De acuerdo con el Informe Económico de la Cepal para el año 2020, el desempeño económico y laboral de América Latina y el Caribe nos indica que existen 158 millones de trabajadores informales, el equivalente a 54% de los trabajadores ocupados.

Se proyecta además una caída del PIB mundial de 5,2%.  En el caso de las economías desarrolladas la caída se estima en 7,0% y en el caso de las emergentes y en desarrollo la contracción se estima en 1,6%.  Para Estados Unidos se espera un descenso de la actividad económica de 6,5%, todavía no aparecen los efectos del plan de infraestructura de Joe Biden.  En la zona Euro se ha estimado una baja de 8,7%.

Además de estos números negativos se agrega un bajón del comercio internacional entre 13% y 32%.  Esta contracción del comercio se ve acompañada por el descenso de los precios de las materias primas.

El crecimiento fue negativo en 9 de las 20 economías de América Latina. Las economías que se contrajeron son las de Argentina (-5,2%), Brasil (-0,3), Cuba (-3,7%), Ecuador (-2,4%),  Haití (-3,1%),  Honduras (-1,2%),  México (-1,4%),  Perú (-3,4%) y Venezuela (-29,8%).

En lo relativo a la inflación al cierre de junio de 2020, 23 economías de la región suramericana presentaron una tasa de inflación interanual inferior a 3%. Cabe destacar que las tasas de inflación de Venezuela fueron 130.060,2% (diciembre 2018), 9.585,5% (diciembre 2019), 116.463,3% (junio 2019) y 2.296%, (mayo 2020). De modo, pues, que la hiperinflación sigue, además de que el gobierno no actualiza los datos desde mayo de 2021.

De igual modo, este informe nos exhíbe el crecimiento de las reservas internacionales brutas (sin deudas con el FMI) en América Latina pasó de 794.866 millones de dólares en 2015 a 848.008 millones de dólares, un crecimiento de 6,7%. Mientras que en Venezuela descendieron 60,43%.

En este punto, es bueno acotar que entre 2017 y 2019, América Latina aumentó sus exportaciones de bienes (FOB) en 4,9%. Países como Argentina y Chile las aumentaron respectivamente en 5,35% y 1,4%, mientras que Venezuela las disminuyó en 34,7%.

A partir del año 2017 Venezuela se declaró en “default”, esto es, en incapacidad de hacer frente a sus obligaciones financieras del servicio de la deuda externa. Una agencia calificadora de riesgo, Standard & Poor, declaró la falta de 200 millones de dólares debido a sus bonos emitidos tanto por la República como por Pdvsa.

Con la más reciente calificación de la agencia de riesgo Standard & Poors, Venezuela entró en “default parcial” tras el impago de 200 millones de dólares en sus bonos globales, lo que amenaza con desencadenar el incumplimiento de su abultada deuda externa.

En el cuadro que presentamos podemos ver la colosal deuda externa total de Venezuela contratada por el gobierno y sus entes.


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