Venezuela quiere confiar en la CPI
La política en Venezuela difícilmente se presenta como un juego de espejos perfectibles, la honda crisis de características multidimensionales es precedida por un férreo conflicto político, que todo lo envuelve, manipula y corrompe, dejando innumerables víctimas a su paso, la sociedad no adquiere credibilidad en las gestiones internacionales, de ello se evidencia los 7 millones de migrantes venezolanos. La acción de la CPI en función de la justicia, sin duda, es una nueva esperanza para todo nuestro pueblo.
FundaRedes es una ONG que se fundamenta en la defensa de la libertad, ejerciendo un trabajo para la documentación de las victimas generadas en la frontera venezolana, por la presencia de diferentes organizaciones terroristas, que han permeado a nuestros habitantes a través de su poder económico y la permisividad y complicidad de los órganos del Estado venezolano. Visibilizar estos casos para demandar justicia ha sido un desafío de altas proporciones producto de la limitación del poder arbitrario y la contundencia del aparato represivo.
Nuestro coordinador general, Javier Tarazona, permanece recluido en las frías y lúgubres instalaciones de El Helicoide, criminalizado de ser conspirador y terrorista; como él, también el teniente coronel Marín Chaparro, el capitán Caiguaripano, el general Rodríguez Torres, y también el caso del periodista Roland Carreño, y muchos más civiles y militares, en contra de los cuales no hay ninguna prueba, solo temor por la labor que realizan, y otros por la superioridad y liderazgo que representan ante la institución militar, pues la dictadura siempre recurre al método represivo en lo que son tenebrosamente eficientes.
Realizar la defensa de los derechos humanos ha requerido la posibilidad de reinventarnos, la atención a las circunstancias en combinación inteligente y prudente con los principios y las capacidades para lograr estabilidad de las víctimas ha sido arduo, se ha tenido la necesidad histórica de plantarse necesariamente como una expresión de moderantismo, no solo necesaria en este momento sino útil, para intentar brindar acuerdos amistosos, con las instituciones policiales y militares, en contraposición a todos los conflictos que experimentamos continuamente. Sin embargo, los organismos represivos y sus líderes, banalizadores del mal, jamás dejarán de concebir el trabajo de las ONG como una amenaza, porque le temen a la verdad más que a nada, verdad que usted debe constatar directamente, con una visita a los presos políticos, enfermos y torturados; la realidad de los presos políticos es uno de los dramas más grandes en la actual coyuntura del conflicto político del país.
La dictadura siempre miente
Su misión de imponer justicia siempre se verá pretendida por las infinitas trampas y engaños de la tiranía venezolana, confiamos que logre sortear satisfactoriamente el cinismo, y el engaño, palabras que condensan fácilmente la naturaleza despiadada y psicopática con la que somos habitualmente tratados los venezolanos, pues detrás de la sonrisa que exhiben siempre está la infinita capacidad de manipulación. Es necesario recordar a William Shakespeare en su expresión: “Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos”; en palabras del profeta Isaías ellos son trueno y tormenta, intentan siempre generar el caos y la maldad porque es su reino natural. Mientras tanto, los ciudadanos entendemos al mismo tiempo que sufrimos que la justicia internacional es agotadoramente tardía, pero finalmente siempre descontará la maldad de los hombres que se creen invencibles.
Será siempre pernicioso menospreciar su capacidad y destreza para ejecutar el mal, el pueblo venezolano a pesar de toda la carga incesante que se ha vertido sobre él, aun posee una motivación y esperanza inagotable, es un agudo principio de energía que reside en la conciencia de cada ciudadano, que necesita renovarse constantemente con una dirección política adecuada, que necesariamente debe ser acompañada por las manifestaciones de la justicia internacional, que encarna la Corte Penal Internacional.
Nuestro pueblo resiste estoicamente, con el mismo ánimo de Europa en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, cuando sir Winston Churchill pedía “no sucumbáis nunca ante el enemigo, se trata de una lucha para que sigáis existiendo como nación, perseverar hasta que la tiranía haya sucumbido».
Sinceramente, espero comprenda que existen dos Venezuela, la perfecta solo posible en las mentes estólidas de quienes se aferran al poder, violentando todos los derechos de la población, adueñándose de las riquezas del Estado para sus propios intereses, y en función de ello corromper funcionarios y hacerlos lobistas de su empeño de preservar su hegemonía, y la Venezuela que sufre, la desangrada con centenares de presos políticos, con violaciones sistemáticos de todos sus derechos, con torturados físicamente y psicológicamente, la Venezuela que espera una actuación honesta y apegada a la doctrina internacional en función de procurar justicia por encima de cualquier interés.
De su trabajo depende mucho que la justicia impere en Venezuela, y sea un mensaje ejemplar a todos los tiranos que se levantan en América Latina, por ultimo de su visita a Venezuela nuevamente recae una enorme posibilidad de realzar el trabajo de las ONG en función de atender a las víctimas de tantos horrendos eventos que siguen constantemente manifestándose. Por ello también le pedimos atender personalmente a los presos políticos, entre ellos quien ha sido un ejemplo de lucha y constancia por el bien social, Javier Tarazona, cuya salud se encuentra en un estado de deterioro que lo coloca al borde la muerte, de manera que el régimen sabiendo sus diferentes patologías, decide mantenerlo privado de libertad, negándole atención medica adecuada, característica similar a la de otros privados de libertad, que no los asesinan directamente pero los dejan morir sin servicio de salud.
¡Venezuela clama justicia!
@Jufraga12