Cinco carros estuvieron armados y listos para reventar no solo en la ciudad capital -Quito- sino en el resto del país. He ahí el problema: no solo colombianos integran estas bandas, como lo hicieron en el pasado, sino que actualmente también juegan un papel protagónico. De seis bandas delincuenciales, al menos cuatro tienen miembros de cada país vecino, peruanos y colombianos.

La Roca, en Guayaquil, es conocido como centro de reclusión, adonde van a parar todos los grandes capos del narcotráfico que, en términos generales, pertenecen al Clan de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación los Zetas y sus supérstites Los Choneros y Los Lobos.

Con una propuesta de barcos-prisión, cada uno de ellos con capacidad de 300 a 400 presos, ha sido la recomendación de Daniel Noboa, candidato para la segunda vuelta en Ecuador. Prohibido en las leyes penales de este país, a través de la intervención de su abogada, no se logró tal objetivo.

En Guayaquil, Esmeraldas y Manta, según la DEA, habían hecho un balance que, entre el Cártel de Jalisco y el de Sinaloa, tienen 45.000 muchachos o muchachas. Y esto está ligado a la exportación de cocaína, ya que el Ecuador está en medio de los dos colosos productores de la substancia: Colombia, que va primero y Perú, que va de segundo. Van en un crecimiento del 30% aproximadamente.

De 1.088 en 2019 a 4.761 el año pasado y las autoridades ecuatorianas sostienen que 80% de estas muertes están relacionadas con el narcotráfico. El organismo aseguró que 79% de las 3.568 personas asesinadas en el primer semestre de 2023 no tenían antecedentes penales.

La situación del Ecuador es francamente desalentadora hoy en día. Nunca el Ecuador había vivido un contexto como el que vive actualmente. Manténgase alejado de los edificios gubernamentales; pase lejos de los mismos; permanezca retirado de todos los hoteles de lujo; en fin, insista en no guarecerse en los edificios del gobierno y no solamente allí, sino a lo largo de las edificaciones gubernamentales. Solamente así podrá sobrevivir en el Ecuador.

Así las cosas, en Colombia la violencia política -o narcotraficante- se verá acrecentada por estos días a menos que los fallecidos sean personas puras y castas: ahí está el problema, me dice una de mis fuentes.


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