Las tiranías utilizan los procedimientos democráticos para intentar legitimarse ante las instituciones vigilantes de los derechos humanos con la intención de influenciar en la obtención de certificados como defensores de los derechos universales del hombre.

Ello aunque parezca un contrasentido lo han logrado alcanzar autoridades causantes de genocidios en sus países por décadas, como el caso Libia y Egipto en el pasado, como  en la actualidad Cuba y Venezuela.

Estas naciones cual lobos disfrazados de corderos intentan pasar inadvertidos ante la opinión mundial para evitar ser solicitada la revocación de las designaciones por estar incursos sus gobernantes en delitos de lesa humanidad ante el tribunal Internacional de La Haya, hechos criminales que por su gravedad no prescriben en el tiempo.

En Venezuela Nicolás Maduro Moros estimulado por el fallecido dictador Hugo Chávez Frías de la nación suramericana quien le precedió, aplica las mismas políticas violatorias, así como la indebida administración de los recursos fiscales y las riquezas materiales para lucrarse.

Ante tales circunstancias adversas para sus ciudadanos, la Asamblea Nacional procede a la destitución de Nicolás Maduro por estar incrimino en graves transgresiones y designa en calidad de presidente interino de Venezuela al diputado Juan Guaidó. Ello conforme establece la carta magna bajo la premisa de ejecutar tal decisión legislativa, formar un gobierno transitorio, convocar elecciones libres y transparentes.

El acto comicial será conducido bajo la guía de un Poder Electoral cuyos miembros serán independientes de cualquier militancia partidista para garantizar la pulcritud del proceso y su resultado.

Ninguno de los puntos anteriormente reseñados se han logrado y hoy la popularidad del diputado Guaidó se ve seriamente afectada conforme indican las encuestas de opinión, hasta el punto que dirigentes opositores al régimen de Maduro también se atreven a señalar como conveniente la salida del poder interino del estelar dirigente y la escogencia de un líder legislativo que haga realidad la salida del tirano.

Buscan lo críticos dar el primer paso para acabar con la usurpación del poder para luego proseguir hacia la realización de comicios.

María Corina Machado de Vente asiste convocada por el legislador del litoral venezolano a reunirse para tratar lo concerniente la unidad nacional.

Machado expresa, según manifiesta luego, no participar en reparo alguno al pueblo por cuanto no se han resuelto los planteamientos formulados en razonamiento del 16 de julio del 2017, cuando formularon tres preguntas: ¿Rechaza y desconoce la realización de una Constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo venezolano? ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional? ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los poderes públicos de acuerdo con lo establecido a la Constitución, y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como la conformación de un gobierno de unión nacional para restituir el orden constitucional?

El sí recibió un contundente apoyo, pero su  ejecución no ha sido realizada por cuanto el tirano en cuestión hace caso omiso apoyado por militares golpistas se manteniéndose en el poder de manera ilegal e ilegítima junto a grupos irregulares de formación extremista.

El rechazo a la  convocatoria de elecciones legislativas con un directorio del Consejo Nacional Electoral formado indebidamente en su casi totalidad por incondicionales del gobierno usurpador, unifica a la oposición.

La dirigencia partidista regional considera se debe corregir que la administración provisoria esté conformada por amigos y no por expertos funcionarios educados en funciones de estado en el pasado debe cesar; la no implementación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca en los términos planteados por los países que en la OEA dieron su Visto Bueno por desidia de los funcionarios de la cancillería itinerante debe ser resuelta; e igualmente dejar de   escuchar emisarios del gobernante objeto de la destitución  para  establecer una administración conjunta.

Muchos de estos pensamientos son rechazados por la tendencia de centro-derecha de María Machado en la misiva que enviara a Guaidó luego de su encuentro con el mandatario temporal.

Los disidentes de los partidos tradicionales que se han prestado a maniobras burdas de intervención puntual no logran reconducir la militancia hacia el callejón oscuro de la traición.

La salida de Maduro por usurpador, desvincularse de las mafias enquistadas en la oposición enviadas por la  dictadura, retomar  oportunidades perdidas injustificadamente en el pasado, no tomar la unidad para maniobrar, conformar  un procedimiento  legal  para que la coalición internacional  de ayuda humanitaria custodiada pueda  llevarse a cabo  en los mismos términos establecidos en la Constitución, son aspectos de urgente resolución para salir del poder rojo que enluta la nación.

La unidad es el frente común que ofrece mejores oportunidades para la victoria. Guaidó está apoyado por sesenta naciones en el mundo, pero ello es fruto del trabajo creador de todos en la única ruta que el pueblo sigue, y esta es  la salida de Nicolás Maduro del poder por cualquier vía.

No piensen  en  maniobras de salón, porque siempre será mejor vivir en la calle haciendo causa común para sacar al invasor comunista de Venezuela.


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