«Pienso que no solo hay que calmar a los hinchas del fútbol, sino que hay que calmar también al ser humano y cambiar el modo de ser de la sociedad, porque los estallidos de violencia en el fútbol no son más que la proyección de eso. Hay que cambiar las mentalidades y pacificar al ser humano».

Gabriel García Márquez

Tengo una perspectiva distinta para evaluar los acontecimientos actuales e interrelacionarnos con la historia universal. Años de lectura quizás han logrado reafirmar en mí el pensamiento del filósofo Jorge Ruiz de Santayana -“El hombre que no conoce su historia está condenado a repetirla”-, por eso insisto tanto en narrar en cada artículo parte de la historia como marco referencial.

Estas dos últimas décadas transformaron nuestra antigua antropología social de manera tan grotesca que serán una referencia histórica, el propio “autosuicidio” de nuestra sociedad en todos sus estratos. Lo anterior, no hay forma de expresarlo en forma delicada. A los venezolanos les corre por sus venas “la viveza criolla”, esa viveza que he calificado en varias oportunidades como irresponsabilidad ciudadana. En promedio podría afirmar que como sociedad, carecemos de una mínima formación intelectual y académica. Me explico: es concluyente que muy a pesar de esos cuarenta (40) años de democracia y su aporte. Seguimos siendo ignorantes.

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Argentina campeón. El destino y la influencia que Lionel Messi pudo en el pasado hacer, fue ignorada desde su juventud por muchos de los directores técnicos que lo tuvieron en su equipo: Pekerman, Basile, Diego Armando, Batista, Sabella, Martino, Bauza y Sampaoli. Ninguno de ellos le instó a reflejar el protagonismo que tenía. Quizás no valoraron su liderazgo por envidia o ignorancia. Llegó Leonel Scaloni y cambió el futuro del equipo. Eligió a cada uno de sus muchachos, por sus talentos individuales para así lograr una cohesión a manera colectiva. El actual director técnico del seleccionado argentino fue un destacado jugador. Fue campeón en el Mundial Sub-20 en 1997 (Malasia), tercero en el Preolímpico Suramericano en el 2000 (Brasil) y participante en los cuartos de final de 2006 (Alemania). Se destacó entre los grandes. Pero nunca fue campeón. No llegó. No era su momento.

“Estoy a merced de un destino que no es el mío”.

Gabriel García Márquez. El general en su laberinto.

Con solo 44 años, Scaloni como director técnico protagonizó el retorno de Argentina al campeonato mundial del deporte rey. ¡No lo hizo solo, lo conquistó en equipo! No todos triunfamos en el mismo escenario independientemente de nuestra preparación y  talento. El tiempo y las circunstancias conspiran con nuestras metas, pero el destino podríamos cambiarlo con sabiduría e inteligencia. Argentina lo logró como equipo.

El equipo democrático que enfrenta a un régimen con más de cuatro lustros en el poder ha ignorado, por envidia o ignorancia, el talento, la preparación y cada una de las cualidades de ese conjunto de individualidades que aun estando a su disposición para contribuir al triunfo de “La squadra azzurra” de la tarjeta unitaria, nunca fueron tomados en cuenta. No fueron llamados a contribuir con su talento.

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Un nuevo equipo conformado por el mejor director técnico en cuanto a sabiduría y experiencia, Henry Ramos, ha designado a un joven abogado de 45 años como capitán y líder del equipo que pretende obtener en una disputada final la copa por el retorno a “Miraflores”. Su confrontación democrática para acceder a la máxima instancia del Poder Ejecutivo nacional, emula las mejores y grandiosas batallas cívicas que nos harán retornar a nuestro Estado de derecho. Lucha que contribuirá -luego de su triunfo- a consolidar el retorno progresivo de nuestra institucionalidad democrática. Triunfo que nos hará levantar la copa de la alegría y de ese futuro promisorio con el que soñamos todos los venezolanos.

El equipo argentino no triunfaba desde 1986. Lo logró en 2022.

El equipo de la democracia no triunfa desde la contienda electoral de 1998.

Con ese viejo experto como nuevo director técnico, con un joven capitán al frente y con trabajo en equipo, lograremos triunfar este 2024. Diez años menos que lo que vivió el equipo argentino.

Nuevos líderes con equipo y sabiduría esculpirán la piedra de la historia.

 

 


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