Gran esfuerzo está realizando Colombia para que los demás países latinoamericanos tomen conciencia de la situación migratoria venezolana, y del papel fundamental que deben desempeñar los países hermanos en situaciones extremas de necesidades y auxilios.

La semana pasada Carlos Alfonso Negret, defensor del pueblo de Colombia, pidió a Ecuador y Perú que accedan a crear un corredor humanitario para migrantes venezolanos; igualmente, se dirigió a Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, solicitándole que ayude a actualizar varios protocolos y acuerdos en materia de refugiados (Efe, 4 de septiembre de 2019). Por otro lado, Felipe Muñoz Gómez, gerente colombiano de la frontera con Venezuela, manifestó que Colombia desea una coordinación más estrecha y efectiva con los países vecinos cuando se trate de decisiones sobre el flujo migratorio de venezolanos. (Efe, 6 de septiembre de 2019). En el puente internacional de Rumichaca, que conecta a Colombia con Ecuador, se encuentran miles de venezolanos que intentan pasar a Ecuador, bien sea para establecerse en Quito u otra población ecuatoriana, o para seguir camino a Perú. En Huaquillas, puesto fronterizo entre Ecuador y Perú, también se concentran venezolanos para alcanzar Lima o seguir hasta Tacna-Arica para finalmente lograr llegar a Chile. Se dice rápido pero este recorrido dura semanas y hasta meses.

Y es que son por todos conocidos los sufrimientos y las penalidades por las que pasan los emigrantes venezolanos al desplazarse por la vía terrestre hacia los demás países de Centro o Suramérica, sin embargo pareciera que en lugar de seguir manifestando y demostrando solidaridad en las situaciones de necesidades humanas, últimamente los países hermanos, históricamente aliados y solidarios, están mostrando una conducta contraria, de indolencia e insensibilidad. El pasado 26 de agosto Ecuador, país pionero en la implementación de la “ciudadanía universal”, que promueve la libre movilidad de todos los habitantes del planeta, por lo cual no se requiere el visado sea cual fuese su procedencia, ¡ha impuesto como requisito la visa a los venezolanos!, siguiendo la línea de Perú (a partir del 15 de junio de este año) y Chile (a partir del 22 de junio), que lo hicieron previamente, con la intención de frenar la entrada de migrantes venezolanos. Ya Panamá lo había implantado hace dos años, en octubre de 2017. (Voz de América, 4 de septiembre de 2019).

Más de 1 millón de venezolanos han cruzado la frontera Colombia-Ecuador en los últimos 2 años, la mayoría con destino a Perú y Chile. De esa cifra, más de 300.000 se quedaron en Ecuador, y se esperaba que este número creciera a 500.000 hacia finales de año, lo que ya no ocurrirá pues la demanda de visado ha reducido el número de migrantes drásticamente. (DW, 4 de septiembre de 2019).

Ecuador, Perú y Chile acordaron crear, la semana pasada, un grupo técnico de trabajo para “gestionar una migración segura y ordenada del éxodo venezolano”, tras una reunión de representantes de los tres países que se realizó en Quito. Aun no se tienen resultados concretos y no se conocen los objetivos y beneficios finales deseados del grupo técnico. No se tiene certeza de la intención, si es de la implementación del corredor humanitario para migrantes venezolanos solicitado por Colombia o, por el contrario, del incremento de restricciones para “un mejor manejo y administración de la gestión migratoria”, así como del conocimiento “de experiencias sobre la verificación de documentos” (Efe,4 de septiembre de 2019). Esperemos con optimismo los resultados.

Actualmente, el ciudadano venezolano requiere visa para entrar a Chile, Ecuador y Perú en Suramérica; Trinidad y Tobago, Aruba, Bermuda, Santa Lucía, El Salvador, Honduras, Guatemala, Cuba, Panamá y Puerto Rico en Centroamérica. Estos son los países de nuestro continente que, a pesar de conocer la crisis que vivimos, han decidido restringir en los últimos años la movilización de los venezolanos a través de la exigencia de visa. (El Nacional, 26 de julio de 2019); (Sabrina Martín, 26 d agosto de 2019).

La historia rendirá cuenta del proceder de las personas y las naciones, lo que sí es seguro es que premiará a nuestra hermana Colombia, que a través de Muñoz Gómez, aseguró que mantendrá sus fronteras abiertas a los venezolanos. Tal vez el corredor humanitario para migrantes venezolanos sea ilusorio; sin embargo, lo realmente tranquilizante es la disposición de un país hermano con auténtica actitud solidaria.

 


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