Buenos días, amigos hermanos venezolanos. Un afectuoso saludo desde el exilio. Quiero enviar un fraterno abrazo a nuestros hermanos civiles, militares y pemones que luchan cada día por la libertad de nuestro país. En esta oportunidad quiero hacer un análisis breve sobre un conjunto de realidades que nos afectan, tanto dentro como fuera del territorio nacional. Y, por favor, entiendan que estas reflexiones se hacen como crítica constructiva.

Créanlo, es un problema grave que está afectando no solo nuestra reputación sino la  credibilidad como venezolanos que estamos en medio de un conflicto que es prácticamente un estado de preguerra y es la inconsistencia entre hechos y relatos. Se ha destapado una olla podrida que involucra a cualquier cantidad de funcionarios del régimen de Maduro, que hoy están siendo acusados ante la Corte Penal de La Haya, y ante estos hechos hay gente con ciertas susceptibilidades, incluso diputados, que se niegan a condenar el régimen de Maduro.

Lo cierto es que en Venezuela la oposición debería realmente dedicarse a un tema y es la ruptura del orden democrático por parte de Maduro. No tenemos democracia ni Estado de Derecho en Venezuela, no tiene sentido sesionar en la Asamblea Nacional sobre la corrupción del régimen o cualquier otro aspecto de la vida ciudadana cuando sabemos que los ministros no acuden a las interpelaciones, simplemente el régimen no reconoce el Poder Legislativo, ellos ya tienen su propio poder constituido en la asamblea nacional constituyente, que incluso tiene la capacidad de remover la inmunidad parlamentaria de diputados electos legítimamente en la Asamblea Nacional.

Esa perversidad propia del mundo de Kafka lo que ha generado es una gigantesca disociación, es tratar de ser un diputado virtual y es lo que me lleva a esta crítica. ¿Qué estamos haciendo realmente para cambiar esta situación? Entiendo que hay gente que vive su vida y hace lo que considera mejor, así que si deciden voltear la cara y no ver lo que le pasa a sus compatriotas es totalmente comprensible, muchos argumentan y con razón que se cansaron de esperar por alguna acción contundente de sus líderes.

Naturalmente que ser opositor del régimen de Maduro no es cosa de niños, se necesita gente consciente de que en nuestro país no hay una democracia sino un totalitarismo militar que tiene como objetivo convertir la república en un Estado comunista. Venezuela no es como España, donde se puede ser opositor sin el riesgo de que te maten, de eso se trata la democracia. Y ocurre en cualquier sociedad democrática por que tradicionalmente el concepto de democracia no puede negar la existencia del conflicto social, de hecho se alimenta de eso, y es la razón de la existencia de una burocracia constituida en república que es la que resuelve o intenta mediar entre los ciudadanos, por lo tanto, también es el motivo de la existencia de los partidos políticos que se constituyen en canales para la representación del pueblo, que es donde reside el espíritu de la libertad, y con esta frase recuerdo una de mis clases de política: una cita de Maquiavelo que decía que “el resguardo de la libertad debe estar en manos del pueblo -quienes desean adquirirla- ya que este luchará para mantenerla”.

Maquiavelo se refería a que era necesario un principio moral unificador, que en su época él identifica con una religión, pero que en nuestro tiempo se traduce en un comportamiento del liderazgo, y ese es el motivo del por qué creo necesario que se repiense la actitud de la oposición frente a la tiranía de Maduro.

En este momento el régimen de Maduro solo tiene un objetivo, generar una imagen de normalidad, ganar tiempo y sostenerse con apoyos de gobiernos de izquierda, eso incluye a los llamados países moderados socialistas, muchos en Europa y América del Sur.

Maduro está ganando tiempo y aliados, se ha manejado muy bien en el caos y se ha valido precisamente de incongruencias dentro de la oposición, y aunque entiendo que parte de la estrategia para restituir la democracia en Venezuela incluye cercar y asfixiar al régimen de Maduro, lo cierto es que esta medida también está afectando a millones de compatriotas que están dejando su vida, muchos de ellos muriendo antes de que podamos ver algún efecto real en Maduro.

A esto me refiero cuando digo que debemos unificar criterios y generar un principio moral superior para poder llevar adelante un proceso de restitución democrática.

De lo que estamos plenamente seguro es de que en Venezuela tenemos una total falta de democracia, una ruptura del orden democrático y ausencia de libertades que se ha traducido en el horror que vivimos los venezolanos de persecuciones políticas, hambre, negligencia hospitalaria, corrupción administrativa a nivel de desfalco público que ha conducido al destierro de millones de venezolanos.

Entonces, lo más lógico es desde la Asamblea Nacional sesionar en principio para reivindicar el derecho de los venezolanos a la libertad. Pienso que todos los días se debe hacer un reclamo de elección libre, como un mantra, todos los días sesionar para convocar elecciones presidenciales y también todos los días reivindicar la memoria de aquellos que ya no están y cayeron luchando por la libertad de nuestro país.

@estebanoria


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