La historia de los dos primeros siglos de la Nueva Valencia del Rey estaría incompleta si en ella no abordamos el tema correspondiente al Convento de San Francisco, cuyo nombre original era Convento de San Buenaventura, perteneciente a la Orden de los Franciscanos quienes realizaron en la Provincia de Venezuela una importante y dilatada labor la cual se mantuvo por más de dos siglos.

La edificación correspondiente al Convento de San Buenaventura afortunadamente hoy en día se mantiene dentro de nuestros monumentos históricos y corresponde al conjunto de lo que hoy es la sede del (Instituto de Patrimonio Histórico de la Universidad de Carabobo) y la Iglesia de San Francisco, ubicado este inmueble en la esquina entre la calle Colombia y la avenida Montes de Oca.

Este convento franciscano fue el último de los construidos por dicha orden en nuestro país, cuya creación fue decretada el día 18 de septiembre de 1634, aunque Fray Lino Gómez Canedo asegura que desde 1630 Valencia había solicitado su creación siendo sus fundadores los religiosos Fray Juan de Gálvez y Fray Manuel Alvarez.

Desde el punto de vista arquitectónico la edificación tuvo una evolución en tres etapas que son las siguientes:

Primera etapa (1634 – 1649)

Que fue la construcción de una casa más una «Ermita” *. En este período, en el año 1638 el convento fue elevado a rango de Guardianía **, nombrando Primer Guardián a Fray Idelfonso de Mora.

Segunda etapa (1650 – 1748)

En el año 1650 se comienza la construcción del convento como tal, que se realiza gracias a al financiamiento de Don Rodrigo Alonso Cabañas. En esta etapa se declaró Casa de Recolección***

Y ¿quién era Rodrigo Alonso Cabañas?, bien, este fue un personaje muy importante en la historia de la ciudad, ya que por un lado fue una persona con mucho dinero para la época, entre sus bienes estaba registrado que poseía una hacienda de cacao con 4.000 matas, propietario de unos 39 esclavos, además de algunas casas en la ciudad y una buena suma de dinero en monedas.

Por otra parte, Rodrigo Alonso Cabañas, ejerció el cargo de Alcalde Ordinario de Valencia y por su gran profesión hacia la fe católica hizo un compromiso con la Orden Franciscana para construir el mencionado convento y que, aunque tiempo después ese compromiso fue eliminado por los mismos franciscanos; Rodrigo Alonso Cabañas continuó colaborando con éste al punto que lo dejó registrado en su testamento de la siguiente manera:

Declaro que he hecho a mi costa y de mis vienes el Convento Seráfico San Francisco en esta ciudad al tiempo y cuando lo empeze a fabricar otorgamos escritura yo y el Padre Fray Miguel Maestre que a la sazón era Guardian y aunque las otras escrituras otorgadas fueron y se llevaron a los Capítulos que se celebráran nunca jamás de ellas hubo resulta hasta que vino el muy Reverendo Padre Fraile Pedro de Aponte, Ministro Provincial Alguacil los anuló y de ningún valor conque debe estancar que se anularan y se arreglaran quede desobligado yo y mis vienes de hacer otra fabrica mirando hacer un dia tan piadosa y al siervo de Dios nuestro señor e proseguido en ella sin obligación ninguna y da por amor a Dios y pidiendo siempre que si no quisiesen los padres (ilegible) que no tengan obligación de decirme misa ninguna porque cuanto hecho y hare hasta que Dios sea servido de llevarme lo hago y hare de por Dios y es mi voluntad que siendo Dios servido de llevarme me realze de obra del dicho Convento para que los otros mis albaceas dispongan de mis vienes en la manera que sostengo comunicado sin que persona alguna intervenga en ella asi es mi voluntad y también mando y es mi voluntad  que toda la cal y ladrillo que se hallare en mi casa se de al Convento de limosna también declaro que el Capitan Manuel Pedroso dio graciosamente por via de limosnas a trabajar de un negro esclavo que se ocupó en la fabrica del Convento de San Buenaventura que he fabricado y queriendo pedir asiento de capilla y estreno en dicho Convento le prometi fabricarle de tapia y rafia y cubrirlo de teja a mi costa.

Tercera etapa (1749)

Hacia el año de 1749 se reporta que el edificio había sufrido daños severos motivo por el cual se requiere una reedificación del mismo y es en ésta etapa cuando adquiere mayores dimensiones

Durante los siglos XVII y XVIII el Convento de San Buenaventura fue un elemento de suma importancia para los vecinos de Valencia, porque se había convertido en punto de encuentro en la vida cotidiana de la ciudad. Bien podríamos decir que el día a día de los valencianos y sus visitantes transcurría entre la Plaza Real o Plaza Mayor y la Plaza del Convento de San Francisco.

Por ejemplo, si se quería conocer cuáles eran las resoluciones y comunicados emitidos por el Cabildo de Valencia o la publicación de las Reales Cédulas emitidas por el Rey, entonces los valencianos debían acudir a la esquina del convento para leer los llamados “Bandos” que se colocaban.

Si los valencianos requerían de agua para sus hogares o querían tomarla en el sitio entonces acudían a la Pila Pública de agua que estaba situada en la Plaza del Convento, hoy en día es conocida como Plaza Sucre.

A medida que pasó el tiempo y a la par de la ciudad, el Convento de San Buenaventura, adquirió importancia al punto que, en los años de 1770, 1786 y 1794, se celebraron los Capítulos Provinciales de la Orden ****.

Para la enseñanza de los jóvenes el Convento se convirtió en el primer sitio donde hubo un proceso de educación formal en la ciudad. Las materias que se impartían estaban destinadas para dos tipos de estudiantes: Los estudiantes que eran candidatos a convertirse en Frailes y los estudiantes que sólo los enviaban a tener una mejor educación.

Las materias que se enseñaban eran las siguientes:

  1. Lengua Materna (leer y escribir).
  2. Gramática.
  3. Filosofía.
  4. Teología.

Y sobre estas hay que decir que los estudiantes que eran candidatos a la Orden obligatoriamente tenían que cursar (gramática) o latinidad para que pudiesen ser admitidos.

En este convento hubo ordenaciones y en el gran trabajo de investigación de Fray Lino Gómez Canedo, da cuenta de una lista de personas que fueron ordenadas en Valencia y que son las siguientes:

  1. Fr. Joseph Francisco Pérez.
  2. Fr. Fernando Hervas.
  3. Fr. Antonio Joseph González.
  4. Fr. Lorenzo Gil.
  5. Fr. Manuel Xuares.
  6. Fr. Joseph Ramón Méndez.
  7. Fr. Joseph Mario Alvarez.
  8. Fr. Salvador Talavera.

*(La ermita es un lugar de oración y recogimiento que le permite al fraile o al ermitaño, poder cultivar en paz su propia vocación particular.)

** (es decir, fundaciones franciscanas, a la manera de eremitorios y ermitas, que permitían a los frailes conventuales el retiro temporal, para hacer ejercicios espirituales, meditar o vivir la regla de una manera más austera, sin desvincularse de la comunidad conventual. Estas casas se fundaban en cada provincia para satisfacer los deseos de los frailes de una vida más observante de la regla).

****El Capítulo Provincial es la autoridad suprema de la Provincia Franciscana.


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