No suelo escribir sobre Venezuela, en primer lugar, porque no sigo a diario la política venezolana, pero en segundo lugar, porque me deprimo profundamente de ver el desolador estado de mi país y recordar hace 29 años cuando comencé a escribir alertando del futuro negro que se venía sobre él de llegar la dictadura comunista, de la mano de Chávez. Claro, el “Venezuela no es Cuba” me descalificaba tildándome de loco, fanático, etcétera; pero la verdad es que me quedé corto, jamás pensé que Venezuela llegaría a este nivel de miseria moral, política, social, económica; preveía que seríamos como Cuba, pero estamos infinitamente peor.
Desde el mismo 1992 al conocerse los documentos de los insurrectos se veía claramente su adoctrinamiento castrista, no entiendo cómo medio país se cegó pensando que “sería un segundo Pérez Jiménez”, lo cual de por sí ya auguraba una dictadura para el país.
Las élites que se arrodillaron ante el chafarote Chávez y lo llevaron al poder pensaron que lo dominarían como a un títere, la Iglesia que no se había quitado el San Benito del izquierdismo, pero sobre todo Caldera, que sobreseyó el caso de los sublevados, otorgándoles derechos políticos, cuando podido indultarlos, lo cual los liberaba, pero les dejaba conculcados los derechos políticos, son los culpables de la situación actual de Venezuela.
También culpable es la mayor parte de la oposición venezolana que se aferra a la salida electoral para derribar a la dictadura comunista, sin querer aprender de la historia que nos enseña que ningún régimen comunista sale por vías democráticas.
Esto último llevó al colaboracionismo de la oposición, que se plegó a las condiciones del régimen insistiendo en ir a elecciones totalmente amañadas por el régimen, la misma Smartmatic confesó el fraude y aún así estos colaboracionistas siguen dizque creyendo en la quimera de que van a ganar las elecciones, acá se aplica perfectamente el aforismo de Einstein “locura es querer lograr por los mismos métodos soluciones diferentes”, salvo que en este caso no es locura, sino sinvergüencería.
Esta sinvergüencería de la MUD (para simplificar la oposición, pues se cambia de nombre, pero siguen siendo los mismos de la MUD) que solamente hasta 2019 empezó a hablar de dictadura, y todavía no se atreven a describir la tiranía de Maduro como comunista, permitió la Cubazuela, esas dos naciones en una que proclamó Chávez, que en realidad era la paradójica situación que una pobre minúscula isla, dominase como un imperio a un colonial grande y rico país. Los tan denigradores del imperio, en verdad crearon uno el del socialismo del siglo XXI, en la cual Cuba domina a una serie de colonias (Venezuela, Nicaragua, Bolivia, dominó a Ecuador, que se salió heroicamente y tiene un área de influencia con Brasil- que se zafó con Bolsonaro, Argentina y México). Este imperio del socialismo del siglo
XXI se amplió con Perú y está a punto de ganar Chile y Colombia, pues no se aprende de la experiencia ajena.
Pero la Cubazuela con todo lo denigrante que es, tiene un atenuante, con todo y el colaboracionismo de la oposición, esta mal que bien intentaba, aunque por medios equivocados, de salir de la tiranía comunista. Pero ahora Venezuela inicia un nuevo y aberrante ciclo histórico la Vichyzuela.
El Régime de Vichy (1940-1944) es el nombre con el que informalmente se conoce al régimen político instaurado por el mariscal Philippe Pétain en parte del territorio de Francia, tras la firma del armisticio con la Alemania nazi en el marco de la Segunda Guerra Mundial. El sistema político se encuadraba en los regímenes autoritarios de la época y es deudor del corporativismo, mostrando simpatía visible hacia la ideología fascista. Como consecuencia del Armisticio del 22 de junio de 1940, el Ejército alemán ocupó el norte de Francia, incluso Paris, y toda su costa atlántica, abarcando casi 60,0% del territorio metropolitano de Francia, donde el poder efectivo residió en la Jefatura de la Wehrmacht, aunque de jure el Tercer Reich reconoció formalmente la autoridad de Pétain sobre todo el territorio francés. No obstante, de inmediato Hitler procedió a establecer un régimen administrativo puramente alemán sobre las regiones de Alsacia y Lorena, anexadas en la práctica al Reich, estableciendo la germanización de ambas, expulsando a los habitantes que deseaban conservar la nacionalidad francesa. Los alemanes mantuvieron al gobierno de Petain creando con ello la ficción de una Francia independiente y porque para los intereses nazis les convenía que la administración Vichy siguiera en sus manos debido a los elevados costos humanos y materiales de instalar una burocracia puramente alemana. Mientras Francia se subordinó a la Alemania nazi.
Ni más ni menos eso es lo que está sucediendo en Venezuela, Maduro liberó a Freddy Guevara para que suplantase a Vecchio en la mesa de capitulación de México, y anunciase la capitulación de la oposición llamando a la cohabitación “Freddy Guevara confirmó el cambio de estrategia, en una rueda de prensa que ofreció este martes 31 de agosto, y propuso un acuerdo de convivencia política” (https://efectococuyo.com/politica/claves-acuerdo-de-convivencia-politica-freddy-guevara/ ).
Ya desde el “acuerdo de entendimiento la MUD se dejó ver las costuras, pues legitimó al régimen comunista al hablar de “Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela” y “Plataforma Unitaria”, designarlas como partes, etcétera. En la primera ronda se entregó completamente al régimen al denunciar la injusticia de las sanciones y permitir que por ejemplo Maduro incorporara los DEG del FMI en el balance de las reservas cuando ni siquiera puede hacer uso de ellas. Maduro llegó al colmo de incorporar a su testaferro el preso Saab y la MUD ni siquiera dijo esta boca es mía, a partir del próximo viernes finiquitará la entrega del país a la tiranía del socialismo del siglo XXI, seguramente perfeccionando la legitimación del régimen con el llamado de los últimos reticentes de la MUD a las elecciones del 21N, con ello se cerrará el círculo, Maduro dirá que es una democracia (por eso su cínico llamado a debatir sobre eso) puesto que la oposición participó en las elecciones, la MUD se conformará con unas cuando mucho 5 gobernaciones y un puñado de alcaldías, con esto Biden acatará las órdenes de su partido entregado al ala de extrema izquierda dirigida por Ocasio- Cortés y cancelará las sanciones y entregará los activos a la tiranía comunista.
Carlos Fuentes declaró al régimen priista “la dictadura perfecta” pues el PRI ejercía el poder absoluto con el disfraz de elecciones y una oposición de bolsillo, pero por lo menos los que mandaban eran mexicanos. Ahora en la Vichyzuela, ni siquiera eso, no recurrirán a un gobierno de fachada como el de Petain, el dictador Maduro ejercerá directamente el poder, y será una dictadura aún más perfecta que la del PRI, pues será una tiranía comunista, la dictadura de los Soviets de Lenín, ahora llamada el Estado Comunal del socialismo del siglo XXI, con lo cual los tales “espacios de poder” de la oposición, esas gobernaciones y alcaldías por las cuales la MUD se vendió desaparecerán.
Rescato a Guaidó de esta actitud colaboracionista, sé de buenas fuentes que él se ha opuesto a esta Vichyzuela, pero le faltó coraje, se necesita de un nuevo liderazgo firme y coherente que luche, como De Gaulle y Churchill, contra ese régimen colaboracionista de la MUD, lamentablemente no puede ser ese liderazgo conducido por Guaidó, pues si no pudo liberarse de Leopoldo y Capriles, menos lo va a poder hacer de Raúl Castro, Vladimir Putin, Xi Jinping con el apoyo de los grupos terroristas FARC, ELN y Hezbolá.
Los colaboracionistas siempre responden a las críticas con la retahíla de “y entonces qué propones”, yo acá hago un esbozo de lo que pienso se debe hacer:
- Estar claros de que es una lucha a largo plazo.
- Diseñar una estrategia pertinente para esa lucha.
- Esta se debe basar en tácticas de resistencia.
- Para esa resistencia es menester conformar una masa crítica de luchadores de base, al estilo los comités en cada barrio de AD y Copei.
- Para la conformación de esa masa crítica se debe hacer un llamado a los liderazgos sociales que luchan denodadamente contra el régimen, pero sin ayuda del liderazgo político.
- La protesta social y la conspiración a nivel militar serían los pilares de la lucha (se debe acabar con el discurso antimilitarista de la MUD y socavar la dominación de la tiranía sobre los cuadros militares medios con un verdadero plan de acción que los entusiasme a nivel suficiente para contrarrestar la persecución, toda tiranía cae por la implosión de su base de sostén).
- Esto es, como dije, un plan a largo plazo, así como el comunismo sembró a un grupo liderado por Chávez y esperó quince años a llegar a puestos de comando, así se debe cooptar comacates para que al llegar a mandos superiores implosionen el régimen.
- Paralelo a todas estas acciones se debe hacer una labor de educación en valores democráticos liberales, que permitan el sacudimiento de la población oprimida del Estado comunista opresor.
- Para esto se necesita de un nuevo liderazgo que tenga verdaderas características de estadistas.
- Por nuevo no quiero significar jóvenes, sino más bien renovado, encabezados por asesores veteranos como Pedro Pablo Aguilar (muy viejo y enfermo, pero muy lúcido), Oswaldo Álvarez Paz, Carlos Canache, Humberto Calderón Berti, dirigido por un estadista como Antonio Ledezma, y comandado por figuras de edad media como María Corina, César Pérez Vivas, William Dávila y Agustín Berrios, y secundados por jóvenes libertarios que están iniciándose en la lucha democrática, obviamente esto significa una depuración de los colaboracionistas de la MUD (todos estos nombres son solamente indicativos del tipo de liderazgo requerido, obviamente son solamente ejemplos muy selectivos de la miríada de líderes que existen para esta tarea).
- Indispensable para el triunfo es la ayuda exterior y vital el rol de la diáspora venezolana, a este último punto dedicaré el próximo artículo.