Esposa Carlos Lanz Rodríguez
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El 8 de diciembre de 1975 supieron con exactitud cómo era la casa por dentro. Eso disparó la adrenalina entre el comando guerrillero responsable del secuestro. La operación Argimiro Gabaldón largamente detallada y planificada desde hacía más de un año, tenía un retraso considerable. Y existía la posibilidad de la salida del gringo hacia Estados Unidos por motivos del asueto navideño y que no regresara a Venezuela. Era un riesgo que no se podía correr. Afortunadamente el camarada responsable de la tarea la cumplió al detalle. Había euforia en el grupo de comandos revolucionarios (GCR). Como todos los jueves, ese 4 de diciembre el hombre en el plan, un zagaletón de 13 años de los predios de Coche, Los Chaguaramos y Valle Abajo, jubilado permanente del liceo, vago de vocación y reclutado temprano para la revolución por el liderazgo de la Liga Socialista de la zona, y quien cortaba la grama durante toda la mañana en el jardín de la quinta Betchirro de la calle Isla Larga de Prados del Este hizo bastante avances. La alta estatura, un bigote a lo charro y el buen porte le habían generado algunos avances con la muchacha del servicio de adentro a pesar de la barrera idiomática que le ponía el inglés. Una morena nada mal, de aproximadamente 30 años que no se manejaba muy bien con el español pero que lanzaba con cierta reserva y timidez algunas expresiones aprendidas. Algunas frases repasadas convenientemente por el bisoño camarada, como pedir agua, saludar, trasladar algunas cosas pesadas en el interior de la quinta, le franquearon la entrada en algunas contadas oportunidades. Las suficientes para ver la ubicación de la escalera, el cuarto principal, la disposición del televisor donde se apoltronaba el gringo al llegar del trabajo y la cocina que era el lugar habitual de la doméstica. Las distancias para tener todo a precisión fueron calculadas con pasos y de allí al croquis interno. Zárraga estaba feliz con el muchacho. Había cumplido.

Durante la noche del viernes 27 de febrero de 1976, a las 7:52 minutos se ejecutó milimétricamente la operación que inició el secuestro más largo en la historia de los plagios en Venezuela bajo el mando de Carlos Lanz Rodríguez (a) Zárraga. El industrial estadounidense William Frank Niehous, ejecutivo de la Owens Illinois en el país, fue retenido en su domicilio y trasladado después a varios lugares de retención durante 3 años, 4 meses y 2 días. En septiembre de 1976, el grupo original comandado por alias Zárraga, le transfirió las responsabilidades de la retención a otro grupo guerrillero que comandaba alias “el hombre que olía a monte”, alias Ramiro, Fernando Soto Rojas. Entre este en el país, controlando la retención de Camello (nombre clave de Niehous) y Alí Rodríguez Araque, alias Fausto, manejaron la negociación para cobrar el rescate con la Owens Illinois. El 29 de junio de 1979 fue liberado el plagiado al sur del estado Bolívar en las inmediaciones del caserío Borbón. Una decisión del presidente Luis Herrera lo sacó del país al día siguiente, rumbo a Estados Unidos sin declarar ante el tribunal militar que conocía de la causa. Y el diario que escrupulosamente llevaba el gringo desde el primer día de la retención desapareció misteriosamente con los nombres y los detalles de las visitas que hacían a los campamentos, diputados de izquierda, periodistas y aliados de la guerrilla. A lo largo de ese periodo los organismos de seguridad del estado adelantaron muchas diligencias que permitieron llegar hasta los autores materiales y su posterior encarcelamiento. Zárraga y otros de sus compañeros en la operación fueron a parar al cuartel San Carlos. El secretario general de la Liga Socialista, la fachada legal y política del grupo de comandos revolucionarios (GCR), Jorge Rodríguez padre, fue detenido y murió en los calabozos de la Disip. El largo cautiverio del estadounidense se extendió a través de numerosos sitios de retención en los estados Aragua, Miranda, Guárico, Anzoátegui hasta que finalmente, se esperaron las condiciones para su liberación después de haberse cancelado el rescate. A lo largo de los años 1976, 1977, 1978 hasta su liberación en junio de 1979. Las emboscadas guerrilleras a las unidades militares eran el común en esa etapa, y se convirtieron en un mecanismo de distracción operativa ejecutado por los secuestradores para mover al secuestrado a otro sitio de retención más seguro.

La operación Argimiro Gabaldón en su inicio se diseñó con un objetivo político de propaganda y para asentar la conciencia revolucionaria en ese momento. Mientras estuvo la responsabilidad de Carlos Lanz Rodríguez ese fue el concepto. Cuando se le transfirió en responsabilidades a Fernando Soto Rojas y a Alí Rodríguez Araque se le endosó el otro objetivo financiero, cuyas estimaciones estuvieron en el orden de los 30 millones de dólares.

Las dudas sobre el secuestro siguen orbitando aún. Muchos de los autores materiales del plagio forman parte de la nomenclatura revolucionaria y tuvieron vara alta en el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez Frías y ahora en el de la usurpación del poder que ejerce Nicolás Maduro. Alí Rodríguez Araque, el negociador del rescate, fue ministro de energía y minas, ministro de energía y petróleo, vicepresidente de la república, presidente de Pdvsa, ministro de relaciones exteriores, ministro de economía y finanzas, ministro de energía eléctrica, secretario general de la Unasur y embajador de Venezuela en Cuba. Fernando Soto Rojas fue presidente de la Asamblea Nacional y en los días previos a la liberación de Niehous se instaló en París y ha debido estar bregando esos detalles de la entrega del dinero del rescate. Jorge Rodríguez, padre, como saben murió en 1976 en los calabozos de la Disip, pero tiene prevenidos al bate presidencial al junior y a Delcy. Carlos Lanz Rodríguez ocupó algunos cargos durante el gobierno de Chávez, entre otros, presidente de CVG Alcasa y responsable en el ministerio de educación de las escuelas bolivarianas.

Como leyeron, es una larga antesala de la historia reciente de hace 46 años, cuando los guerrilleros del grupo de comandos revolucionarios (GCR) liderizado por Carlos Lanz Rodríguez (a) Zárraga, secuestraron a William Frank Niehous. Es una extensa introducción solo para preguntar ¿Dónde está Zárraga?

Desde el pasado 8 de agosto de 2020, la misteriosa desaparición de este militante revolucionario se ha convertido en un gran enigma que ha disparado toda suerte de conjeturas e hipótesis que apuntan a los principales beneficiados de este ¿secuestro? que se ha vuelto tan indescifrable como en su tiempo lo fue el de Niehous y que lleva el camino de convertirse en un gran cangrejo como se le dice a estos casos en el argot policial. Con él, se irían muchos secretos del secuestro del norteamericano en 1976, que saltan las rejas del palacio de gobierno en Venezuela.

Le transferimos la pregunta a Nicolás Maduro hasta Miraflores, pero debe estar cortando la grama de los jardines de la casa de misia Jacinta.

¿Dónde está Zárraga?

 


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