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Esta semana la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) cumplió 18 años de haber sido fundada, su mayoría de edad, lo cual bien merece una evaluación de los logros alcanzados hasta ahora, a partir de sus objetivos fundacionales.

Producto de un acuerdo en 2004, entre el expresidente Hugo Chávez y el dictador Fidel Castro, en respuesta al ALCA promovida por el presidente Bush; su acta fundacional hace énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social sobre la base de un proyecto de izquierda marxista, en colaboración y complementación política, social y económica, con algunos países de América y el Caribe; proyecto evidentemente financiado con el petróleo venezolano. Posteriormente se suma Bolivia con Evo Morales en 2006, quien en la Cumbre de Tintorero propone incluir la partícula «TCP», Tratado de Comercio de los Pueblos.

Luego de casi dos décadas de existencia con la última celebración en La Habana (14 de diciembre), lo justo es evaluar los logros en especial para el padre de la criatura. Como mecanismo de concertación política, su membresía ha sido toda una puerta giratoria, tal la puerta de un supermercado, con la entrada y salida de sus miembros acorde a sus conveniencias, como han sido los casos de Honduras, que se adhirió en 2008 y lo denunció en 2009. El caso del Ecuador es más crítico, se adhirió en el 2009 y en el 2018 a confesión de partes, denuncio que el ALBA se ha convertido en una alianza política, más que en una organización internacional, además de solicitar le devuelvan el edificio sede que el país construyó y donó; Por último, el caso de Bolivia ratifica lo señalado por el gobierno del Ecuador, de ser una alianza política. La hija predilecta del Libertador con la presidente Añez, en noviembre del 2019 se retiro del ALBA, para regresar al año siguiente con el triunfo de Evo Morales, dejando en evidencia que su pertenencia no es parte de una política de Estado, sino un mecanismo de ideológica de gobiernos de izquierda y su ingreso y salida es tan fácil como entrar por una puerta giratoria, respondiendo más a conveniencias ideológicas que de integración objetivo clave de la organización.

Si bien la pertenencia es un indicador válido, los logros representan el mejor de ellos, para su evaluación a lo largo de estos 18 años de existencia. Entre los delirios de este sueño se encuentra la creación de la zona económica del ALBA como un espacio económico común para el desarrollo, durante la XI Cumbre de los países del ALBA creada en 2012.

Hoy el área a pesar de contar con 64 millones de habitantes, 2.257.466 Km2,con el objetivo de orientar las inversiones públicas, el desarrollo industrial, aumentar el desarrollo del comercio y sustituir importaciones de las grandes potencia económica del mundo, su comercio intra bloque no tiene mayor importancia, a pesar de haber construido unmapa con las rutas del flujo de mercancías, no cuenta ni con una zona de libre comercio ni un arancel externo común para el logro de sus objetivos

En lo financiero los miembros del ALBA-TCP firmaron un acuerdo para crear una moneda electrónica regional denominada “Sucre” que preveía entrar en circulación en 2010. Dicho proyecto quedó en el olvido, no por las sospechas de ser un instrumento para el avado de dinero de las drogas, sino que Ecuador dolarizo su economía y Venezuela aposto por el Petro.

Otro gran mamotreto inoperante fueron las llamadas empresas “Gran-nacionales” en contraposición al ALCA.Empresas como Puertos del ALBA, S. A.; compañías para la construcción de puertos en Cuba y Venezuela; o empresas petroleras de maletín como Albanisa S. A. con Nicaragua un país sin experiencia petrolera. Estas empresas fueron y han sido una fuente despilfarro de los dineros venezolanos. Entre otros ejemplos se cuenta elcable submarino ALBA-1 entre Venezuela y Cuba desde el 2013,(mientras que desde hace casi 18 años, el mismo tiempo que tiene el ALBA, el aeropuerto de San Antonio del Táchira se encuentra cerrado). Este cable aún espera que Venezuela financie la conexión con otro gran socio comercial como lo es Nicaragua.

Los sueños del Alba deliraron por el llamado Banco del ALBA, encargado de financiar los anteriores proyectos multinacionales, otorgar créditos blandos y servir de instancia para la soluciona litigios de índole económico y comercial. Este Banco conto con un capital inicial de más de 1.000 millones de dólares, lógicamente aportados en más del 80 % por Venezuela  como era de esperarse.

En resumen, esta Cumbre del ALBA/TCP en la Habana, en ocasión de su mayoría de edad, de sus 92 comunicados y la celebración de su XXII Cumbre Presidencial a costa de Venezuela, de su mecenazgo; forma parte de un proyecto político donde los beneficiados han sido conocidas rémoras en el Caribe, mientras que nuestro país, atraviesa una de las crisis éticas, sociales y económicas más profundas vividas, que nos coloca a los niveles de algunos países africanos, no precisamente por las llamadas ”Medidas coercitivas unilaterales” ya que dichas crisis es anterior a ellas, sino por la irresponsabilidad de una política exterior con programas como el ALBA-TCP, Petrocaribe, Petrocasa, Petroamérica, a costa del futuro de los hijos de la patria.


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