Naturalmente, la legítima e histórica reclamación territorial genera una apasionada y sostenida controversia política doméstica, aunque – sintomático– ha mermado en los últimos tiempos. La aldea monotemática, con el privilegio de una o dos materias dominando a la opinión pública,  provoca confusión con el resto de los asuntos considerados secundariamente, por fundamentales que fueren.

El Esequibo es uno de esos asuntos que exigen el concurso responsable de los especialistas para una indispensable, sobria y útil actualización. E, incluso, recordemos, el afán diligente de nuestros insignes historiadores, geógrafos y juristas hizo posible una política de Estado que bien ejemplificó el Acuerdo de Ginebra (1966).

Luego, hay una respetable tradición académica que prosigue Manuel Alberto Donís Ríos al entregarnos un nuevo título: El reclamo Esequibo. Un compromiso nacional vigente ante la historia y la justicia” (UCAB, Caracas, 2021). Ha tenido a bien compilar cuatro textos, incluyendo el suyo, que precisan extraordinariamente el estado de una causa profundamente venezolanista.

Tributando a la exactitud de un tema tan delicado, el tratamiento informativo no le resta la densidad que cultivan los acreditados autores. Claudio Briceño Monzón (“La Guayana Esequiba. Frontera oriental de Venezuela”), José Alberto Olivar (“La estrategia de negocios tras la disputa por el Esequibo”), Pablo Cohén Celis (“El Atlántico venezolano del 2021”) y Donís Ríos (“Una nueva etapa en la Reclamación del Esequibo”) trazan un itinerario del problema que vislumbra otros recorridos pendientes.

Saludamos esta novísima entrega motorizada por un académico de reconocida trayectoria, por siempre insigne, equilibrado y sosegado investigador que ha creado escuela, como el Dr. Donís Ríos. Obviamente, nos convoca el tan injusto desafío planteado por Guyana en la Corte Internacional de Justicia y, por ello, la pertinencia de los textos referidos.

@luisbarraganj


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