Voceros del poder siempre repiten que no están dispuestos a dejarlo ni por las buenas ni por las malas. Y muchos voceros de la oposición política siempre repiten que sólo están dispuestos a luchar por el camino votacional, lo que llaman por las buenas, olvidando que los valores democráticos son más amplios y que así lo consagra la propia Constitución formalmente vigente.
Se trata de dos disposiciones que no se excluyen, sino que afirman el continuismo del poder establecido. Menos mal que se cuenta con esa punta del iceberg que fueron los resultados de las primarias. Hay que fortalecer su significado democrático y su capacidad de movilización cívica.
Los llamados diálogos con sus respectivos acuerdos seguirán siendo inútiles para los que ansían un cambio, y útiles para los que no; a menos que tuvieran efectos concretos y contrarios a la voluntad despótica del poder.
Mientras tanto, la catástrofe socio-económica continúa y la emigración se impulsa. Ojalá y estos mismos tiempos se conviertan en cruciales para que Venezuela alcance una salida democrática verdadera, que asegure un futuro digno a la población. Ojalá.