Con Mercedes Diez Negrillo, destacada abogada ambiental venezolana.
Por Pablo Kaplún Hirsz [1].
Hoy presentamos la entrevista a una conocida abogada ambientalista venezolana, Mercedes Diez Negrillo.
―Mercedes, tú eres una destacada abogada ambiental venezolana, me gustaría que para nuestros lectores nos hagas un apretado resumen de tu trayectoria.
―Verás Pablo, yo nací en León, España y a los 7 años mis padres me llevaron a Maracaibo, donde estudié y me gradué de abogada. En 1981 nos asentamos en Caracas; allí estudié una maestría en Administración del Ambiente en el IUPFAN; posteriormente hice el doctorado en Ecología en el Instituto de Zoología Tropical de la UCV, pero me quedó pendiente la defensa de la tesis, por lo que sigo siendo doctoranda. Paralelamente fui profesora de Derecho Ambiental en los posgrados de Agronomía, Cendes y Geografía de la UCV y de la misma materia en el CIDIAT-ULA, en la Unellez-Cojedes y en cursos cortos en la Universidad José Antonio Páez de Valencia hasta 2016, año en que me trasladé a mi patria de origen, España, radicándome en Barcelona.
Trabajé en el Ministerio del Ambiente, primero en la Consultoría Jurídica y luego en la Dirección General de Planificación del Ambiente-POA, como directora de Normas Técnicas Ambientales. Esa ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi carrera, porque tuve la oportunidad de compartir, trabajar y aprender con ingenieros, arquitectos, geógrafos, agrónomos, biólogos, sociólogos y otras profesiones, porque la tarea de planificar el ambiente precisa de todas ellas. En 2003 renuncié y me dediqué por dos años a trabajar en mi tesis de doctorado en Ecologia, sobre cómo la falta de agua incide en el despoblamiento de La Guajira. Regresé como asesora contratada a POA hasta 2010.
En 2005 comencé a estudiar un doctorado en Derecho en la Universidad de Castilla la Mancha, en el Campus de Toledo, el cual culminé en 2009 con el Certificado DEA -Diploma de Estudios Avanzados-, que me acredita como investigadora en Derecho. Quedó pendiente la defensa de la tesis sobre Gestión del Agua en el Derecho Comparado de España y Venezuela.
En 2010 fui contratada por la Alcaldía Metropolitana de Caracas para redactar la Ordenanza Ambiental del Área Metropolitana de Caracas, la cual fue aprobada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal; posteriormente fue actualizada y aprobada por el Cabildo Metropolitano, pero la desaparición anticonstitucional de esta instancia administrativa no permitió su publicación ni su aplicación.
El 24 de julio de 2016, la Alcaldía Metropolitana de Caracas me distinguió como Ciudadana Ejemplar y el Cabildo Metropolitano en el Día del Abogado del mismo año me otorgó un reconocimiento “por mi “labor cotidiana en pro de la Justicia, la Libertad y los Fundamentos de la Nación, establecidos en la Constitución”. Todavía me pregunto: ¿Qué hice yo para merecer eso?
―Tú no has perdido contacto con Venezuela, desde allí solemos recibir terribles noticias en relación con los problemas ambientales; sin embargo, también los conocedores recibimos buenas noticias de venezolanos que no desmayan en hacer del nuestro un país especial. ¿Tienes en ese sentido algo que compartir con nuestros lectores?
―Efectivamente, mi relación con Venezuela será de por vida, no solo porque allí permanecen 3 hermanos, un sobrino y muchos otros hermanos de esos que uno va consiguiendo en la vida, sino porque Venezuela me dio la oportunidad de formarme y después servir como formadora de la pasión ambiental durante mi etapa de profesora universitaria, que duró desde 1994 hasta 2014. En esa etapa conocí jóvenes y menos jóvenes que optaron por hacer del ambientalismo una opción de vida; algunos decidieron ser a su vez profesores, otros crearon fundaciones y asociaciones ambientalistas, muchos participan en empresas de estudios de impacto ambiental y los más participan en ONG, y mesas debate sobre problemas ambientales y como resolverlos.
En el Ministerio del Ambiente y en la Alcaldía Metropolitana conocí y sigo en contacto con mucha gente valiosa que sigue trabajando, sin sueldo y sin horario, por la calidad ambiental de los ecosistemas del país y la de sus ciudades y pueblos. Desafortunadamente, la alcaldía fue cancelada “de un plumazo”, perdiéndose la oportunidad de seguir con la Educación Ambiental que desde allí se impartía, a funcionarios, escuelas y en foros y debates para público en general.
Me gustaría nombrar a algunas asociaciones, fundaciones y organizaciones no gubernamentales que continúan trabajando, a pesar de todo, por conservar la diversidad biológica del país, protegiendo hasta donde pueden las áreas bajo régimen de administración especial, vigilando y denunciando la gravedad de los delitos contra los derechos humanos de las comunidades indígenas y campesinas en el Arco Minero del Orinoco, también a comunicadores que se dedican a comentar y difundir los temas ambientales en sus programas de radio, televisión y prensa escrita y virtual. Ellos son héroes de la resistencia.
Entre esas muchas organizaciones hay que destacar a la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, Clima 21, Provita, Red Ara, Topotepuy, Tierra Viva, Funvive, la Mesa Ambiental Nacional, Asociación Venezolana de Parques Zoológicos y Acuarios, Vitalis, Bioparques, Fundación Vida Verde, Fudena, Una Montaña de Gente, Avepalmas y muchos otros grupos humanos que dan lo mejor de sí para conservar y restaurar el ambiente en Venezuela y otros que desde afuera de Venezuela siguen trabajando a tal fin, como embajadores del Orinoco.
―Hoy en día estás en España y estás incorporada como coordinadora del Grupo de Trabajo de Medio Ambiente de la Comisión España de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat de Venezuela; desde allí puedes tener una visión del aporte que los profesionales venezolanos están haciendo a las labores en materia de desarrollo sostenible en España.
―Estoy entusiasmada con los cada vez más numerosos y valiosos integrantes de la Comisión y de las ideas que tienen para que nuestra estancia en España, no sea solo ir viviendo, sino que dan claras muestras de querer participar en el desarrollo y conservación del país; Un ejemplo es la labor maravillosa del arquitecto Frank Marcano, quien está restaurando obras arquitectónicas que tienen que ver con la historia y la cultura de España, como es la arquitectura antigua y el actual espacio urbano de Alcalá de Henares. Muchos otros se han integrado a centros de educación, universidades, cultura en general. Quizás nos falte participar en la política, pero supongo que Venezuela nos vacunó en ese sentido.
Creo que los profesionales venezolanos estamos muy bien formados y tenemos mucho que dar a España.
―¿Puedes decir cuál está siendo tu labor en esta línea actualmente?
―El Grupo de Trabajo de Desarrollo Sostenible cuenta con geógrafos, biólogos, ingenieros y abogados; ya tuvimos un encuentro con el Dr. Manuel Díaz, fundador de Funvive y expositor en el Encuentro Internacional de Ciudadanía Verde, en el cual participamos algunos del grupo.
Para este año, tenemos programadas otros actos con los que pretendemos colaborar con España en el conocimiento de su fauna, en la propuesta de hacer de los cotos de caza, además de la actividad deportiva que entrañan, centros de conservación de la fauna no doméstica.
Por mi parte, he observado que a pesar de que la Ley Reguladora sobre las Bases del Régimen Local establece para los municipios con población mayor de los 50.000 habitantes competencia en materia de medio ambiente, esta competencia no está desarrollada y parece estar asociada únicamente a los servicios públicos, como agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; alumbrado público; limpieza, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos. Se olvida de otros aspectos que afectan positiva o negativamente la vida del ciudadano, como la contaminación acústica o ruido, la contaminación visual por grafitis, la limpieza de la ciudad, el paisaje urbano y su relación con la vegetación y la fauna urbana.
Un aspecto que me gustaría destacar es la importancia de aprobar por parte de los ayuntamientos unas variables urbanas ambientales que tomen en cuenta las áreas de protección que son limitantes para la construcción; el clima, el respeto a las áreas de riesgo natural u originadas por actividades humanas como la construcción de obras de ingeniería tanto públicas como privadas sin observar las limitantes que impone la buena ordenación del territorio. En tal sentido, me gustaría preparar un proyecto de propuesta para los ayuntamientos de Cataluña, donde vivo, sobre cuáles competencias están claras en la ley y cuáles deben ser desarrolladas para estar acordes con el derecho constitucional de los ciudadanos a vivir y desarrollarse en un ambiente sano y equilibrado.
Creo que el aspecto más importante para lograr un desarrollo sostenible es la educación ambiental que debe partir de la etapa escolar y culminar en la universitaria, sin olvidarla en los cursos de formación profesional y en todas las actividades industriales y comerciales.
[1][email protected], www.movimientoser.wordpress.com