Corrían los años noventa y en la Universidad Central de Venezuela, un grupo de jóvenes comandados por Ahmed Sleiman, inventaron un evento bellísimo titulado: “La Tarde de las Risas Azules”. Allí, Ahmed logró reunir a los mejores humoristas y comediantes de Venezuela para, en el Aula Magna, presentarse ante casi 3.000 muchachos maravillosos que lo único que querían era reír y ser felices. Por este evento pasamos muchos jóvenes y viejos: Cayito Aponte, Laureano Márquez, Emilio Lovera, Pedro León Zapata, Wilmer Ramírez, Rolando Salazar, Óscar Yanes, Carlos Donoso, Tania Sarabia, Carlos Sicilia, el Sapo Graterolacho y muchos otros artistas. Ese evento aún se realiza año tras año en la UCV.

Antes de salir al escenario, durante una de esas tardes azules, me sentí maravillado por lo bien organizado que estaba el espectáculo y no pude evitar felicitar al joven Ahmed y darle un consejo:

-Mira muchacho, yo sé que estudias politología y que algún día quieres ser presidente de Venezuela, sin embargo, la vida y el talento te están mostrando un camino difícil pero bello, como lo es la producción de espectáculos. Dedícate a eso. Te va a ir muy bien

El tiempo pasó y aquel consejo Ahmed lo llevó a la práctica. Fue así como el politólogo graduado con honores, junto con su hermano Hassan, fundaron Only Ticket Eventos y hoy están celebrando 25 años de éxitos.

Justamente, a propósito de la celebración de estos 25 años han invitado a Venezuela al Dr. Mario Alonso Puig y por suerte y carambola, también yo fui invitado a la magistral conferencia “Creer es crear”.

Ojalá hoy lean hasta el final esta reflexión acerca de la conferencia del Dr. Mario, porque les confieso que es difícil explicar con palabras las emociones. Es como el amor, lo sentimos, a veces nos casamos y hasta tenemos hijos, pero si nos preguntan ¿qué es el amor?, uno se queda pensando la vaina antes de responder. Casi nadie tiene una respuesta para pregunta tan difícil, como difícil es explicar qué hace y dice Mario Alonso Puig. Difícil también es explicar por qué lo siguen, o mejor dicho, por qué lo seguimos miles de personas. El Dr. Mario vino a Caracas para hacer una función e hizo tres, cada una con más de 1.000 espectadores. Yo vi la última a las 10:00 de la mañana y la verdad es que en la sala no cabía ni un alma más.

¿Ven cómo es la cosa? Llevo media reseña y aún no he dicho nada. Pero por eso no dejen de leer. Sigan, ahora es cuando esto se pone bueno.

Al Dr. Mario, para comenzar, Dios le dio la estrella del histrionismo. Cuando sale al escenario, el público, inmediatamente, se instala como enchufándose a él. Sus armas, un acento español con voz de locutor, una dicción perfecta que atrapa a los asistentes expectantes y una expresión corporal que incita a prestar atención. La emoción por este extraño hombre, para mí, es rara y es que tengo una especie de resistencia a escuchar o leer cosas relacionadas con libros o charlas sobre crecimiento personal, sin embargo, al comenzar Mario a hablar, me di cuenta de que esto era otra cosa. Mi prejuicio se vino al suelo y me dejé llevar por la magia de la conferencia porque de eso se trata el asunto. Él es un mago, pero diferente, ya que revela sus trucos.

También me sentí identificado porque, salvando las distancias, en los shows o charlas que frecuentemente hago, tengo muchísimas coincidencias con nuestro amigo. Es una forma de ver optimistamente la vida, incluso en los peores momentos. Es agradecer por lo increíble de estar vivo y estar viviendo.

Nuestra vida es gigante y a veces nos la hacemos enana, es más fácil acordarnos de las cosas que no nos gustan y de lo malo, que de las cosas que nos gustan y de lo bueno que nos ha pasado. Mario dice: “A veces eres una enorme águila calva que se mira en el espejo y en lugar de ver reflejada su grandeza, ve la imagen de un pollo y como tal te comportas”.

El Dr. Mario Alonso tiene algo de las técnicas que los verdaderos comediantes utilizamos con el público, el empleo del humor. Eso me atrapó. Me sentía raro haciendo lo que a veces yo le pido al público que haga cuando van a verme.

Tengo una bella amiga llamada Rakel Sosa quien vive en Alemania y se gana la vida haciendo respirar a la gente mientras la ayuda a meditar. A pesar de su insistencia y de su voluptuosa belleza, nunca logró hacerme respirar ni meditar. Pues, les confieso, que este doctor tan feo lo ha logrado, no sólo conmigo sino con mil personas a la vez.

Insisto, me siento raro escribiendo esto. Confieso haber sido un pecador escéptico, pero, la verdad, es que fue maravilloso lo que sentimos en esa “conversación con nuestro corazón”. Conversación que me recordó «El Credo» que escribió mi padre Aquiles Nazoa. Fue realmente conmovedor el momento de hablar con nuestro corazón compartido con mil participantes más.

Qué vaina nos ha echado este señor, quien de verdad nos ha puesto a reflexionar y nos ha enseñado que esta maravilla casual llamada vida es en realidad una lotería que nos ganamos. No fue fácil estar en esa conferencia, pudimos no haber estado. Fuimos el espermatozoide ganador entre 3 millones de posibilidades que un día se le acercaron a un óvulo.

Imagínense por un momento qué hubiese pasado en el mundo si no hubiésemos nacido Mario Alonso Puig, Ahmed Sleiman y yo. En realidad, no habría pasado nada, simplemente que usted tendría en su bolsillo el monto de la entrada y no estaría leyendo esto. Lo peor es que a nadie le importaríamos ni nadie nos extrañaría y lo peor de lo peor, que no habrían existido las tardes de risas azules ni los fabulosos eventos de Only Tickets. Tampoco nadie habría podido asistir a la conferencia del Dr. Mario Alonso Puig y nadie comprendería por qué “Creer es Crear”. Nadie les contaría hoy esta historia y nadie les recordaría, queridos lectores, lo que mi padre escribió: “Creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres…”.

Por supuesto, sin nosotros, la vida existiría y seguiría, pero no sería tan bonita y divertida.

@claudionazoa


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