Venezuela se encuentra en un dilema en el cual el diálogo iniciado en Barbados contiene una serie de acuerdos significativos, que sustentan las bases para las necesarias grandes soluciones que la nación reclama. No obstante, las preocupantes confrontaciones ocurridas la semana pasada, en las cuales voceros oficiales procedieron a denunciar las elecciones internas opositoras como contrarias al marco legal vigente, arrojó sombras sobre los acuerdos obtenidos en Barbados y la posibilidad incluso de que fueran suspendidos.
La situación del Esequibo se está convirtiendo en un punto álgido para los venezolanos, al observarse cómo el gobierno de Guyana otorga concesiones y celebra acuerdos con empresas transnacionales ignorando que este territorio tiene un reclamo válido de nuestra parte sostenido en el laudo arbitral firmado hace 60 años. Ha habido de parte de funcionarios del gobierno guyanés atropellos a nuestros ciudadanos y el uso de un lenguaje no diplomático expresado por los más altos funcionarios de ese gobierno.
El petróleo surge como el elemento principal en ambas controversias al pretender el gobierno guyanés disponer de las grandes reservas de petróleo y gas que se hallan en el Territorio Esequibo, llegando a otorgar concesiones incluso en áreas de nuestra plataforma marítima.
En los acuerdos de Barbados se destaca la suspensión de las sanciones en el área de producción de petróleo y gas, lo cual hace evidente la importancia geopolítica de Venezuela al ser nuestro país el que posee las mayores reservas de petróleo en el mundo. El lamentable conflicto del Medio Oriente establece prioridades para lograr áreas de producción no afectadas por conflictos bélicos, lo que le permite a Venezuela convertirse en una importante alternativa en medio de esta crisis. Si a esto sumamos su ubicación geográfica, se generan nuevas oportunidades para lograr grandes inversiones en el aumento de la producción petrolera, con lo cual se podrá mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
Estamos en una coyuntura trascendental para el futuro de la nación, donde se requieren decisiones que permitan definir rumbos y lograr soluciones políticas, económicas y sociales convenientes al interés nacional.