ONU Ucrania Donbás Leópolis, El Nacional-la ONU Ucrania
Foto: AFP

Hace unos días la invasión rusa contra Ucrania cumplió, contra todo pronóstico inicial, 100 días. Según el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ya se han registrado 4.044 muertos civiles y 4.826 heridos, entre los cuales fueron asesinados 262 niños y 415 heridos. Estos datos son a la baja, probablemente la cifra sea mucho mayor. De momento hay casi 7 millones de ucranianos que han huido por el terror y las matanzas rusas, abandonaron el país, fundamentalmente ancianos, mujeres y niños. Otros 8 millones se trasladaron de ciudad. Es demasiado fácil matar civiles indefensos y utilizar estas acciones para ganar una invasión cruenta, criminal e inhumana con el único objetivo de recuperar el antiguo imperio de la URSS y asegurarse Putin su eterno mantenimiento en el poder, para consolidar su influencia y poder en el mundo sobre los dirigentes políticos y países totalitarios, tramposos y gamberros.

Putin creyó que su agresión imperialista iba a ser un paseo militar y se encontró con un pueblo heroico y luchador, con la fuerza de la razón, la defensa de la patria y con el apoyo en la distancia de Occidente.

La realidad es que, según información del gobierno ucraniano, han muerto más de 30.000 soldados rusos, además de perder 208 aviones, 174 helicópteros, casi 1.400 tanques, más de 3.300 vehículos blindados, casi 650 de artillería, 207 lanzacohetes, 93 defensas aéreas, 2.275 vehículos, 13 barcos, 515 aeronaves no tripuladas, e interceptaron 120 misiles.

Creo en los datos que informan tanto Ucrania como Occidente, no así de los que aportan los rusos. En destrozos de infraestructuras civiles, hospitales, colegios, población civil, incluso niños enfermos y ancianos, el ejército de Putin arrasa prácticamente en datos graves e injustificables contra cero por parte de los ucranianos. Los rusos han destruido más de 120 hospitales, más de 200 ambulancias civiles y más de 500 farmacias, bombardearon sin escrúpulos la maternidad y el Hospital Infantil de Mariúpol.

No creo que ninguna guerra tenga sentido ni justificación, cuando no hay ni siquiera una motivación, es todavía más grave, cuando es una invasión unilateral es más atroz, cuando ni siquiera se cumplen las normas de la Convención de Ginebra y cuando se utiliza el asesinato premeditado, el ataque a población civil, matanza de niños, enfermos y ancianos es un crimen de guerra y de lesa humanidad.

Aún y con la guerra militar absurda y tramposa de los rusos, los números de militares muertos y armamento destrozado la victoria es de Ucrania y de su estrategia basada en la inteligencia la información, el esfuerzo de sus luchadores y en la fuerza moral y ética de la razón.

Aquí no hay más remedio que recordar la lucha de David contra Goliat, la de un chico no muy fuerte contra un gigante en la que ganó David. Como el Goliat ruso va perdiendo y si sigue así va a perder estrepitosamente, quiere exigir que desde occidente abandonemos a David sin ayuda e incluso le quitemos la piedra y la onda para inutilizarle contra el gigante. Eso sí, Goliat puede hacer lo que quiera y como quiera, matar niños, destruir hospitales, violar mujeres, utilizar bombas prohibidas incluso en la guerra y gases igualmente prohibidos. Por mucho que el próximo domingo y el siguiente Macron y Francia tengan elecciones parlamentarias, sigo sin entender a Macron pidiendo evitar la humillación de Rusia para que “cuando cesen las hostilidades podamos encontrar la salida por una vía diplomática”.

Estoy de acuerdo con lo que dice el canciller de Ucrania, Dmytro Kuleba, cuando dice “será mejor que todos nos centremos en cómo poner a Rusia en su sitio. Esto traerá la paz y salvará vidas”. Esta triste petición de Macron es como si en la Segunda Guerra Mundial alguien hubiese pedido evitar la humillación de Hitler. Otra cosa sería que después de superar la invasión rusa con la victoria de Ucrania y una vez sean responsables de las indemnizaciones por destrozos, asesinatos, cargo del coste de recuperación de las infraestructuras y edificios destrozados, entonces habría que dar una salida a Rusia como país y a sus ciudadanos, que no son los culpables de las atrocidades de Putin y su gobierno. Siempre con la condición de la vuelta del país y su estructura política al funcionamiento democrático y el respeto a las libertades y los derechos humanos.

Zelenski ha declarado que “Ucrania ha hecho lo que parecía imposible, lo que muchos no querían creer”. Debo repetir que hicieron lo que ni siquiera imaginaron los máximos defensores de Ucrania que eran y son la Unión Europea y Estados Unidos. Fue la capacidad de lucha y valentía del pueblo ucraniano los que potenciaron una espiral virtuosa de defensa de Ucrania, junto al apoyo del mundo, la batalla de las ideas y la capacidad de comunicación del presidente Zelenski. La Unión Europea incapaz de ponerse de acuerdo en asuntos de política exterior y menos en temas de defensa va encontrando un cierto camino de defensa de Ucrania muy superior al esperado, aunque bastante inferior al adecuado y deseable. No obstante, nunca en este tipo de situaciones la Unión Europea había llegado tan lejos. Una muestra más de los crímenes de Putin es el secuestro de más de 200.000 niños que se ha llevado a Rusia. El Ejército ruso está sufriendo importantes motines y deserciones y algunos de los que regresaron temporalmente a Rusia se niegan a volver a la zona de guerra.

Hace una semana la Unión Europea acordó el embargo de petróleo ruso, pudiendo llegar a reducir las compras en 90%, permitiendo a Hungría seguir con su abastecimiento. Es un paso no total, pero suficiente para cumplir la mayor parte de este objetivo concreto. Hay que seguir con el gas y sobre todo plantearlo como hemos mantenido en diversas ocasiones como un paso sin retorno y encaminándonos a la necesaria y urgente transición energética y contra el cambio climático.

En el día 103 de la invasión continúan las amenazas rusas, si no les dejamos hacer lo que Putin quiere, que no es otra cosa que continuar con los asesinatos, fundamentalmente de civiles, la destrucción del país y sus infraestructuras, permitiéndose usar armamento de todo tipo y de forma masiva, pero que Ucrania no lo tenga, quieren que David luche contra Goliat sin piedra que lanzar. Vivimos en un mundo global en lo que todo influye en el presente y futuro de la vida de todos los habitantes del mundo. En Ucrania, más allá de los terribles crímenes de lesa humanidad de Putin, hay consecuencias negativas para la paz, la democracia y las libertades. En el mundo hay un enfrentamiento soterrado y organizado entre los totalitarios, tramposos y gamberros contra los demócratas y defensores de las libertades, la democracia, la igualdad, el Estado de bienestar y la fraternidad. De lo que ocurra y cómo se desarrolle la invasión de Ucrania depende la democracia en el mundo. Todo influye en todo.

Ayer en México, Morena, el partido de López Obrador ganó en cuatro gobernaturas, la de Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas y la oposición ganó en Aguascalientes y Durango. En Colombia, contra los pronósticos previos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales pasaron el esperado triunfador Gustavo Petro y la sorpresa de Rodolfo Hernández, con un elemento añadido de que ahora para la segunda vuelta parece con más probabilidades de victoria la de Rodolfo. El día 19 habrá 3 importantes elecciones, las colombianas, las elecciones legislativas francesas en doble vuelta el 12 y el 19 de junio, en la que se espera una mayoría suficiente de la coalición Juntos formado por el partido de Macron la República en Marcha y las fuerzas del Movimiento Demócrata, Horizontes y Actuar. También las elecciones de las andaluzas en España que son importantes porque marcarán el inicio de un posible cambio político en España.

El candidato del PP a la presidencia de Andalucía, Juan Manuel Moreno, tiene asegurada su victoria. Este triunfo es el preludio de una posible victoria generalizada en mayo de 2023 en las elecciones municipales y de 13 autonomías del Partido Popular liderada desde hace apenas 2 meses por Alberto Núñez Feijóo. Probablemente Sánchez querrá agotar la legislatura al máximo para finales de 2023 y de paso poder ejercer como presidente rotatorio de la Unión Europea. Pienso que se equivoca, puede poner en riesgo el futuro a medio y largo plazo de su partido el PSOE. Curiosamente una encuesta de Sigma Dos así lo refleja, ya que son sus electores y los electores de sus socios en el gobierno los que demandan abrumadoramente elecciones anticipadas a sabiendas de que las perdería.

Debo terminar este capítulo demandando más esfuerzo y unidad de la Unión Europea en su apoyo a Ucrania, la entrega por parte de todos de más y mejores armas a los ucranianos, acelerar el corte total o casi total de hidrocarburos con Rusia incluyendo el gas, entender que la invasión va para largo y que los atajos son peores y dañinos para el futuro, la democracia y las libertades.

http://carlosmalodemolina.com/


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!