negociación
Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde firman los acuerdos de Barbados / Foto: AFP

La dinámica política parece convertirse en el ancla para lograr la necesaria recuperación económica. Lo observado en los últimos días en el escenario político nacional nos demuestra un antagonismo nunca observado en nuestra historia republicana. A nuestro entender contradicen los anuncios efectuados llamando a los inversionistas privados nacionales e internacionales a que inviertan en el país, lo cual unido al desmontaje de las sanciones había creado un entusiasmo en dirección positiva para la actividad privada en el país.

Los acuerdos logrados a través del diálogo en Barbados sirven de base política para que se cumpla con lo acordado, pero lo observado en los actores económicos es de preocupación. Si se toman medidas que propicien el retorno de algunas de las sanciones como respuesta a las decisiones políticas aplicadas contra sectores opositores en los últimos días, que pueden considerarse antagónicas a lo suscrito en Barbados, esto afectaría las posibilidades de un necesario repunte económico, sobre todo en los estados petroleros donde la posibilidad de la reactivación de la exploración y producción ha creado expectativas positivas en la generación de empleos y aumento de la actividad económica.

En virtud de lo observado en los últimos días nos preguntamos: ¿Esta modalidad se va a convertir en la forma permanente de la conducción política nacional? O por el contrario, ¿tendremos un debate político con las suficientes garantías para que los distintos candidatos presidenciales dispongan de plenas libertades de opinión y donde puedan establecer su estrategia de campaña electoral sin ninguna limitación en el accionar para ellos y los equipos que constituyen su maquinaria nacional?

Lo que resulta evidente es que la economía estará amarrada a la política, definiendo los rumbos y realidades a los cuales nos encontramos sometidos los ciudadanos. Los próximos meses definirán cuál será el destino electoral que nos espera en este venidero debate político que puede afectar o no el necesario crecimiento económico.


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