La deliberada política exterior de aislamiento internacional que se lleva a cabo actualmente, conlleva graves consecuencias para el futuro de los nicaragüenses. La lógica imperante es no tolerar ninguna crítica de otros países y organismos internacionales, con el argumento de la defensa de la soberanía nacional.

Pero el problema radica en que el Estado de Nicaragua ha adquirido compromisos para la defensa de ciertos principios y derechos, como los derechos humanos, las libertades y la democracia, al haber suscrito y ratificado en la Asamblea Nacional acuerdos y tratados con otros países, lo que les otorga el derecho de reclamar cuando no se cumple con lo acordado.

El reciente voto en la Asamblea General de Naciones Unidas, a favor de la anexión de cuatro provincias de Ucrania a Rusia, fue el único voto favorable a Rusia en el continente americano, ya que Cuba, Venezuela y Bolivia se abstuvieron, dejando en evidencia que tal como el régimen sandinista de los ochenta se sometió a la URSS, el actual se somete a Rusia, contradiciendo el argumento de la defensa de la soberanía nacional. También se continuó profundizando el aislamiento internacional al romper relaciones diplomáticas con Holanda y expulsar a la embajadora de la Unión Europea.

¿Se puede mantener la economía a flote con este aislamiento internacional tan profundo? La respuesta es que depende de la decisión de los países con los que comercia Nicaragua. El día que ellos decidan cerrar sus mercados, no será posible sostener la economía y entonces se llevará a la población a un empobrecimiento aún mayor que el que sufre actualmente.

Corea del Norte también tiene una política exterior de aislamiento internacional y rechaza muchos acuerdos y tratados internacionales que los comprometen, para evitar los reclamos correspondientes. Su principal socio comercial es China, como pretende el régimen que se convierta nuestro país. Tiene más del triple de población que Nicaragua, con un PIB/cápita (ingreso promedio anual por habitante) de 1.200 dólares, comparado con el nuestro de 2.100 dólares. Una pobreza 42% mayor que la que tenemos aquí. En ese país se pueden apreciar claramente las consecuencias del aislamiento internacional combinado con China como principal socio comercial, que conduce a una situación económica mucho peor que la actual, que se encuentra en la cola de América Latina.

Por eso es necesario que los nicaragüenses restablezcamos la libertad y la democracia en nuestro país, para poder asegurarle a nuestro pueblo un futuro de progreso en libertad.

 


El autor es presidente de honor del Partido Conservador (PC) de Nicaragua.


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