Llevar a cabo investigaciones socioeconómicas sobre la base del análisis de la opinión pública no deja de ser un trabajo complejo y lleno de inacuracidad (inexactitudes, imprecisiones) como consecuencia del comportamiento humano que ante determinadas interrogantes basadas en algunos instrumentos de investigación eluden, sesgan o expresan opiniones controvertibles o no sinceras. Esos factores, unidos a los de naturaleza técnica pueden hacer llegar a los investigadores de opinión pública con resultados falsos o tergiversados. Las encuestas de opinión pública deben basarse en instrumentos de pesquisa diseñados con  la menor cantidad de variables posibles, de forma tal que no se presten a confusiones en las respuestas, que incorporen preguntas de control inteligentes y psicológicamente diseñadas para desechar intenciones subjetivas, que puedan ser detectadas y, además que provengan de un contexto perfectamente limitado, donde el marco de referencia sea definido, controlado y en lo posible, homogéneo, o incluso hacerlo homogéneo mediante un tratamiento adecuado de clasificación de tal manera que permita reflejar la opinión de diversos grupos etarios, de género y  condición social.

Lograr esas condiciones requiere experticia en los diseños de los instrumentos, así como conocimiento estadístico para el desarrollo de pruebas experimentales previas que permitan ajustarlos hasta llegar a un conjunto de preguntas y de opiniones medibles, claras y luego, definir un marco poblacional adecuado dentro de un entorno perfectamente definido para el alcance establecido.

Estos primeros elementos son claves a la hora de plantear los objetivos de una investigación para intentar medir variables de carácter social o económico  y estimar los parámetros que reflejen la  opinión pública dentro de los objetivos planteados, y de formular las respectivas hipótesis de trabajo para su comprobación experimental mediante pruebas de significación dentro de un error de estimación fijado y que facilite el análisis de la data, interpretación, cálculo de estimadores y de sus respectivas inferencias. Es absolutamente indispensable que además de un buen diseño permita la obtención de la base de datos de origen individualizada y confidencial, acompañada de un modelo de investigación por muestreo probabilístico que facilite el sondeo en poblaciones muy grandes, y que se defina un universo perfectamente claro cuyo entorno sea absolutamente preciso donde la toma de información permita medir la opinión de sus integrantes de forma tal que sean seleccionadas con igual probabilidad y se garantice la representatividad. La definición de un marco muestral se hace necesario para fijar el alcance del estudio, que ese marco sea compatible con el universo o población total de donde provenga y finalmente se introduzca un método de muestreo que logre medir la representatividad de cada uno de los estratos sociales a los cuales se hizo referencia anteriormente

Definido el marco muestral es necesario fijar como objetivo crear núcleos compatibles y homogéneos de la población, quiere decir, clasificar a los elementos poblacionales atendiendo a las variables que se investigan, construir núcleos o conglomerados aproximadamente homogéneos y dentro de ellos estratificando a posteriori las unidades de estudio. La condición científica del caso es que sea información válida y filtrada, es decir, que cada unidad última de estudio tenga la misma posibilidad de ser seleccionada, esta es la clave para poder fijar criterios válidos con métodos científicos confiables, suficientes, eficientes y consistentes para sacar conclusiones válidas.

En sondeos de opinión sobre la opinión de las personas y diferentes tópicos disponen de un procedimiento muy conocido metodológicamente, es un muestreo por etapas estratificado por conglomerados que cubran estados, distritos municipios, parroquias, cuadras, calles, número de viviendas y familias; incluyendo a individuos o unidades de estudio que tengan las características de género, edad, ingresos y profesión debidamente estratificados que definan el perfil de la persona a solicitar para que exprese su opinión. En esa metodología los estratos mayores por ejemplo, regiones se definen los conglomerados en las cuales se ha dividido geográficamente un municipio y se debe disponer de una selección probabilísticas usando  la generación de números aleatorios tomando en consideración el tamaño de la población, y un factor de ponderación o de participación en dicho conglomerado, de manera que su selección sea debidamente proporcional al tamaño poblacional definidos con factores de peso previamente calculados en función de la población censal, y estudios hechos al respecto.

Este método conocido como Encuesta de Hogares es muy popular y fue diseñada por expertos estadísticos con fines censales y luego para ampliar detalles del mismo mediante selecciones muestrales. Todavía esta metodología se aplica, sin embargo, en la dinámica social contemporánea se han apreciado grandes dificultados por varias razones entre ellas: la distribución geográfica de la población la cual se ha dinamizado mediante migraciones, traslados o éxodos. También se ha hecho obsoleta la cartografía la cual no se ha actualizado debidamente incluyendo el conteo de viviendas. Todo ello ha cambiado la estructura demográfica del país entero de forma dinámica. En consecuencia, el soporte técnico para la selección de muestras de integrantes de una familia dentro de una vivienda y su localización ha cambiado y las muestras tienden a no ser representativas, y mucho menos eso ocurre cuando las muestras son muy pequeñas, como se aprecia en la mayoría de las encuestas conocidas.

Estos procedimientos están afectando la confiabilidad de los estudios de opinión considerando que los tradicionales encuestadores se centran en este tipo de encuestas cuyos resultados están reflejando esa falta de confiabilidad, obviamente sin considerar factores externos tales como los de carácter ético, económico o compromisos con los patrocinantes. A esto se añaden las grandes limitaciones que presentan las estadísticas oficiales que no están actualizadas y que las estimaciones publicadas están basadas en los censos de población y vivienda caducos y están muy lejos de estar actualizadas incluyendo su virtual desaparición pública.

En un proceso de encuestas masivas, sus indicadores resultantes tienden a aproximarse a los valores reales, por tanto, de manera global, se construye un marco de comportamiento social de donde podemos extraer una muestra de esa población clasificada por países, estados, municipios, parroquias, edades, sexo, profesiones, ingreso o condición social y consecuentemente una muestra probabilística con un tamaño adecuado. La resultante es que sondeada la opinión del caso por los seleccionados reflejarán estimadores precisos y sus inferencias tienen confiabilidad y márgenes de errores muy pequeños. Disponernos entonces de una metodología mejor que las muestras de hogares y de las que usan ciertas encuestadoras cuyas limitaciones metodológicas le hemos examinado y no muestras resultados de confiabilidad adecuados y como consecuencia las encuestadoras han perdido credibilidad, la acusan de conflictos de intereses con sus patrocinantes y mecho peor cuando sus actores se convierten en comunicadores de sus propias conclusiones dejando de lado la imparcialidad del análisis.

El diseño de mejores métodos de muestreo es una necesidad para lograr confianza en los resultados de una investigación de opinión pública, y requiere de la construcción de una red comunicacional masiva, extraer combinaciones muestrales de diversa naturaleza aprovechando el amplio desarrollo digital y uso de los manejadores de datos de cuyos procesamientos permiten el análisis de la data de forma dinámica, en tiempo real  y obtener estimadores insesgados adecuados para interpretar una realidad particular.


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