Fundaredes exige libertad para sus activistas tras 100 días de arresto-los Tarazona

El perdón como ruta para la paz

El largo camino a la libertad, así se titula la biografía de Nelson Mandela, también convertida en película y documental etc. Para comprender la literatura y la película basta con valorar el eje transversal en todo momento de la obra existencial del gran líder sudafricano, que no fue distinto a incentivar el perdón como único recurso para conquistar la paz, en una nación dividida por la segregación racial, pasado a la posteridad como el Apartheid.

El desarrollo del perdón como ruta para conquistar la paz permitió la transformación de la conciencia de toda una nación y escaló al resto del mundo. De acuerdo con su filosofía, el perdón debe manifestarse en varias dimensiones, y valientemente lo ejemplificó en carne propia al perdonar a las autoridades que lo encarcelaron cruel e injustamente por largos 27 años, insistiendo que el perdón es natural porque no tiene tiempo para pensar en represalias. Así mismo ejerció singular liderazgo sobre todos los miembros de su partido durante la campaña a la presidencia de Sudáfrica, a quienes conminó a cerrar filas por la paz y jamás a tomar venganza sobre quienes por décadas los habían oprimido.

Desde su perspectiva, el acto del perdón nace de lo más íntimo de cada ser humano. Por su parte, la escritora alemán Hannah Arendt, después de estudiar el nazismo y sus repercusiones históricas, estableció que el perdón es la llave para dar pie a la acción política y a la libertad. En Venezuela lamentablemente estamos atrapados en una atmósfera de odios y resentimientos como una política del Estado venezolano, donde sin dudas el valor más olvidado y menos practicado es el perdón, sumergiendo a la sociedad en una carga espantosa de antivalores, que lo impulsa a lo confrontativo, y de esta manera jamás alcanzaremos la paz y la libertad.

Corresponde al liderazgo opositor y a la propia sociedad el acto altruista de valorar nuestra propia situación desde la perspectiva de Nelson Mandela. El perdón estrictamente desde el sentido espiritual debe ser abonado en la narrativa diaria, si deseamos sinceramente evolucionar desde el punto de vista del encuentro ciudadano, que nos permita distinguirnos como iguales dentro de la inmensa crisis que sufrimos todos los venezolanos, y así construir los puentes suficientes para lograr la libertad y la democracia. «Lo más fácil es romper y destruir. Los héroes son los que firman la paz y la construyen», Nelson Mandela.

Por los millones de ciudadanos divididos y confrontados, impregnados de odio, es hora de convocarnos a un estadio donde el amor y el perdón sean la guía determinante por encima del resentimiento impuesto por quienes han envilecido la sociedad.

El ejemplo de Javier Tarazona

Javier Tarazona es un ejemplo de compromiso social con el país, toda su vida la ha entregado a la promoción y defensa de los derechos humanos de los miles de afectados en Venezuela, ha sido la voz de los silenciados por el poder  dantesco de Nicolás Maduro, que solo conoce de odios y resentimientos.

Su detención por presiones de sectores militares asociados con los grupos guerrilleros ha sido un intento más por silenciar a quien ha mantenido la defensa de la soberanía del territorio nacional, tras los hechos evidentes de vulneración del mismo por componente de las FARC y del ELN colombianos. Su ONG FundaRedes se ha destacado por asumir con responsabilidad y sustentos probatorios una importante cantidad de eventos que han conturbado a la población, son 1.660 denuncias encabezadas por Javier ante el Ministerio Público, y las distintas instituciones del Estado venezolano, y también de orden internacional.

La cárcel injusta de Javier lo aproxima a la muerte, y el régimen lo sabe, y porque conocen de su estado de salud que se agrava a diario, es que procuran un hecho de esa naturaleza, solo capaz de ser impulsado por un sistema revestido de tal monstruosidad como lo es el que usurpa el poder en Venezuela. Recientemente ordenaron su atención médica, y su diagnóstico es severo de patologías crónicas, neumonía atípica con faringitis, con patologías base de híper insulinismo, hipertenso con frecuencia cardiaca elevada, hemorroides internas grado II, que han agravado por la alimentación a la que está sometido manteniendo sangramiento constante, teniendo así un deterioro progresivo de su salud, edulcorado por el estrés y la ansiedad, el terror al que es expuesto en el centro de reclusión, toda vez que el régimen conoce su estado de salud, y le niegan atención de salud plena. No es exagerado considerar que buscan su muerte, confinándolo a los calabozos donde falleció el general Raúl Isaías Baduel y en esa misma suerte 11 presos más a manos de la brutal dictadura.

Después de toda la crueldad que han derramado sobre Javier y su familia, quienes lo conocen y saben de su peculiar forma de ser, de su entrega ciudadana, en su corazón y conciencia no existe odio, por el contrario su cárcel es motivación para continuar en la defensa de los derechos del pueblo venezolano, de impulsar realmente las posibilidades de un cambio fundamental en el entendimiento de los sectores que disputan el poder en el país, su lucha y mensaje no se perderán en el odio y el rencor, toda su fuerza estará siempre destinada a unir y fomentar la paz, por encima de cualquier antivalor. Javier Tarazona no es un dirigente político, su cárcel no obedece a la tradicional persecución de dirigentes de partidos, o de oficiales militares que la tiranía teme de acciones que puedan obligar a retomar el cause del hilo constitucional, él es un notable defensor de los derechos humanos que jamás ha buscado protagonismo, ni premios por su conducta y compromiso, es un abnegado doctor en educación, profesor universitario, con un record asombroso en el ejercicio de su carrera, su cárcel es por educar, por defender la soberanía del país, por procurar conciencia y amor patrio, la lucha de Javier debe unir a los sectores del país, su ejemplo y compromiso no debe diluirse en el constante debate de intereses de los sectores que luchan por sobre ponerse uno sobre el otro, su figura debe reeditarse en miles de venezolanos para construir puntos de acuerdo que nos alejen primordialmente de los sentimientos que nos dividen, y a partir de ese momento empezar a provocar avances que signifiquen la superación de la maldad y la contextualización de un sistema donde imperen los derechos ciudadanos, sin condicionamientos políticos/ideológicos.

Libertad para Javier, libertad para el país

Implorar la libertad de Javier no puede verse como una rendición o una debilidad, es un elemento que debe distinguirse a la hora de buscar acuerdos, en vista de la existencia de sectores, que desde su visión consideran que a la tiranía se debe desafiar y confrontar hasta el final, desde esa perspectiva se anula, las nociones de democracia por las cuales se lucha, seria la negación de la propia búsqueda donde la sociedad pueda construir una comunidad política de otras características.

Desarrollar conceptos de consenso, acuerdos, cooperación social, solidaridad, tan solo como una narrativa y actuar en contra corriente de ellos nos ha alejado siempre de la posibilidad de la construcción de una Venezuela diferente, bajo ese esquema siempre ha navegado el régimen de Nicolás Maduro, negando los derechos de la población, minimizándolos exclusivamente al sector que lo acompaña, así dividieron a la población para impulsar el odio.

Con cientos de presos políticos, civiles y militares la tiranía venezolana sabe que su agotamiento es real, y sus complicaciones son diversas geopolíticamente, antes de agudizarse la confrontación, que es una opción latente, es justo retomar el perdón como eje central de una solución pacifica, pensar en la excepcionalidad del caso sudafricano da para inferir que esa situación no es exportable a una situación como la Venezolana, por lo que también se debe dar un paseo por los hechos trágicos, envueltos de penas y amarguras que aun sacuden las distintas sociedades que se vieron en la necesidad de transitar esos dolorosos momentos, pues todos desde los mas recientes hasta los mas antiguos, las transiciones en Europa del Este, hasta las revoluciones del siglo XVIII, hasta la transición española, no hay una sola que no comparta situaciones de guerras, luchas, autoritarismo, aunque sean en sentido distinto, pero propiamente experimentamos mucho de eso, jamás debemos pensar que no se pueda ir más a fondo, con implicaciones por supuesto en el pueblo, pero también para quienes sostienen el poder.

Por todo esto es que debemos como sociedad dar un salto cualitativo, porque el proceso de transición a la democracia esta presente, y no podemos permitir que nos ahuyente, debemos saltar hacia el, la comunidad política representada en los partidos, debe proporcionar una identidad que concrete definitivamente el modo fecundo del espíritu humano, hasta ahora ha sido una deuda que no ha sido posible resolver, no se transciende de estrategias y propuestas, todas carecen de identidad que alcance las expectativas de la población.

Ahora bien, en un proceso transicional como el que se plantea en este justo momento, se debe tocar las fibras sociales y estremecerlas, por ello están importante que el movimiento político adquiera credibilidad, que exista identificación del propósito colectivo con el propósito que se identifica dentro de los liderazgos que pujan por hacer real las esperanzas de la población.

La libertad de los presos políticos abrirá un hito importante para abandonar la venganza como medio de imponer un escenario político distinto al actual, el teniente coronel Igbert Marín Chaparro, preso político militar, salvajemente torturado, ha propuesto que un representante de los presos políticos se incorpore a la mesa de negociación nacional, moderada por el Reino de Noruega, ese preso político perfectamente pudiera ser Javier Tarazona, su lucha y sus constancia, además de su compromiso con el país,  lo hacen poseedor de un espíritu equilibrado, con garantías para unir y construir aun en los momentos mas pesados, alejándonos del odio, del resentimiento, teniendo el espíritu de Nelson Mandela y la guía del perdón en lo mas profundó de su alma.

Su libertad puede francamente abrir cause para la libertad de todos.

@jufraga12


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