aniversario de su firma, y las posibilidades de una decisión a favor de Venezuela en sus derechos sobre el Esequibo, recomendaría apartar de las declaraciones en contra de las petroleras y abrir puentes, a fin de asegurar sus operaciones a futuro.


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