La enología es una ciencia consolidada desde sus inicios; la primera escuela de enología del mundo fue la Station Agronomique et Oenologique de Bordeaux, Francia, fundada en 1880 y dirigida por el Profesor Ulysse Gayon, alumno del Doctor Luis Pasteur.

La definición de “enólogo” que estableció la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) en 1976 y que modificó en 2013 señala: es un experto en posesión de las competencias adquiridas a lo largo de una formación académica plurianual de nivel universitario específico que le permita ejercer el conjunto de las resoluciones de la OIV y que sea capaz, en las siguientes fases, de asumir la mayoría de las tareas que se indican:

Fase I: Producción de uva

  • Participar en la concepción, establecimiento y gestión del viñedo
  • Evaluar los criterios de madurez y decidir el momento oportuno de la cosecha.
  • Evaluar los criterios de calidad de las materias primas recibidas en términos de composición y de estado sanitario.

Fase II: Transformación de la uva, producción de vino

  • Controlar las operaciones necesarias para la vinificación, los cortes, los tratamientos, la crianza, el acondicionamiento y la conservación.
  • Elaborar productos de calidad, conforme a las prácticas enológicas que figuran en el Código de la OIV, y según las normas nacionales del país de origen y las normas internacionales vigentes.

Fase III: Control de la producción

  • Proceder a los controles analíticos (químicos, físicos, microbiológicos y sensoriales) del producto, en cada etapa de elaboración y hasta su consumo; interpretando los resultados en función de la etapa de elaboración y del destino del producto.
  • Encargarse del conjunto de los procesos y de los controles relativos a la gestión de la calidad, respetando las normas nacionales e internacionales.

Fase IV: Comercialización y adaptación de los productos al mercado

  • Formular recomendaciones, en el ámbito del marketing, relativas a la designación y la presentación del producto durante su comercialización en los mercados nacional e internacional.
  • Asesorar a los diferentes actores, desde la producción hasta la comercialización de los productos de la vid, y actuar eficazmente a su lado.

Fase V: Análisis

  • Considerar los aspectos éticos, incluyendo las consecuencias potenciales sobre la salud del consumidor; los factores económicos, sociales, medioambientales y técnicos y elaborar propuestas de medidas con el fin de adaptar la producción a las necesidades y exigencias.

@guillermo.vargasg  

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