Dune de Denis Villeneuve será probablemente la gran épica de ciencia ficción de la década. Luego de enfrentar retrasos de producción, la crisis de la pandemia y las dudas de los fanáticos, la película promete ser un hito cinematográfico. Y hacerlo, además, adaptando de la forma más fiel posible la atmósfera de la saga de Herbert Dune. ¿Logrará hacerlo? Te contamos el lento recorrido de la producción a la pantalla grande.

 

La expectación alrededor de la adaptación de Dune de Denis Villeneuve no hace más que aumentar. Y razones no faltan. Después se trata de una de las sagas literarias más queridas del mundo y una, además, fundamental para comprender la ciencia ficción contemporánea.

Desde su publicación en 1965, Dune de Frank Herbert, ha servido de inspiración y fundamento para la narración de grandes épicas narrativas. Pero en especial, el mundo creado por Herbert logró en el género de la ciencia ficción, lo mismo que Tolkien en el de fantasía. Refundar las reglas y formas en que se narraban historias de envergadura con enorme valor humano.

De modo que su adaptación cinematográfica, se ha convertido en un evento de considerable importancia. En especial, porque durante más de cincuenta años, ha sido prácticamente imposible llevar una versión fidedigna a la pantalla grande. Pero Denis Villeneuve promete no sólo captar la esencia de la saga, sino, además, crear un espectáculo fílmico que sorprenderá incluso a los fanáticos más escépticos. Para el director (conocido por Arrival y Blade Runner 2049) lo esencial es traducir en lenguaje visual el recorrido de Herbert por el cosmos. Y hacerlo con un profundo ingrediente humano.

¿Un proyecto excesivamente ambicioso? Los retos de Dune

Por ahora, Denis Villeneuve ha tenido completa libertad creativa — y relativamente, financiera — para crear una superproducción cinematográfica. Desde un reparto de grandes estrellas, hasta locaciones extraordinarias, Dune es también una producción de impacto histórico. ¿El motivo? No sólo que se trata de la adaptación de uno de los libros más queridos del mundo. También, el hecho que la producción de Denis Villeneuve tratará de enmendar en su inmediato antecedente histórico.

El primer intento de adaptar Dune a la pantalla grande fue un proyecto fallido de una envergadura mítica. En 1974, el chileno Alejandro Jodorowsky comenzó una producción monumental que contaba con un asombroso equipo creativo. Con HR Giger, Chris Foss y Jean Giraud en el equipo de escenografía y diseño de personaje, la idea era crear “un mundo indescriptible”. Poco a poco, los grandes nombres siguieron sumándose. Incluso, se mencionó el nombre de Salvador Dalí, Orson Welles y Mick Jagger en el elenco.

Pero quizás debido justo a su envergadura, el proyecto jamás llegó a buen puerto. Dos años después, los derechos de la novela llegaron a la productora de Dino de Laurentiis. El proyecto comenzó del punto cero. Apenas con un acceso limitado a la biblioteca de recursos de Jodorowsky. La productora incluso llegó a contratar a Ridley Scott para la dirección del futuro filme, pero al final, salió del proyecto.

De nuevo, los derechos fueron renegociados y al final Universal Studios logró contratar un equipo dispuesto a seguir adelante con el reto. En esta ocasión, el director escogido fue David Lynch. El nuevo recorrido incluyó reescribir el guion y comenzar con una nueva versión visual. Fue una producción dura, interminable y plagada de problemas. Al final, el metraje de casi cuatro horas fue reducido a menos de 145 minutos para hacerla “económicamente viable”.

Resultó un fracaso de taquilla y de crítica que demostró que la envergadura del material de Herbert necesita replantearse. Lynch (o la visión del director que sobrevivió a la sala de edición), mostró una historia confusa y un apartado visual rayano en lo ridículo.

En otros intentos menores, Dune tuvo una versión televisiva en el 2000 en el canal Sci Fi. A pesar que mejoró de forma considerable la narrativa, el apartado visual terminó por convertir el proyecto en una versión confusa de la obra original.

Con William Hurt, Alec Newman, Giancarlo Giannini, Uwe Ochsenknecht, Barbora Kodetová en los papeles principales, fue un intento consistente, pero sin éxito. Por enésima vez, la obra de Herbert parecía enfrentarse a un escollo insalvable. Combinar de manera exitosa las docenas de estratos y dimensiones de la historia.

A pesar de eso, la serie fue un éxito de audiencia lo suficientemente grande como para generar una miniserie secuela que combinaba elementos de la segunda y tercera novelas de Herbert. En adelante, hubo varios intentos por volver a replantear la saga, se habló de adaptar varios de los libros en lugar de la historia. Para principios de los noventa, fue claro que lo más probable es que Dune tuviera que esperar una temporada para ser motivo de interés cinematográfico.

El proyecto de Dune vuelve a la vida

Luego de unos años de silencio y después de una disputa legal por los derechos, a principios del milenio el guion llega a Warner. Y es entonces cuando recibe el impulso definitivo para comenzar a ser un proyecto viable. El estudio decide convertir la saga en una posible franquicia y en esta ocasión, con Denis Villeneuve. El director, conocido por brindar a historias complejas un trasfondo humano y elegante, parecía el ideal para narrar la saga galáctica.

Los guionistas Eric Roth y Jon Spaihts son los autores del guión, basado en la clásica novela de 1965 de Herbert. De hecho, el hijo del autor, Brian Herbert y escritor de varias secuelas de Dune, también es productor ejecutivo. El autor de ciencia ficción Kevin J. Anderson también se desempeña como consultor creativo.

En el apartado técnico, hay varios nombres que garantizan al menos una considerable solidez a la obra. Greig Fraser (Rogue One) es el director de fotografía de la película, mientras que el ganador del Oscar Hans Zimmer es el compositor de la banda sonora de la película. Villeneuve también a varios de sus colaboradores de Blade Runner 2049, incluido el editor Joe Walker y los supervisores de efectos visuales Paul Lambert y Gerd Nefze.

Pero ¿qué hace que sea tan importante la forma en que se narra la historia de Dune? Para comenzar, la saga de Herbert es la novela de ciencia ficción más influyente jamás escrita. Desde Star Wars hasta historias con tintes político como The Expanse, es la base para la concepción de la intriga política en la ciencia ficción. De modo que no se trata solo de deslumbrar con efectos especiales, sino crear un mundo adecuado con sostén antropológico.

Si J. R. R. Tolkien llevó al género fantástico aun espacio en la que coexistían razas, lenguajes e incluso religiones, Herbert logró una proeza semejante. Lo hizo, además, planteando la idea central de un recorrido social que mostró un universo en constante crecimiento. ¿Cómo llevar semejante idea al cine?

Para Denis Villeneuve, se trata del potencial de la narración para extenderse en direcciones distintas. Aunque no está claro qué parte de la historia abarcará la primera película, sí es evidente que es el primer escaño de una saga. Y como tal, es más que probable que el director evite cometer el error de Lynch de intentar confluir la historia entera en un único largometraje. Eso beneficia no solo el recorrido del argumento, sino que ofrece la oportunidad de comprender la envergadura de Frank Herbert.

Dune, la historia de todas las historias

El argumento de Dune es un tradicional camino del héroe llevado a una dimensión épica que abarca el cosmos entero. La narración sigue Paul Atreides (Timothée Chalamet), cuya familia debe controlar el desértico planeta Arrakis, también conocido como Dune. Pero pronto, la dinastía entera deberá enfrentar una guerra por el poder que le llevará a un enfrentamiento de proporciones incalculables.

Para Denis Villeneuve, la importancia de recorrer la madurez del joven Atreides (heredero y héroe de la saga), es la aproximación más directa a la esencia de Dune. La historia entera, abarca disputas de poder, el enfrentamiento entre el bien y el mal, para luego convertirse en un recorrido por lo desconocido. Hace dos años, el director dijo a IndieWire que el reto consistía en sostener la mirada sobre la humanidad de su héroe. Algo en lo que, al parecer, la película hará énfasis.

Según la narración de Herbert, Arrakis es el único lugar capaz de producir “la especia”, la sustancia más influyente en la saga. Capaz de brindar desde poderes místicos hasta de facilitar viajes a través del cosmos, la especia es la medida del poder. El compuesto no solo es el objeto del deseo de todos los personajes, sino la fuente de las traiciones y juegos políticos en la historia. Según Villeneuve la historia se moverá entre comprender a su héroe central y el complejo mundo de intereses a su alrededor.

Dune ¿una saga o una gran producción?

Hace unos meses, Denis Villeneuve confirmó a Vanity Fair que Dune se dividirá en dos películas. El motivo es simple: el argumento será analizado como un todo, en lugar de una secuencia de hechos.

El director explicó a la revista que es la única forma viable de explicar el conjunto de historias que forman el argumento. “No estaría de acuerdo en hacer esta adaptación del libro con una sola película. El mundo es demasiado complejo. Es un mundo que toma su poder en los detalles” explicó.

De hecho, la preocupación del director a la noticia que Dune sería estrenada también en HBOMAX, fue la solidez de la historia. “Podría acabar con la franquicia”, comentó al referirse a la posibilidad que un fracaso de audiencia podría condenar el resto del proyecto.

Los rostros detrás de Dune

La estrella de Call Me By Your Name, Timothée Chalamet, es Paul Atreides, la figura central de la saga. Se trata de la primera vez que una adaptación de la saga mostrará a su personaje tal como le describe Herbert. En la versión original, el personaje es un adolescente en pleno entrenamiento para encontrar su lugar en la familia a la que pertenece.

Oscar Isaac encarnará al duque Leto Atreides, padre del personaje principal de la película, mientras que Rebecca Ferguson interpreta a su esposa Lady Jessica. El hecho que el Duque deba administrar el planeta Arrakis e influir en la distribución de la especia, es un punto fundamental de la película.

Para Denis Villeneuve, tanto Paul como Leto debían ser encarnados por actores que pudieran entender sus conflictos internos. En especial, cuando Paul deberá asumir la carga de una responsabilidad gigantesca una vez que la guerra por el poder comience.

En la larga lista de nombres que integran el elenco, incluye a Javier Bardem como Stilgar Ben Fifrawi, el líder de la tribu Fremen. También se encuentra Zendaya, quien interpreta el papel de Chani, un guerrero Fremen e interés romántico de Paul Atreides. Del lado de los Atreides, Jason Momoa encarnará a Duncan Idaho, uno de los leales a la Casa caída en desgracia. ¿Un detalle curioso? es el único personaje que aparece en todas las novelas originales de la serie Dune.

Por último, el actor Stellan Skarsgård, encarnará al grotesco barón Vladimir Harkonnen, principal enemigo de la Casa de los Atreides. Hace poco, el intérprete contó en una entrevista a IndieWire que convertirse en el repulsivo personaje le llevó al menos 80 horas de maquillaje. Se trata de una superpresencia que representa al mal y a la traición en estado puro. “Es una presencia tan aterradora que incluso si no dice nada, creo que le tendrás miedo. Y estoy extremadamente gordo. Y en algunas escenas me veo muy alto porque levito. Te divertirás mucho con eso”.

 

 


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