La jefa de la Misión de Observación de la Unión Europea indicó que pudieron constatar la falta de independencia judicial, las violaciones del Estado de Derecho, el ventajismo extendido y la poca capacidad sancionatoria que tiene el Consejo Nacional Electoral frente al abuso sistemático de recursos públicos en favor del régimen. Lamentó las inhabilitaciones arbitrarias por vía administrativa, y de dirigentes naturales a través de la cooptación de los partidos. En el informe se habla de “violaciones estructurales” y del uso abusivo de los medios de comunicación. Se obstaculiza la libertad de expresión y el derecho a la información. También constataron la instalación de puntos rojos, en los 23 estados y el Distrito Capital, a pesar de su prohibición.

Los resultados presentados por el régimen son engañosos. La verdad es que 59% de abstención a nivel nacional y que en el municipio capital alcanzó a 64%, habla de los millones que han abandonado el país, y de una inmensa mayoría que rechaza todo lo que tenga que ver con el régimen. De cada 10 inscritos, 6 no sufragaron.

Del padrón electoral total, el oficialismo solo obtiene 17%, y desde la última candidatura de Chávez donde saca 8.184.383 votos, el declinar es evidente a partir de Maduro, en el 2013 obtiene 7.517.999, en las presidenciales espurias del 2018 no pasa de 5.988.430, en las parlamentarias de 2020 solo 4.331.388 y en estas regionales apenas 3.722.656 votos, con lo que va palo abajo. En el madurismo la procesión va por dentro y la prueba más evidente es la merma en Barinas, cuna del finado. Mientras tanto, el Zulia, el estado más importante del país, se convierte en el bastión de la oposición que ganó además de la gobernación y las alcaldías de Maracaibo y San Francisco, la mayoría de los municipios.

Si se hubiera cumplido la Constitución y los aspirantes se hubieran elegido por los militantes de los partidos, tal como lo señala el artículo 67 ─“los candidatos a cargos de elección popular serán seleccionados en elecciones internas con la participación de sus integrantes” ─, de tal manera que se hubieran seleccionado en primarias, y se hubieran unificado las candidaturas, la alternativa democrática habría barrido en casi todo el país. Lo mismo habría ocurrido si, como sucede en muchos países, tuviéramos la figura del voto preferencial, la segunda vuelta o el balotaje, donde los dos primeros pasan a competir para ver quién finalmente obtiene más de 50%.

A nivel nacional la oposición obtiene 707.000 votos más que el régimen, lo que representa 54,3% de los votos y el oficialismo 45,7%, una diferencia de 9 puntos porcentuales.  Las cifras por estado muestran que en Anzoátegui la oposición suma 54%, en Apure 57%, en Barinas 63%, en Bolívar 58%, en Cojedes 63%, en Falcón 57%, en Guárico 53%, en Lara 54%, en Mérida 60%, en Miranda 52%, en Monagas 54%, en Nueva Esparta 61%, en Portuguesa 54%, en Sucre 53%, en Táchira 59%, en Trujillo 59%, en Yaracuy 54%, en Zulia 64% y en Amazonas 60%. Produciéndose un empate casi milimétrico en La Guaira, con sólo menos de la mitad del electorado en Aragua, Carabobo, Libertador y Delta Amacuro, donde la oposición suma 48%, 45%, 41% y 40% respectivamente. De tal manera que los resultados se invierten. Con los votos tal cual como suman, el régimen gana tan solo 3 gobernaciones y la Alcaldía de Libertador. En el resto del área metropolitana destaca la votación opositora del alcalde Gustavo Duque como el más votado, seguido de Elias Sayegh con más de 70% y de Darwin Gonzalez en Baruta. La alternativa democrática obtiene cerca de 130 alcaldías, un centenar más de las sólo 27 que tenía. Fuerza Vecinal se convierte en tan solo 6 meses en el partido que agrupa a los alcaldes opositores más importantes. Otro dato interesante es que la oposición de tener solo concejales en 27 municipios, ahora tiene en más de 200, y alcanza más de 2.000. Más que en ninguna elección en los últimos 3 lustros. Maduro perdió en los últimos 4 años 2.042.247 votos.

Nada de lo anterior exculpa a la cúpula opositora, que ha debido apoyar al candidato más fuerte de la alternativa democrática en cada región sin importar el partido o forzar las primarias. El régimen juega duro y en todos los terrenos para dividir a la oposición y lo logra.

Así las cosas, todo queda listo para el referéndum de mitad de período previsto en la carta magna para 2022. De mantenerse estas cifras y de activarse este derecho nadie podrá impedir si se cumple la Constitución que Maduro sea revocado. A esto hay que añadir que en un evento de esta naturaleza, ese casi 60% que ahora no votó, sí lo hace mayoritariamente, lo que garantiza es que ese rechazo que aparece en todas las investigaciones de opinión y que sobrepasa el 80% contra Maduro se convierta en una realidad electoral.

Vamos con optimismo, es la hora de concretar la verdad. Activemos el revocatorio presidencial todos unidos y pongamos fin a esta terrible pesadilla histórica. De todos depende…

@OscarArnal


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