Un estudio global “El fenómeno crypto: actitudes y usos del consumidor”, el cual fue llevado a cabo por Visa en Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Estados Unidos, Hong Kong, Reino Unido y Suráfrica, revela que una cifra cercana a 40% de los poseedores de criptomonedas podría cambiarse de su banco principal a otro que le ofrezca productos en estas divisas.
En lo que corresponde a la región latinoamericana, representada por Argentina y Brasil, los datos señalan que un número cercano a 97% de los entrevistados conocen sobre criptomonedas. Un tercio de esta muestra las ha utilizado para inversión, para transacciones comerciales o para enviar y recibir dinero.
De acuerdo con la investigación, las monedas digitales despiertan gran interés en los mercados llamados “emergentes”. Esto se evidencia en las siguientes cifras: 37% de los consumidores que conocen de la materia en estos mercados poseen o usan criptomoneda, en comparación con 29% reportado en mercados desarrollados.
El crecimiento ha ido avanzando rápidamente y la región está lista para expandirse en ese sentido. De hecho, 29% de los consultados destacaron que tienen una actitud positiva y que además están a punto de entrar a ese ecosistema de las divisas virtuales. Subrayan también que es posible que en el transcurso de los próximos 5 a 10 años su uso se masificará.
De los resultados presentados en el documento también se desprende “que las criptomonedas están pasando de ser una clase de activo nicho para una pequeña comunidad de inversionistas a ser un mercado más amplio cada vez más accesible para la población en general y para los nuevos usuarios en América Latina”, según lo indicado por Romina Seltzer, vicepresidenta senior de Productos e Innovación para Visa América Latina y el Caribe.
Según el análisis realizado, las instituciones bancarias latinoamericanas tendrán como uno de sus grandes retos el desarrollo de productos financieros adaptados a las necesidades de los criptoinversionistas.
La estrategia de captación de nuevos clientes entonces deberá enfocarse en qué alternativa novedosa puede ofrecer a clientes actuales y potenciales que deseen adentrarse en el mundo de las criptomonedas a través de plataformas seguras y confiables. Y esto es crucial para la banca, pues es la única que puede ofrecer esas condiciones.