Los derechos políticos van más allá del propio enunciado de los mismos junto a su garantía en, por ejemplo, una constitución. Son además, el conjunto de condiciones y opciones reales que le posibilitan al ciudadano participar en la vida política de su nación. Subrayo “condiciones y opciones reales». Por cierto y de paso, un caso particular de derechos políticos es la inmunidad parlamentaria.

Pues bien, ¿cómo ha sido la evolución de los derechos políticos de los venezolanos en los últimos 20 años?

Para responder a la pregunta recurro a la información que suministra la organización Freedom House con su informe insignia Freedom in the World (Libertad en el mundo).

De acuerdo con la información que aparece en su portal, Freedom House es una organización que trabaja para defender los derechos humanos y promover el cambio democrático, con un enfoque en los derechos políticos y las libertades civiles.

Por su parte, Freedom in the World es el informe anual insignia de Freedom House, que evalúa la situación de los derechos políticos y las libertades civiles en todo el mundo. Dicho informe se ha publicado desde 1973, lo que permite a Freedom House seguir -y mostrarnos- las tendencias mundiales en libertad durante más de 40 años.

Dicho informe, tal como lo expresa afirmativa y transparentemente la propia Freedom House en su portal, es posible gracias al apoyo financiero de National Endowment for Democracy, Merrill Family Foundation, Google, Inc. y Lilly Endowment. La organización aclara que no recibe financiamiento de gobierno alguno.

Freedom House, y esto es importantísimo amigos lectores, no cree que las garantías legales de los derechos sean suficientes para el cumplimiento sobre el terreno de esos derechos. Si bien tanto las leyes como las prácticas reales se tienen en cuenta en las decisiones de calificación, Freedom House pone mayor énfasis en lo implementado en la realidad. En palabras más llanas: para Freedom House “del dicho al hecho hay un gran trecho” y el hecho de que un país tenga la “mejor constitución del mundo” y “el mejor defensor del pueblo del mundo», no resulta suficiente. Lo que sí es necesario y suficiente es que, además de las respectivas garantías legales, el conjunto de condiciones y opciones reales que le posibilitan a los ciudadanos de ese país participar en la vida política del mismo, estén verdaderamente implementadas y se respeten.

La edición de 2020 cubre la evolución del concepto de libertad de Freedom House en 195 países y 15 territorios desde el 1 de enero de 2019 hasta el 31 de diciembre de 2019. Adicionalmente y desde siempre, el portal suministra un archivo Excel con la información que sustenta su informe.

Tal como dije en párrafos anteriores, la libertad de Freedom House es una función de dos variables: derechos políticos y libertades civiles. A pesar de que la explicación de la puntuación de los componentes de las dos variables mencionadas es un tanto extensa para desarrollarla aquí, en el archivo Excel que suministra Freedom House, la puntuación se suministra simplificada: a cada una de estas variables se le asigna una calificación de 1 a 7, donde 1 representa la mayor nota (la menor ausencia de derechos y libertades) y 7 representa la peor nota (la mayor ausencia de derechos y libertades). El promedio de las notas determina el estado del país: Libre, Parcialmente Libre o No-Libre.

En el año 1998, Venezuela tenía nota 2 en derechos políticos. La descripción que acompaña a dicha calificación es: «Los países y territorios con una calificación de 2 tienen derechos políticos ligeramente más débiles que aquellos con una calificación de 1 debido a factores como la corrupción política, las limitaciones en el funcionamiento de los partidos políticos y los grupos de oposición y los procesos electorales defectuosos».

Entre 1999 y el 2019, Venezuela transitó siempre hacia la zona de peor nota, es decir, hacia la zona de mayor ausencia de condiciones y opciones reales: en 1999 ya tenía nota 4, a partir de 2005 y hasta 2015 obtuvo nota 5, a partir de 2016 y hasta 2018 obtuvo nota 6 y ya para 2019 se estrenó con la peor nota que un país puede tener en alguna de sus dos variables: 7.

La descripción que acompaña a la calificación de 7 es: «Los países y territorios con una calificación de 7 tienen pocos o ningún derecho político debido a la severa opresión del gobierno…».

La conclusión y respuesta a la pregunta planteada es sencilla desde la óptica de Freedom House: en Venezuela y desde 1999, es decir, en los últimos 20 años, la situación de derechos políticos de los venezolanos empeoró progresivamente hasta llegar a la situación actual: condiciones y opciones reales severamente limitadas.

 


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