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El régimen narcocriminal y genocida entronizado desde hace un cuarto de siglo en Venezuela se niega, por las buenas, a dar paso al vital cambio de conducción para nuestra nación.

Sabemos que cuenta, dicho narcocriminal régimen, con una parte cómplice de la cúpula militar corrompida, de un aparato parapolicial y paramilitar creado a imagen y semejanza del castrocomunismo-cubano, pero también de un aparato político y comunicacional para la manipulación a lo interno y externo, bajo las mismas premisas de seducción, compra y chantaje de personas. Mediante sus agentes, desde malandros de barrio hasta seudodiplomáticos y narcojueces, son  malandros para los negocios internacionales, con los cuales cometen sus inhumanas tropelías.

Lo lamentable es comprobar aún en la situación venezolana, que debemos superar a cualquier costo, la existencia de esa suerte de legión de seudodirigentes políticos necios que, como los llama cínicamente Cabello, son “patriotas cooperantes”, cómplices por acción u omisión de cuanto gravemente le ha ocurrido y le sigue ocurriendo a la población venezolana. De allí el insólito éxodo de la cuarta parte de ella. De ello tendrán que dar cuenta en su momento.

El asunto de un candidato sustituto:

No había todavía el Tribunal Supremo de Justicia de anterior directiva terminado de mostrar sus contradicciones internas sobre la inconstitucionalidad de la inhabilitación de María Corina Machado, cuando ya algunos farsantes-fariseos comenzaron a hablar de un “plan B”.

Acatando la necesidad de aclarar la real disposición o no de la cúpula del narcorrégimen de transitar el camino del acuerdo político para ir a elecciones presidenciales razonablemente equilibradas, María Corina introdujo recurso jurídico en defensa del derecho, no de ella en particular, sino de más de 2,5 millones de ciudadanas y ciudadanos que la elegimos en elecciones primarias limpias para ¡ser nuestra abanderada tricolor! Se intentó esa carta para dar oportunidad al cumplimiento de los acuerdos de Barbados, evidenciando ante la comunidad internacional el talante irrenunciablemente democrático de nuestro movimiento ciudadano.

Respaldado por actores internacionales del peso de Estados Unidos y de la Unión Europea, y luego de esos esfuerzos por construir un camino a la transición pacífica, llevando a efecto una elección presidencial en Venezuela durante el segundo semestre de 2024, preparada con tiempo y ejecutada del modo más transparente y verificable posible, para bien de la gran nación venezolana, la tiranía fabrica el nuevo Tribunal Supremo de Justicia del castromadurismo, perpetrando su más reciente crimen de lesa humanidad, como es la negación de justicia, no a María Corina Machado sino al prácticamente consenso de 3 millones de electoras y electores que en uso de nuestros derechos civiles y políticos, reitero, elegimos a nuestra candidata presidencial conforme a derecho.

Romper el dique antidemocrático de la imposición de una inhabilitación administrativa inexistente en nuestro ordenamiento jurídico-constitucional es lo que requerimos para llevar las aguas de la libertad hacia los campos fértiles de nuestra gloriosa nación venezolana.

¿Si no hablamos de sustitución, de cuál agenda hablar?

No es momento de claudicar para ajustarse a las necesidades y designios de una tiranía narcocastrista e internacional y de su títere que, en apuesta por mantenerse vía el continuismo de su supuesto “hombre fuerte” con Nicolás Maduro en Miraflores, nos pretende mantener definitivamente como esclavos de una serie de agentes internacionales e intereses que con arbitrariedades judiciales, agresiones de grupúsculos armados, encarcelamientos, torturas y asesinatos sigan llevando el terror a nuestra sociedad venezolana.

Contra el régimen Frankenstein, las intervenciones internacionales que ha promovido y ejecutado en suelo venezolano, como la de ascendencia árabe-terrorista de procedencia iraní, del Líbano y Siria. De las colombianas del ELN, las disidencias-Farc.  La vorágine de ambición y lujuria siguen el ecocidio en curso, con daños al ecosistema de ríos, flora y fauna de la región de Guayana. Las incontroladas y voluminosas extracciones en contrabandos de oro, y otros minerales estratégicos diversos el régimen criminal ante el que hemos resistido se apuntala bajo una diplomacia de mentiras y manipulaciones que negocian petróleo e intereses de trasnacionales de este mercado, mientras los venezolanos continuamos peleando, gracias a la estirpe de mujeres como Maria Corina Machado, y no de necios que se prestan a la narrativa del falso juego adelantado de una supuesta inminente sustitución.

La Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, habla de la necedad como la acción de practicar el ateísmo, el rechazo a Dios, la maldad, la estupidez y/o la carencia de conocimientos. Ese no es ni será norte para nuestro movimiento ciudadano de libertad y justicia acá en la tierra.

Ahora, y hasta el final, con nuestra líder al frente, María Corina Machado, estamos formando la legión de ciudadanos 600K, desde donde quiera que estemos. En medio del fragor de la lucha por nuestros derechos humanos a la libertad y a la democracia en nuestra Venezuela, así como en Cuba, Nicaragua o cualquier otro lugar del planeta donde respire un ser humano con ansias de vivir dignamente, allí estará nuestra causa de un amor invencible, por los siglos de los siglos, amén.


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