Charles De Gaulle frente a Dakar en los días de la batalla

Hoy (23 de septiembre) se cumple el 80 aniversario del inicio de la Batalla de Dakar en medio de la Batalla de Inglaterra y en el contexto de lo que se conocerá como la Campaña en África Occidental durante la segunda mitad del año 1940. Tal como explicamos en nuestra anterior entrega, el Reino Unido buscaba alejar la atención de Alemania de sus costas y ciudades en Gran Bretaña extendiendo la guerra y/o ganando aliados en zonas coloniales (el Mediterráneo y África). Al igual que la Primera Guerra Mundial, y como tendía a ocurrir desde la creación de los Imperios ultramarinos europeos (del siglo XV en adelante), las guerras del continente se trasladaban al mundo entero a través de sus posesiones. Winston Churchill fue convencido por Charles De Gaulle que las autoridades de este estratégico puerto en el borde más occidental de África desobedecerían al colaboracionista mariscal Phillipe Petain y se pasarían a su Francia Libre. De esa forma se llevó a cabo la Operación Amenaza en medio del momento más difícil para los británicos.

La Francia Libre del general De Gaulle no había levantado cabeza, en especial después del terrible ataque británico que recibió la flota francesa en Mers-el-kebir (Argelia) y en otros puertos. Esto hizo que muchos soldados retornaran a la patria y dieran la espalda a la organización cuyo único apoyo era del Reino Unido. En las colonias al principio parecía que lograría algo pero no fue así (salvo en África francesa ecuatorial), de modo que los pocos soldados (menos de 10.000) que conformaban su diminuto ejército y con algunos barcos, tenían que demostrar que podían presentar batalla. Dakar parecía una buena “joya” que mostrar ante la opinión pública y convencer a los franceses que la Resistencia no era un sueño y que sus aliados ingleses sí lo eran de verdad. Además, las reservas de oro tanto de Polonia como de Francia estaban en los bancos de esta ciudad.

Las fuerzas estaban bastante igualadas en tropas y aviación, pero no así en barcos de guerra en los que la Royal Navy tenía la ventaja como casi siempre por ser la primera Armada del mundo (26 versus 16, y entre los primeros había un portaviones y 2 acorazados). Pero el puerto de Dakar equilibraba la desventaja al poseer importantes fortificaciones y cañones que ponían en peligro cualquier nave que se acercara por mar. La idea era no combatir porque eran antiguos aliados pero los franceses (de Vichy) deseaban vengarse de los británicos por Mers-el-kebir. Se dieron intentos de negociación pero todos fallaron. Pilotos aterrizaron en el puerto y fueron capturados, las lanchas que buscaron desembarcar fueron ametralladas. El combate era la respuesta y de esa forma comenzaron los fogonazos. En la noche del primer día el comandante francés del puerto les informó a los atacantes que no se rendiría y por ello al tercer día con más de 150 muertos del lado aliado y 4 barcos averiados el almirante John Cunningham acordó con el general De Gaulle la retirada.

Las consecuencias de este fracaso para la organización del tricolor con la cruz de Lorena fue devastador. Solo había una conclusión: los apoyos en el ejército francés al gobierno colaboracionista eran sólidos. La lucha por el corazón galo costaría muchísimo, pero al menos en las colonias ecuatoriales no hubo un cambio y en noviembre se volvería a intentar un avance. Para cuando se cumpla el 80 aniversario de este hecho volveremos a tratar el tema evaluando los cambios en la guerra. De Gaulle y la Resistencia no se rendirían tan fácilmente, aunque lo lamentable es que pasarán dos años hasta que el África Occidental vuelva a tener una flota frente a sus costas y esta vez se lo pensaría mejor.

Un factor importante de esta operación es que a los franceses los acompañaron australianos y polacos, además de los británicos. Las nacionalidades iban sumando en el esfuerzo aliado, y esta es quizás la más importante consecuencia de la victoria en la Batalla de Inglaterra, además de dejar el frente occidental abierto. El mejor ejemplo de esa cooperación es como más del 20% de los pilotos de la Royal Air Force (RAF) fueron extranjeros y en especial los polacos que fueron los más numerosos con 145 pilotos (5 % aproximadamente del total). Gran Bretaña se iba convirtiendo en el centro de reunión y organización de todos los esfuerzos para vencer la amenaza nazi. La esperanza de la democracia y de las naciones ocupadas por la Wermacht.

Concluimos recordando que el fin de semana siguieron las celebraciones del 80 aniversario en el Reino Unido. Se izaron las banderas y se dieron varios eventos y homenajes para recordar y agradecer a todos los que lucharon por la libertad de su nación, pero también de la civilización occidental (hay que repetirlo). Limitados por la cuarentena (pandemia del covid-19) pero me ha encantado cómo la gente lo vivió. Nos quedan tres aspectos por tratar sobre el 80 aniversario de la Batalla de Inglaterra que esperamos desarrollar: el Blitz, el cine y las consecuencias de la misma —aunque hoy adelantamos algo— para la Segunda Guerra Mundial.

 


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