Es una realidad que el brote de coronavirus (Covid-19) se sigue expandiendo mundialmente sin que nada lo detenga, contaminando directamente a personas, pero afectando sensiblemente áreas de negocios asociados al transporte.

Y es en las líneas aéreas donde se han sentido los primeros devastadores impactos: la demanda de pasajes aéreos ha ido disminuyendo de manera veloz, tanto regional como internacionalmente.

La gente empieza a cancelar vuelos de placer y de negocios, no solo por el miedo a contraer el virus, sino por las condiciones restringidas de conexiones, así como las férreas medidas sanitarias impuestas para la entrada o movilización en algunos países.

Dada esta situación la mayoría de las líneas aéreas están viendo reducir drásticamente sus ingresos, no siendo suficientes para cubrir los altos costos fijos necesarios asociados para mantener una línea aérea operativa.

Para contrarrestar el impacto de estas reducciones y proteger los negocios, muchas aerolíneas están reduciendo la frecuencia de vuelos y eliminando rutas, apelando a las administraciones de aeropuertos para diferir o reducir los pagos de derechos asociados de servicios, aterrizajes y pernocta, así como a sus empresas asociadas de soporte y manejo en tierra, como remolques y catering, tratando de diferir o fraccionar los pagos pendientes.

Otras compañías han decidido recortar la nómina o han planteado una reducción voluntaria de los salarios de hasta 50%, con una disminución de hasta 15 días de trabajo por mes en algunos sectores.

Entre las líneas aéreas que no han podido soportar esta disminución de ingresos y han suspendido toda operación este año se encuentran las siguientes:

  • Flybe: aerolínea británica

Una aerolínea de bajo costo cuyas oficinas están en Exeter, Inglaterra. Después de 40 años de operación, transportaba 8 millones de pasajeros al año entre 56 aeropuertos en el Reino Unido y Europa, con más de 210 rutas en 15 países. Sus 2 centros eran los aeropuertos de Birmingham y Manchester, pero también tenía una serie de códigos compartidos que permitían conexiones a vuelos de larga distancia desde aeropuertos como Londres Heathrow, París, Dublín y Ámsterdam.

  • AtlasGlobal: aerolínea turca

Otras compañías que están procediendo a cancelaciones, reducciones y ajustes importantes, pero se mantienen todavía en operación:

Desde América y Europa

  • Delta: reduce vuelos a Japón y Corea del Sur, y desde el 11 de marzo suspende todo vuelo de Atlanta a Roma, Italia, inicialmente hasta el 30 de abril.
  • American Airlines: suspende todos los vuelos a China continental, incluido Hong Kong, así como a Seúl en Corea del Sur, desde Los Ángeles y Fort Worth. Igualmente cancela todos los vuelos a Roma y Milán. Retrasa la reanudación estacional de vuelos a Barcelona  desde Charlotte y a Venecia desde Chicago hasta principios de junio.
  • Ryanair y British Airways: han cancelado todos los vuelos a Italia desde que el gobierno de este país instauró el bloqueo para controlar la mortal epidemia de coronavirus.
  • Easyjets y Air France: están cancelando todos los vuelos a Italia que estaban pautados entre el 14 de marzo y el 3 de abril. No obstante, mantienen un solo vuelo diario hasta esa fecha para que los turistas puedan salir de ese país.

En Asia y Medio Oriente

  • Malindo Airways: del grupo Lion en Malasia. Procedieron a una reducción de 50% del monto de los sueldos.
  • Singapore Airlines: la alta gerencia está dando el ejemplo al aceptar una reducción de sus salarios.
  • Emirates: está dando permisos de vacaciones a los empleados proporcionalmente a las reducciones de las compras de pasajes.
  • Qatar Airways: reducción de personal y finalización de contratos, de manera aleatoria.
  • Hong Kong Airlines: suspendió todo el servicio de comidas en sus vuelos y despidió a 170 de sus empleados, mayormente tripulantes de cabina.
  • Grupo Lufthansa: asocia a la línea aérea alemana con otras de Suiza, Bélgica y Austria. Procedieron a la paralización de 50% de su flota, dejando en tierra 150 de sus aeronaves.
  • Igualmente, es un muy mal momento para la recuperación de la empresa Boeing y la entrega de los 400 aviones MAX 737, almacenados en los distintos patios y aeropuertos de la fábrica en Renton.

¡Pero no todos están sufriendo!

En las últimas dos semanas, operadores de alquiler de jets privados, al menos en Estados Unidos y operando bajo Regulaciones Federales de Aviación (FAR) 135, están siendo beneficiados por la situación y han visto subir la demanda de vuelos privados o chárteres, multiplicados por diez.

Vuelos de Miami a Nueva York, que pueden estar en el orden de 20.000 dólares en un jet de tamaño mediano, están siendo reservados con antelación y algunos operadores tienen sus aviones con reservas copadas hasta por los próximos 30 días.

En su mayoría son personas con suficiente capital y prefieren el lujo de viajar en privado. Pero se está dando el caso de personas que, teniendo capacidad económica, nunca volaron en avión privado y ahora se les ha hecho imprescindible. Una vez que comprueban lo eficiente y personalizado que es el servicio, muchos no vuelven a volar en comercial.

Asimismo, altos ejecutivos que solían usar vuelos comerciales han decidido contratar aviones privados por el miedo de contraer el virus en un avión e infectar a sus familias.

En Estados Unidos hay cerca de 1.800 operadores de aviones privados, pero ya en algunas áreas la demanda es tan alta que es posible que no se consiga reservar uno para el mismo día si desea, por ejemplo, volar de Nueva York a Miami o a Chicago. Y con los precios del petróleo bajando de manera continua, los márgenes de utilidad de los operadores van en aumento.

Y mientras el drama del Covid-19 siga en aumento, todo esto se pondrá peor o mejor, dependiendo desde dónde se observe; pero según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) se prevé que la aviación comercial sufrirá perdidas por 29.300 millones de dólares en el año 2020.

 


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