La estrategia sanitaria Covid Cero que Xi Jinping ha abrazado con pasión e irreversibilidad está cobrando un precio alto: el de su popularidad y el de la inquebrantable sumisión de los chinos a los dictámenes de Pekín.
La ciudadanía comienza a mostrarse descontenta con el tratamiento del covid que están dando las autoridades de su país, o al menos, el malestar ya se está haciendo protuberante e intenso a través de las redes sociales. La viralización de videos contentivos de manifestaciones de rechazo público ha estado provocando la potenciación de la diatriba.
Por lo pronto, los funcionarios siguen siento irreducibles en cuanto a dar ese indispensable golpe de timón que salvaguarde la salud de la población pero que no vulnere incrementalmente la salud económica de la gran potencia. Parece evidenciarse de manera flagrante, para esta hora, que el ejercicio sanitario de estricto confinamiento no ha podido impedir que se produzcan cifras récords de contagios en las últimas semanas. La política lleva más de dos años en vigor y llegó a dar resultados eficientes hasta que la variante ómicron descontroló la planificación de contención.
El episodio de Shanghai con sus 26 millones de habitantes encerrados hace ya más de 2 semanas, sin movilidad y con serias dificultades de aprovisionamiento de alimentos, ha sido la gota que ha colmado la copa de la lealtad de la ciudadanía. Pero, además, el efecto del encierro de una ciudad de inmensa gravitación en la dinámica comercial del mundo ha colocado la crisis en titulares planetarios. No olvidemos que se trata del mayor puerto de contenedores del planeta.
Pero el asunto va mucho más allá de la visibilidad de Shanghai y del efecto sobre su población local. Algunos estimados señalan que al menos 23 ciudades con una población combinada de 190 millones de personas están sometidas a cuarentenas totales o parciales en este momento. Hay data oficial que señala que debido a las restricciones de movilidad, una tercera parte de los agricultores de las provincias de Jilin, Liaoning and Heilongjiang no cuentan hoy con los insumos necesarios para las siembras de granos que deben darse en primavera. Estamos hablando de 3 enclaves responsables por la producción de granos para 1.400 millones de bocas. Los inventarios de fertilizantes en algunas regiones están ya 80% por debajo de los niveles habituales y se hacen esfuerzos inmensos para intentar normalizarlos.
Lo anterior, sumado a las dificultades de aprovisionamiento del sector industrial, provocan falta de transparencia en la evaluación que se hace desde el alto gobierno de los resultados de la política Covid Cero, pero ya es un secreto a voces que alcanzar 5,5% de expansión del producto interno del país no será posible este año. Y notemos que este porcentaje es el más bajo de las últimas tres décadas. Contra viento y marea. las cifras anticipadas por el gobernante Xi deben alcanzarse y retroceder no es una opción. Por el contrario, Xi exige a sus ciudadanos cada vez mayor perseverancia.
Como de costumbre, los políticos en la capital esconden el sucio debajo de la alfombra argumentando que lo que existe a nivel de la prensa del mundo libre es una perversa estrategia comunicacional de Occidente orientada a la descalificación, ya que la realidad es que la ciudadanía está siendo monolítica en su apoyo al modelo oficial.