Seguramente muchos recuerdan las arengas, de un encolerizado López Obrador, en plazas y pueblos de todo el país, en las que despotricaba contra los gobiernos de Calderón y Peña por un supuesto entreguismo a los gobiernos de Estados Unidos.

Es posible que otros recuerden el libro titulado: ¡Oye Trump!, en el que AMLO exigía respeto a los migrantes y prometía que, en su presidencia, no permitiría que los trataran como parias de una colonia.

Y sin duda que está en la memoria de muchos la promesa de un incipiente presidente López Obrador que alardeaba de que en su gobierno los migrantes del sur del continente serían bienvenidos a México, acompañados en su paso rumbo al sueño americano y hasta les prometió que aquí tendrían empleo.

Al final de cuentas todo resultó palabrería; montaje engañabobos que terminó en una vergonzosa sumisión de López Obrador ante Donald Trump.

El bravucón de barrio terminó “con la cola entre las patas”; convertido en uno de los mayores lacayos de Trump, el expresidente de Estados Unidos que presume y pregona la forma en que “dobló” al “corderito” en que se convirtió López Obrador.

Pero si había duda del penoso día en que López Obrador “se dobló” frente a Trump, apareció en las librerías del país vecino del norte el más reciente libro de Jared Kushner, yerno de Trump y, en su momento, principal asesor del expresidente norteamericano

En el libro Jared revela pasajes vergonzosos de la forma en que AMLO se alinea a los deseos de Trump.

Relata, por ejemplo, que en un encuentro con el canciller Marcelo Ebrard le expuso el plan de Trump en el gobierno de López Obrador: “Nuestra relación va a ser muy simple. Pongan atención en estos datos (el numero de cruces ilegales en la frontera de México y Estados Unidos; si suben, vamos a tener problemas. Si bajan, tendrán un increíble socio aquí, que les ayudará con cualquier prioridad que tengan)”.

Jared dice que AMLO accedió al pacto, luego de que él mismo le advirtió de los peligros de enfrentarse al presidente norteamericano en una cena el 19 de marzo de 2019, cuando le dijo que Trump “podría tomar represalias”.

Y así termina la cita: “El truco funcionó, le dije (a Trump): el canciller me mostró sus cartas, México se doblará”.

Y, en efecto, López Obrador se dobló y ordenó un muro de 25.000 elementos militares para impedir el flujo de migrantes a Estados Unidos…

¿Y dónde quedó el arrogante, el pendenciero y bravucón López Obrador? Sí, quedó convertido en el hazmerreír del mundo.

Pero hay más, apenas ayer, el Consejo Editorial de The Washington Post, publicó un editorial en el que aplaude la fortaleza del presidente Joe Biden frente a los dislates del presidente mexicano.

Aquí un fragmento del editorial: “La política energética del presidente López Obrador (AMLO) no le da a Estados Unidos más remedio que retroceder ante las presiones por un mayor control sobre los mercados energéticos, hasta el punto de violar los términos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá”.

Luego, The Washington Post le recomienda al presidente López Obrador lo siguiente: “Estados Unidos y México tienen muchos problemas con los cuales lidiar, como la pandemia, la inflación y el flujo constante de migrantes; sin embargo, sería mejor para ambos países si pudieran abordar estos temas en un ambiente de calma y cooperación mutua, sin irritaciones gratuitas a esta vital relación bilateral”.

Y dice que “la irritación” de AMLO continuará en todo su gobierno y que se trata de la gestión “de un populista peculiar cuya visión del mundo se centra en restaurar lo que malinterpreta como la gloria perdida de la industria petrolera nacionalizada de México”.

Luego advierte: “La posible violación de los términos del T-MEC podrían hacer que el gobierno de Joe Biden no tenga más remedio que retroceder, lo cual es especialmente inútil y lamentable dado que las principales víctimas de las políticas del gobierno mexicano probablemente sean los consumidores y las empresas mexicanas, que tendrán que pagar más por la energía”.

Y al final el influyente diario norteamericano censura a López Obrador por su burla a la amenaza de los socios comerciales de acudir a los paneles de controversias del T-MEC.

Así lo dice: “Esto fue especialmente inapropiado y siniestro, en el contexto de otros estallidos recientes en los que el presidente mexicano ha calificado a los críticos nacionales de ‘traidores”.

¿Y cuál fue la respuesta del presidente mexicano a uno más de sus ridículos frente al mundo?

Que López Obrador envió ayer mismo una carta a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, donde le advierte que defenderá su estrategia energética y que siempre buscará una buena vecindad, pero sin faltar a la soberanía de los países. Le pide a Biden que México no sea tratado como colonia.

Así lo expuso desde su “mañanera”.

“Ahora que hay esta diferencia, por la interpretación sobre nuestra soberanía energética, hoy le estoy enviando una carta al presidente Biden sobre este tema, de manera muy respetuosa. Primero, quiero que le llegue la carta al presidente y tenemos que cuidar que sea buena la relación, pero que no nos traten o no dejemos que nos traten como colonia, porque México es un país independiente, libre y soberano”, sostuvo.

En pocas palabras, que de nueva cuenta veremos al presidente mexicano convertido en lacayo de los gobiernos de Estados Unidos.

Sí, frente al gobierno de Biden, López Obrador es todo aquello que cuestionó por décadas en la plaza pública; un lacayo del imperio del norte.

Al tiempo.

Artículo publicado en La Silla Rota


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