DeFi (abreviatura de Decentralized Finance) es un término referido a aplicaciones en blockchains mediante las cuales se pueden ofrecer servicios financieros sin requerir para ello intermediación centralizada.

Además, DeFi es innovación en servicios financieros. A través de esta plataforma, los sistemas cerrados pueden transformarse en plataformas con tecnología abierta mediante el empleo de códigos abiertos, que son más accesibles y ofrecen mayor transparencia en las operaciones. Es usado en varias aplicaciones financieras que utilizan tecnología de criptomonedas o blockchain.

Reiteramos, es muy útil porque permite que cualquier persona a nivel global tenga acceso a servicios financieros, sin necesidad de intermediarios, a través de tecnología blockchains. Aproximadamente más de 1.700 millones de personas en el mundo no están bancarizadas. Con DeFi y empleando teléfonos inteligentes, un tercio de esa población tendría acceso a los servicios financieros necesarios, lo que les permitiría obtener préstamos, depositar fondos en una cuenta de ahorro o comercializar productos financieros complejo, sin requerir la apertura de cuentas en alguna institución financiera tradicional.

Lo que conocemos bajo el término DeFi convive con blockchains como Ethereum. Esta es una plataforma computacional de código abierto, empleada para construir aplicaciones descentralizadas.

Ethereum se diferencia de la plataforma Bitcoin, ya que facilita el desarrollo de otras aplicaciones y nuevos instrumentos financieros más personalizados que los tradicionales. De igual manera, a través de su libro de contabilidad digital, es posible que varias entidades conserven copias de su historial transaccional, lo que la hace independiente de un solo ente central.

Por ejemplo, el DTCC (Depository Trust and Clearing Corporation) desempeña el rol de  cámara de compensación central para valores financieros en el sistema financiero tradicional (es decir, acciones, bonos, etc.).  Por su parte, Ethereum actúa como cámara de compensación descentralizada para transacciones que involucran tokens y contratos inteligentes.

Actualmente, algunas aplicaciones DeFi están desarrolladas para permitir el acceso a financiamiento, compras en comercios, entre otros. La tecnología sobre la cual está basada permite que un tercero lo desarrolle sin necesidad de pasar por un tercero. Además, es confiable. Los usuarios no requieren revelar su identidad, lo que le imprime confiabilidad.

En aquellos casos en los cuales se emplee para uso exclusivamente financiero, el protocolo debe orientarse específicamente a aplicaciones financieras, entre ellas mercados de crédito, intercambio de tokens, emisión o intercambio de activos derivados, gestión de activos o mercados de predicción.

DeFi podría estar en la vía correcta para revolucionar el mercado de las finanzas digitales. Ya los bancos comenzaron a considerar a Bitcoin. Les sigue la plataforma Ethereum. Lo cierto del caso es que DeFi promete ser la innovación más notable en lo que se refiere a este tema. Los tokens DeFi, como el futuro Ether, podría significar un cambio de paradigma en este 2021.


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