“Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomentan la idiotez”

Jorge Luis Borges

Agosto de 1946

 

No existe palabra para catalogar lo que ocurre en Venezuela. Es la tragedia continuada más terrorífica de América Latina. Las cifras escandalosas del informe Encovi, fueron ahora complementadas con los números señalados por la FAO. El problema de esos informes es que más que porcentajes y cuentas matemáticas y estadísticas son rostros humanos.

A partir de cada porcentaje hay una historia de sufrimiento y dolor, un daño cada vez más irreparable sobre el país de mayor crecimiento y estabilidad del siglo XX. Son nombres de niños a quienes se les está trancando su futuro, a quienes se les niega la posibilidad de crecer en condiciones mínimas que les permita desarrollarse adecuadamente.

La alimentación de 96% de los hogares venezolanos está comprometida. Es la cifra más escandalosa de nuestra historia. Ninguna generación de venezolanos padeció de una limitante tan mortífera, ni mucho menos de la condena a la pobreza. Prácticamente la totalidad de los niños no puede acceder a la ingesta calórica y proteica que requieren para su sano desarrollo mental y físico. Estamos condenando a toda una nación a la pobreza por los próximos 50 años.

La historia de América Latina está llena de tiranías oprobiosas que marcaron generaciones, acabaron con familias enteras, acribillaron y asesinaron a cientos de miles de seres humanos en nombre de consignas vacías que solo buscaban llenar el apetito de poder de un mal viviente retorcido. Sin embargo, en todas esas tiranías de distinto signo está presente un elemento común, eso que el insigne escritor Jorge Luis Borges llamaba “el fomento de la idiotez”.

Todo mandamás busca la manera de someter a su sociedad, quebrar instituciones y liderazgo y atacar a la cultura como mecanismo de expresión de libertad. Ahora, esta nueva ola de gobiernos totalitarios inaugura una metodología de sometimiento: Negar el acceso a una educación de calidad, comprometer su desarrollo y así condenar a toda la población a la más abominable pobreza.

El sistema educativo público oficial venezolano fue desmontado: la infraestructura educativa afectada en más de 93%, sin acceso mínimo a servicios públicos, sin alimentación mínima en las escuelas desde hace más de 5 años, sin transporte, sin útiles, sin uniformes, con los maestros convertidos en los profesionales peores pagados del continente -3 dólares mensuales-, sin ningún tipo de acompañamiento psicopedagógico, sin políticas de prevención del embarazo precoz y los contenidos académicos convertidos en un bodrio propagandístico del gobierno que no enseñan ni conducen a nada útil.

Este cruel escenario se complementa con el hambre que se vive en los hogares venezolanos. ¿Qué será del futuro de nuestros niños rodeados de un entorno cada vez más adverso, de violencia y del quiebre ético y moral en las instituciones públicas? Esta dantesca realidad solo es alivianada por ese movimiento silente, lleno de obstáculos, que se está generando en nuestras barriadas y urbanizaciones: el emprendimiento. Una cultura a favor del trabajo sigue avanzando y tomando cuerpo.

Frente a esta crisis tan profunda que pretende degenerar nuestra sociedad hacia la idiotez, no queda otra que iniciar desde ya, un esfuerzo conjunto, de la sociedad en pleno, a favor de la educación. Desde Casa Uslar Pietri nos hemos sumado a la iniciativa de un grupo de excepcionales profesionales venezolanos e instituciones de la sociedad civil, que pretende impulsar un nuevo modelo educativo.

En la entrega pasada les hablé de la urgente necesidad de transformar toda la precaria infraestructura educativa en comedores para que los niños coman. Ahora les planteo una sólida reforma a nuestro sistema educativo para combatir la idiotez: se trata de la implantación del modelo de Formación Profesional Dual, en el que la empresa, los emprendedores y la escuela van de la mano. Hacer que la educación sea útil y práctica se convierte en una urgente necesidad. Por ello, estamos trabajando para generar nuevos esquemas, utilizando métodos que lograron que la Europa destruida por la guerra lograra despertar hacia lo que es hoy.

En los próximos días, les estaré contando sobre estos avances.


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