El comunismo, como sabemos, tiene por costumbre la inversión de la realidad a través de la manipulación de la historia. En Colombia su principal interés ha sido tapar los horrores de su sanguinaria violencia desatada contra el pueblo inocente por parte de sus creaciones, las guerrillas narcoterroristas, especialmente las FARC. Es por ello que dentro del acuerdo de entrega del país a las FARC realizado por el traidor a la patria Juan Manuel Santos se constituyó una Comisión de la Verdad, para elaborar una narrativa que sería la base de la elaboración de una “verdad” oficial que realizara el cometido arriba señalado. Nadie mejor para presidir esa tarea que el cura comunista De Roux, quien presentó el informe bien llamado por la senadora Cabal la “Omisión de la verdad”. En este artículo finalizaremos la serie dedicada al análisis del libro elaborado por el Centro Democrático para desvirtuar tan canalla infamia.

En un interesante capítulo de un autor anónimo, “Informe de la Comisión: para que los victimarios del ayer sean los héroes hoy”, hace un estudio de cómo la comisión ha convertido a las víctimas en victimarios y viceversa. “Los peores victimarios ahora posan como guardianes de la moralidad, defensores de la gente y protectores de los derechos humanos”, se pregunta. “Lo que más me intriga es cómo estas personas pueden salirse con la suya con esta gran mentira. La respuesta es que ellos dominan los grandes megáfonos de la cultura, de la academia, de la televisión, de la radio y las redes sociales”. Le respondo que esto es precisamente la guerra cultural, la nueva versión de la lucha ideológica del marxismo, a la cual le he dedicado varios artículos en este y otros medios.

Señala muy pertinentemente este autor que “el informe de la mal llamada ‘Comisión de la Verdad’, no sólo es una gran mentira, este es una amenaza para la existencia de la democracia constitucional misma, para los amantes de la libertad, la libre empresa, la propiedad privada, la libertad de expresión y el libre mercado”.

La gran dirigente antioqueña Margarita Restrepo en Presente y futuro, detalla el horror cometido por estos criminales de lesa humanidad contra niños inocentes. “Cada vez son más los niños que son integrados bajo presión a las organizaciones violentas, que son separados agresivamente de sus hogares para convertirlos contra su voluntad, en generadores de muerte y dolor”. Margarita muy acertadamente se pregunta: “¿Por qué el gobierno nacional no conmina a los grupos al margen de la ley, llámense FARC o ELN, para que desvinculen de una vez por todas al 100% de los niños que hoy están esclavizados por ellos?, ¿por qué el gobierno insiste en negociar con grupos terroristas que permanentemente reclutan niños, niñas y adolescentes para integrarlos como combatientes, cocineros, esclavos sexuales? Los procesos de paz son una sumatoria de hechos de paz”. Mi respuesta es que porque esa es la finalidad de la dictadura del farcsantismo para la cual se creó esta abominable comisión del padre De Roux: crear una historia manipulada para beneficio de los victimarios.

Finaliza el libro con una recopilación de testimonios escalofriantes de las víctimas olvidadas por la comisión comunista de De Roux y una detallada cronología, este libro es un hito en la historia política colombiana, pues frente a la indolencia del establishment frente al narcoterrorismo llegando al grado extremo de la sumisión ante la dictadura del farcsantismo, se posiciona como un valeroso ejemplo de dignidad al retratar y analizar una etapa histórica contemporánea signada por lo más aberrante que ha sucedido en Colombia: la estrategia subversiva del comunismo para aniquilar la democracia y su horripilante intención de invertir la realidad convirtiendo los victimarios en víctimas.

Llamo a que se haga un esfuerzo más enérgico en su difusión, enmendando algunos errores de los que se ha percatado el brillante jurista y analista político José Alvear Sanín, que me hizo llegar en un mensaje que aprovecho para publicar en aras de que se enmienden rápidamente:

“Muy importante, Alberto, su reseña del libro del Centro Democrático sobre la fraudulenta comisión de la verdad dirigida por el falaz cura de roux, para la deformación de la historia. El contenido del libro es esencial, pero el Centro Democrático cometió varios errores gravísimos. En primer lugar, no lleva isbn, lo que les impidió la exoneración del 9 por ciento de IVA. Pero lo menos grave es el extracosto, porque el libro sin isbn no puede ser recibido en las bibliotecas públicas, lo que quiere decir que no puede cumplir su objetivo de desenmascarar la desinformación de los hechos, deliberada y de mala fe, que realiza de roux al servicio de la siniestra agrupación comunista a la  que pertenece. Los editores del libro tampoco  presentan el pie de imprenta, ni la página legal, lo que sumado a la ausencia de isbn, no permite la obtención del depósito legal. Ojalá haya una segunda edición corregida de tan necesaria publicación”.


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